Cuba ha admitido por primera vez este miércoles la muerte de tres personas por dengue en lo que va de 2025. La viceministra de Salud Pública del país caribeño, Carilda Peña, ha salido a dar explicaciones sobre la situación epidemiológica ante la alerta social generada en los últimos días. Sin embargo, no ha detallado el perfil de los fallecidos y tampoco las fechas o el lugar donde se produjeron los decesos. Lo que ha hecho saltar todas las alarmas.
En un intento por restar importancia a la situación epidemiológica de la isla por dengue, Peña ha señalado que junto a este virus circulan otros de manera simultánea que también son transmitidos por mosquitos, como el chikungunya y el oropouche. Pero lo cierto es que, aunque los síntomas son molestos, la enfermedad que se desarrolla tras la infección es mucho menos grave.
Llegados a este punto cabe señalar que la tasa de mortalidad por estos dos virus mencionados por la viceministra cubana —el chikungunya y el oropouche— es prácticamente nula. Mientras que la probabilidad de fallecer por dengue es de entre el 1% y el 2,5% si la persona infectada recibe el tratamiento adecuado y sube hasta el 50% en el caso de que la atención médica sea insuficiente.
¿Solo tres muertos?
Las cifras reportadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2024 son: 13 millones de casos notificados de infección por Dengue en la «Región de las Américas» y más de 12 000 muertes relacionadas con esta enfermedad, lo que supone que falleció el 0,09% de la población que lo contrajo. Si atendemos a las cifras y los datos ofrecidos por el propio Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP), resulta inexplicable que la cifra de muertos en Cuba sea solo de tres en 2025.
Se estima que uno de cada veinte afectados por dengue desarrolla una enfermedad grave. Y el propio director de Higiene y Epidemiología del MINSAP, Francisco Durán, reconoció en octubre de 2024 que en lo que iba de año se estimaba que había habido cerca de 20.000 contagios por dengue en la isla, reconociendo además que el 80% de esas personas había pasado la enfermedad en casa sin haberse realizado ni siquiera un test.
Según la proporción resultante de las cifras aportadas por la OMS en 2024, el número de fallecidos con 20.000 afectados podría ser cercano a 18. Especialmente si tenemos en cuenta la situación de desabastecimiento y carestía —de medicamentos, artículos de higiene y productos básicos— que sufre la población cubana, particularmente en estos últimos años en los que también son frecuentes los apagones eléctricos, los cortes de agua y los problemas con el combustible.
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¿Cuál es la situación real?
Peña afirmaba, durante una entrevista concedida este miércoles a la televisión estatal, que los virus que ella había mencionado representan un problema «nacional» debido a que los índices de infestación son «muy elevados» y la situación es «muy compleja» porque la falta de combustible impide realizar las fumigaciones necesarias. El dengue, ha explicado, es una enfermedad endémica en Cuba. Está presente en 12 de las 15 provincias cubanas.
Si la situación epidemiológica se ha agravado respecto del año anterior, que cerró con cerca de 20.000 infecciones, y las condiciones de higiénico-sanitarias han empeorado, con la crisis económica y los problemas en el abastecimiento de agua, cabe pensar que la cifra real de infectados y fallecidos es bastante peor que la que se ha hecho pública. Precisamente eso es lo que destacan medios locales independientes, como Diario de Cuba.
Este periódico recuerda además que el reconocimiento de tres fallecidos por dengue llega apenas una semana después de que Francisco Durán negara la existencia de muertes por esta enfermedad. «La admisión tardía de las autoridades refuerza las sospechas de opacidad en el manejo de la información epidemiológica, una práctica habitual del régimen cubano en crisis sanitarias anteriores», recuerda.
Las muertes, en medios y redes
Desde Cibercuba vienen informando de los contagios y muertes por dengue de personas de distintas provincias que han sido silenciados por parte del régimen comunista. Las familias de los fallecidos se han visto obligadas a difundir lo que está sucediendo a través de los medios locales independientes y las redes sociales, que se han inundado de desgarradores testimonios como el del marido de Adelaida Yanes —de 63 años—, que murió el pasado martes en la provincia de Villa Clara.
El medio Martí Noticias, por su parte, recoge en una crónica la muertes de varias personas por dengue hemorrágico, así como la preocupante situación ante el colapso de hospitales como el de Matanzas. Al descontrol de las infecciones hay que sumar el desabastecimiento de medicamentos y reactivos para confirmar los diagnósticos, como reportan también habitantes de las provincias de Camagüey y Holguín, que hacen largas colas para ser atendidos y en muchas ocasiones no obtienen ninguna de las dos cosas.
Aunque el régimen comunista minimiza la situación epidemiológica en sus comparecencias públicas, en paralelo está adoptando medidas que evidencian una gravedad mayor. El Festival Nacional de Artistas Aficionados previsto para los días 17 y 18 de octubre, por ejemplo, ha sido pospuesto ante el «incremento sostenido de enfermedades transmitidas por vectores, especialmente la arbovirosis (grupo de enfermedades virales transmitidas por insectos, como el dengue, el chikungunya o el Zika)», informa el periódico Venceremos.