La historia de Marlon “Chito’’ Vera en la UFC es la historia de la constancia, del que no se rinde y del que ha aprendido a evolucionar con el paso del tiempo.
En un deporte donde muchos aparecen y desaparecen, el ecuatoriano ha mantenido su nombre en la conversación durante más de una década, convirtiéndose en uno de los rostros más respetados del octágono.
Este sábado en la UFC Vancouver enfrentará al canadiense Aiemann Zahabi, en un combate de peso gallo que puede marcar un nuevo capítulo en su trayectoria.
A sus 32 años, el peleador nacido en Chone se considera en su mejor versión física y mental, y aunque muchos lo asocian ya con el rol de veterano, él asegura que apenas está disfrutando su verdadero “prime’’.
La disciplina, el kilometraje y la madurez son hoy sus mayores armas.
Conversamos con Chito Vera en la recta final de su preparación, en un diálogo honesto donde repasamos su legado en Ecuador, su visión sobre el presente de las artes marciales mixtas latinoamericanas y su mentalidad frente al reto inmediato que representa Zahabi.
Chito, 11 años dentro de la UFC. ¿Qué sientes al ver todo el camino recorrido?
“La verdad que se siente bien el saber que he tenido tantos años aquí peleándomela, luchando y manteniéndome. Hemos visto estrellas ir y venir, gente que sube rápido y desaparece, pero el trabajo duro y la disciplina me han traído hasta acá. Es un orgullo ser parte de esto’’.
Ecuador es un semillero de talento. ¿Qué representa para ti haber sido el pionero de esa ola?
“Es algo maravilloso. Ver a los muchachos que vienen detrás de mí hacer un trabajo tan grande me llena de orgullo. Como dijo GSP, los peleadores nuevos son mejores que nosotros, y lo digo sin ego. Eso demuestra la evolución del deporte. Si algún día hay cien ecuatorianos en la UFC, mejor todavía. Para mí es un orgullo haber puesto un granito de arena en ese avance’’.
Tienes 32 años y empezaste joven en UFC, con 21. ¿Te sientes en tu prime?
“Sí, sin duda. Hace unos dos años siento que entré en mi prime. Lo que tengo es kilometraje, pero el motor está perfecto, sin fugas (risas). He aprendido a usar mi experiencia para mejorar los campamentos, para saber qué me sirve realmente. Me siento fuerte, enfocado y listo para dar lo mejor de mí este sábado’’.
Has vivido de todo: victorias grandes, derrotas duras, injusticias.
“Todo eso me ha formado. He estado frente a campeones, a jóvenes promesas, a veteranos, y cada pelea me ha enseñado algo. Ahora lo uso todo: la data que tengo en la mente, el espíritu, la calma. Este tiempo fuera fue para recargar, y ahora solo quiero que suelten al caballo. Estoy listo para salir y disfrutar’’.
Tu rival, Aiemann Zahabi, será local en Vancouver.
“Es un tipo duro y no me la he tomado a la ligera. Sé que me va a hacer pelear, que me va a hacer sudar y quizás sangrar por mi cheque, y eso me gusta. Nunca minimizo a nadie. Siempre veo al que tengo enfrente como el reto más grande de mi vida y Zahabi lo es ahora mismo’’.
Después de un año fuera, ¿qué esperas que venga si todo sale bien el sábado?
“Primero lo primero: ganar el sábado. Pero claro que quiero ser parte de todo lo que viene con la UFC y con la expansión en Latinoamérica. Hay nuevas oportunidades, más eventos, más exposición. Quiero ser parte de eso. Pero todo empieza el sábado, dando lo mejor de mí’’.
Merab Dvalishvili. ¿lo ves invencible?
“Merab se ha visto invencible, pero al final todos somos humanos. Es un tipo durísimo, lo respeto mucho, pero solo por el reto, me encantaría enfrentarlo algún día. Sin embargo, ahora mi mente está al cien por ciento en Zahabi. El sábado es mi mundo entero’’.
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