BBVA ha fracasado en su opa sobre Banco Sabadell. El rechazo ha sido rotundo al haber logrado una aceptación por debajo del 26%. Pero el banco vasco cree que el resultado no tiene que ver solo con no haber convencido a los accionistas, … sino también con que los altos ejecutivos de la entidad catalana han «confundido» a los accionistas con sus pronunciamientos sobre la hipotética segunda opa, que finalmente no se producirá.
El objetivo de BBVA era lograr más del 50% del accionariado del Sabadell, pero se guardaba la posibilidad de renunciar a esa condición si solo lograba entre el 30 y el 50% de aceptación. El problema de ese escenario era que el banco vasco habría tenido que lanzar una segunda opa en efectivo por el porcentaje restante que no controlara. Esa segunda opa ha estado en boca de todos en las últimas semanas.
El Sabadell, principalmente su CEO, César González-Bueno, había llegado a decir que podría tener sentido no acudir a esta primera opa y esperar a la segunda ya que, decían, el precio probablemente tendría que ser superior. El BBVA, por su parte, rebatía esa afirmación al señalar que tendría que ser el mismo. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) acabó dando un toque de atención a ambas entidades para que no hicieran ese tipo de pronunciamientos en pleno periodo de aceptación ya que, en realidad, es la propia CNMV la que tendría que fijar el precio de esa hipotética segunda opa. El supervisor tchó de especulación este tipo de pronunciamientos y puso pie en pared.
En el banco vasco creen que las palabras con las que ha machacado el Sabadell en las últimas semanas han generado confusión entre los accionistas de la entidad catalana ya que, ‘ de facto’, se les animaba a no acudir a la primera opa y esperar a la segunda. En parte culpan a esto de haber tenido un resultado tan bajo.
BBVA reconoce que el resultado no es el esperado pero tratan ya de mirar hacia adelante, hacia el «futuro». Para ello, tras conocerse el veredicto de la opa, el banco ha emitido un comunicado para dar a conocer su hoja de ruta en cuanto a la remuneración al accionista; una manera de tratar de premiar a sus accionistas tras más de 17 meses de operación con la que finalmente no han logrado triunfar.
«BBVA retoma de manera inmediata su plan de retribución al accionista: el 31 de octubre iniciará la recompra de acciones pendiente de cerca de 1.000 millones de euros; el 7 de noviembre pagará el mayor dividendo a cuenta de su historia (0,32 euros por acción), por un total de aproximadamente 1.800 millones de euros; y, en cuanto reciba la aprobación del Banco Central Europeo (BCE), pondrá en marcha una significativa recompra de acciones adicional«, ha informado el banco. La entidad prevé disponer de 36.000 millones de euros para distribuir entre sus accionistas hasta 2028. A corto plazo, BBVA contará con aproximadamente 13.000 millones de euros disponibles para distribuir entre sus accionistas. «En el marco de nuestros objetivos financieros y una vez superadas las restricciones derivadas de la operación, aceleramos nuestro plan de retribución al accionista», ha destacado el consejero delegado de BBVA, Onur Genç.
Justo tras conocerse el rechazo a la opa y después de anunciar BBVA la aceleración de su retribución al accionista, el mercado ha reaccionado a favor de la entidad vasca. En Estados Unidos, donde el banco cotiza a través de los llamados ADR, los títulos de BBVA se han disparado más de un 7% en cuestión de minutos. Fuentes del banco indican que esto es una señal de respaldo al plan de remuneración al accionista que han anunciado.
Con todo, los principales ejecutivos del banco vasco darán explicaciones en una rueda de prensa mañana 17 de octubre tras el golpe que les ha supuesto el resultado de la operación.