Reinier de Ridder (21-2, 4 KO) regresa a la acción, pero no como él mismo hubiera deseado. En sus mejores sueños, una victoria dominante en el nuevo evento de la UFC en Vancouver hubieran alzado sus aspiraciones hasta la conversación titular del peso medio. Sin embargo, la lesión de Anthony Hernández (15-2, 3 KO) en septiembre relegó al ex doble campeón de ONE Championship a un drama deportivo: sin un compañero de baile que posea papeletas para ser el siguiente en competir ante el campeón, el peleador de Tilburgo está condenado a una mera pelea de rodaje en Canadá.

Anthony Hernández tenía la llave para desbloquear un posible combate ante Khamzat Chimaev. La UFC anunció la pelea entre el neerlandés y Fluffy, a la misma vez que en el calendario quedaba cada vez más cerca la velada de la compañía en París, donde Nassourdine Imavov terminó por vencer a Caio Borralho. El baile de contendientes tenía cuatro candidatos: el competidor que supiera brillar mejor dentro del octágono, iba a tener una oportunidad frente al campeón. 

La lesión del americano no sólo frenó las aspiraciones del propio Reinier de Ridder, sino que también supuso un ‘varapalo’ tremendo para su propia carrera. Fluffy atraviesa una racha de victorias tremenda, con cinco años de imbatibilidad, y podía ascender en los rankings hasta el tercer puesto si vencía al neerlandés. Ahora, tendrá que ser un espectador más de un evento que ha condenado al ex doble campeón de ONE Championship a mantener su actividad ante el noveno de la categoría, Brendan Allen (25-7, 5 KO).

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El peleador estadounidense, recambio inmediato de Anthony Hernández, aterrizará en Canadá después de vencer a un Marvin Vettori venido a menos en su carrera deportiva. Previo a su triunfo ante el italiano, All-in cayó en dos ocasiones dentro del octágono, frente al propio Fluffy y Nassourdine Imavov, por decisión unánime. La oportunidad que recibe Allen ahora es un ‘win-win’ de manual: si vence, asciende de manera considerable en la división pero, si termina por caer ante Reinier de Ridder, la UFC tendrá en estima su gallardía al aceptar la pelea con algo menos de un mes de preparación.

La situación, sin embargo, es diferente para Reinier de Ridder. El neerlandés permanecerá con la miel en los labios, mientras la victoria de Imavov en Francia y la lesión de Fluffy esfuman por completo una oportunidad inmediata en cuanto al título del peso medio de la UFC, que posee Khamzat Chimaev. Con total seguridad, será The Sniper el siguiente en pelear ante el checheno, mientras que RDR debe superar a Allen en un descafeinado evento estelar que sabe a poco para los aficionados a las artes marciales mixtas.

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La carrera deportiva de un artista marcial mixto puede ser una auténtica montaña rusa. Claro ejemplo es la de Reinier de Ridder: el neerlandés pasará de poder pelear por competir ante Khamzat Chimaev por el título, a una pelea de rodaje en Vancouver para mantener vivas sus opciones, mientras Imavov recibe la oportunidad que pudo haber ganado ante un Hernández que cayó lesionado para frustrar las oportunidades de RDR, por el momento, en la conversación titular dentro de las 185 libras del Ultimate Fighting Championship.