“Me gusta pensar los libros como amigos que cambian con el paso del tiempo. Los libros cambian y te cambian”. El periodista y escritor rosarino Reynaldo Sietecase inauguró este miércoles la 41º edición de la Feria Internacional del Libro de Rosario, en un renovado Centro Cultural Roberto Fontanarrosa. Por segundo año consecutivo, la apertura estuvo en manos de un escritor rosarino, también con trayectoria en este diario. Con un discurso emotivo y cargado de sentido, Sietecase repasó la rica historia cultural de la ciudad, homenajeó a los autores locales e hizo una lectura de la realidad, con la agudeza periodística, literaria y poética que lo caracteriza. “Rosario es una ciudad que más que una identidad, tiene una poética. Me gusta esa idea, tal vez explique mejor a los visitantes cómo es esta usina creativa que nunca descansa. Pienso a Rosario como si se tratara de una pequeña biblioteca familiar. Como una casa, en un barrio cualquiera, donde siempre hay lugar en la mesa para alguien más. Como un libro abierto: más que un lugar, una plataforma de sueños”, describió.
Este miércoles por la tarde abrió sus puertas una nueva edición de la Feria Internacional del Libro de Rosario, uno de los eventos culturales más importantes que tiene la ciudad a lo largo del año. En total serán once días con mesas, presentaciones, homenajes, talleres y stands de librerías y editoriales locales y de todo el país. El acto de apertura se dio en la explanada del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, que volvió a abrir sus puertas con una serie de refacciones realizadas en el marco de las obras del Tricentenario de la ciudad. Una nueva fachada iluminada, espacios más amplios y nuevos baños formarán parte del nuevo paisaje de la Feria del Libro local.
Los discursos de bienvenida estuvieron a cargo del intendente Pablo Javkin; la ministra de Cultura de la provincia, Susana Rueda; y la consejera de la Fundación El Libro, Alejandra Ramírez. También estuvieron presentes la presidenta del Concejo de Rosario, María Eugenia Schmuck; el secretario de Cultura y Educación de Rosario, Federico Valentini; y el rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, entre otros dirigentes y funcionarios, tanto del plano local, como provincial. Una vez más, la Feria está organizada en forma conjunta por la Fundación El Libro, la Municipalidad de Rosario y el Gobierno de la Provincia de Santa Fe
Al igual que el año pasado, la apertura de la Feria quedó en manos de un rosarino. En 2024 la redactora de Rosario/12, Beatriz Vignoli, fue la encargada de dar el discurso inaugural, donde leyó una desafiante y emotiva carta dirigida a Franz Kafka, para repasar la tradición cultural y artística de Rosario. En esta oportunidad fue el turno de Reynaldo Sietecase, el periodista, escritor y poeta que también hizo recorrido en la redacción de este diario. “Rosario es mucho más que el lugar donde nací. Es el escenario de mi formación como lector y como escritor. También mi referencia cultural y familiar. Por eso me voy a permitir cruzar la ciudad con los libros”, comenzó.
El escritor rosarino recordó sus inicios como lector en su infancia, y el gusto por los relatos heredado de su padre, al igual que una biblioteca en la cual explorar autores. “Desde pequeño pienso que los libros están vivos y desde esa condición proyectan sus luces y sombras desde los estantes de las bibliotecas. Me gusta pensarlos como amigos que cambian con el paso del tiempo. Los libros cambian y te cambian”, expresó y agregó: “Los libros son testigos silenciosos de la existencia humana, del paso del tiempo, de la vida y de la muerte de sus dueños. A esta altura ya no me pregunto cuántos libros leí, si no cuantos me quedan por leer”.
También rememoró sus primeras lecturas, aquellas que le ofrecieron “una ética para la vida”. En el listado, destacó las aventuras de Sandokan, el personaje creado por el escritor italiano Emilio Salgari, con el que trazó un paralelismo sobre la coyuntura social y política actual. “Los nuevos monstruos son reales, violentos y expansivos. Ofrecen cadenas en nombre de la libertad y amenazan a la democracia. En lugar de arriesgar la vida hasta salvar al último náufrago, proponen arrojar a los más débiles de la balsa”, sostuvo. “En la actualidad hay demasiada gente que nada sabe de aventuras y prefiere tolerar a los monstruos reales o fingir no verlos”, añadió.
Sietecase también repasó parte de su historia y recorrido en la ciudad. Desde sus visitas por las librerías de usados en la ciudad, para completar aquella preciada biblioteca familiar, su paso por la redacción de Rosario/12 y los estudios de LT8, hasta la publicación de su primera novela “Un crimen argentino”, un policial inspirado en un caso real, que tiene a Rosario como escenario de los acontecimientos. “Desde entonces, convivo con la bella y la bestia; literatura y periodismo”, reconoció y añadió: “En la literatura todo está permitido, solo hay que contar una buena historia. En el periodismo hay que atenerse a la verdad, más que nunca en este tiempo donde las fake news son la base de los discursos de odio”.
Por último, Sietecase se refirió al vínculo con Rosario, la ciudad que lo vio nacer, pero a la que sigue unido pese al tiempo residiendo en otro lugar. “Hace más de 20 años que vivo y escribo en Buenos Aires, pero Rosario es la ciudad que me define. Es la ciudad que eligieron mis ancestros italianos para plantar sus deseos de progreso en el corazón productivo del sur santafesino. Aquí está todavía esa primera biblioteca”, rememoró. “Rosario es una ciudad que más que una identidad, tiene una poética. Me gusta esa idea, tal vez explique mejor a los visitantes cómo es esta usina creativa que nunca descansa. Pienso a Rosario como si se tratara de una pequeña biblioteca familiar. Como una casa, en un barrio cualquiera, donde siempre hay lugar en la mesa para alguien más. Como un libro abierto: más que un lugar, una plataforma de sueños”, finalizó.