El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho algo que ningún algoritmo se habría atrevido a predecir: aparecer en La Revuelta de David Broncano. Ni una sesión de control en el Congreso ni una entrevista en la Cadena SER… esta vez, Sánchez se ha colado en el programa de TVE con un vídeo grabado en La Moncloa y una carta bajo el brazo. Nada de promesas electorales, solo una misiva dirigida a la profesora a la hija de Jorge Ponce.

Para entender por qué medio país ha visto al jefe del Ejecutivo haciendo los deberes y ha acabado escribiendo a la profesora de una niña de siete años hay que rebobinar 24 horas, hasta la emisión del miércoles de La Revuelta. Ese día, Jorge Ponce contó en el programa que su hija Julia le había pedido que escribiera una carta «como si fuera Pedro Sánchez» para convencer a la maestra de que les dejara “hacer lo que quisieran” en clase. 

De hecho, como pudieron ver los espectadores de La Revuelta, la niña lo había intentado con otra carta, pero su letra la delató y no coló que fuese el presidente del Gobierno. Una carta que Jorge Ponce no tuvo reparo en leer y enseñar a cámara: “Soy Pedro Sánchez y obligo a Sonia a que deje que hagan lo que quieran. ¡Osino te expulso! Sé que escribo un poco mal”, confesaba Julia, que remataba el teto con una afirmación rotunda: «Soy Pedro Sánchez obligo”. 

Entre risas, Ponce decidió ir más allá y miró directamente a cámara: “Pedro, ¿qué tal? El programa bien, ¿verdad? Lo que hablamos… ¿Tú podrías escribirle una carta a la profe de mi hija Julia? ¡La de veces que lo has hecho tú ya por Begoña!”. Broncano se partió de risa, el público también y el reto quedó en el aire.

Dicho y hecho. Un día después de la petición, Ponce ha vuelto a La Revuelta con un vídeo del presidente del Gobierno en el que el jefe del Ejecutivo responde al reto y, también, se dirige a la hija del colaborador: “Te voy a escribir lo que me has pedido y te voy a felicitar por tu capacidad de escritura, que seguro que es mejor que la de tu padre”, dice Sánchez, con la tranquilidad de quien contesta a un correo pendiente desde 2023.

El vídeo no era lo único que había enviado Pedro Sánchez. También había escrito la carta. Con el sello de La Moncloa en el sobre, como prueba notarial de que el documento había salido de la residencia oficial del presidente del Gobierno y su familia. Un texto que, por supuesto, se encargaron de leer en directo:  “Soy Pedro Sánchez. Deja a las niñas hacer lo que quieran o sino te mandaré a Ponce y a Broncano como alumnos. La verdad es que no les vendría mal repasar algunos conceptos.” Y, por si quedaban dudas, la carta se cierra con un mensaje, que hay que aprovechar las oportunidades que a uno le ponen delante: “Gracias a todos los maestros por educar a nuestros hijos, que son el futuro del país”.

El gesto ha encendido las redes, claro. El timeline se ha dividido entre los que aplauden la jugada, los que ven propaganda hasta en los subtítulos y los que directamente creen que todo lo ha generado un algoritmo aburrido. “Hemos sido psoizados”, decía una usuaria de X; “Es el puto amo”, apuntaba otro, con entusiasmo digno de mitin. Y luego están los que ya se imaginan el próximo cara a cara con Feijóo en el Congreso: “Ojú, verás tú la sesión de control al Gobierno la semana que viene.” Entre tanto, una voz más práctica lanzaba la pregunta que nadie se atrevía: “¿Dónde está colgado ese vídeo? ¿Es real o es IA?”.

Así, entre la carta de Julia, un vídeo, una broma de colegio, memes, sospechas y muchas teorías, el presidente del Gobierno ha acabado entrando en el universo de La Revuelta. De momento, no hay rastro de que la intervención de Sánchez vaya a provocar algún tipo de conflicto diplomático. Por ahora, solo se trata de un país entero preguntándose si lo que ha visto era humor, propaganda política o simplemente España siendo España.