Bruno Vergara

Jueves, 16 de octubre 2025, 19:56

Los atardeceres ante el mar desprenden cierta magia. Presenciar cómo el sol desaparece engullido por el agua es innótico. Sin embargo, para Fabio Longaron, un joven fotógrafo italiano, quería llegar más allá: inmortalizar la isla de Giraglia en Córcega bajo el sol de poniente, dejando entrever de forma diminuta el faro y la torre del enclave. Una imagen que, además, sacó desde la Toscana, a 122 kilómetros de distancia.

Una foto para la que Fabio ha tardado cuatro años. Pensó en hacerla en 2021, pero se dio cuenta de que «no tenía el equipo adecuado», afirma. Además, no encontraba el día ideal para ello. «Solo hay dos días al año en el que se produce la alineación del sol con la isla que buscaba», explica. Hasta este pasado 11 de octubre, las condiciones meteorológicas para hacer la foto «nunca habían sido las ideales».

Y es que para que la foto fuera perfecta necesitaba, primero, un cielo despejado, sin nubes en «al menos en un radio de 300-400 kilómetros». Además, tenía que haber un sol «radiante» para «maximizar» el contraste del fato y la torre de la isla. «Tenían que destacar en los pocos píxeles que ocupaban».

No solo influían esos factores. El viento también debía ser lo más suave posible, para evitar «turbulencias atmosféricas» que habrían generado unos edificios «borrosos» o imposibles de ver.

No obstante, para Fabiola foto más dificil que ha hecho hasta ahora es la Luna llena en la montaña italiana de Monviso, fotografiada desde Livorno. «Era una alineación que ocurre cada varios años, y se requerían condiciones aún más rigurosas que ahora», explica.

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