El futbolista del Atlético de Madrid, Marcos Llorente, siempre presume en sus redes sociales de su estilo de vida y hábitos de salud.
Sigue a rajatabla la dieta paleo, que consiste en comer como nuestros ancestros y que ya explicamos en este artículo que no tiene evidencia científica, pero ahora el jugador ha asegurado en una entrevista con COPE que utiliza gafas de sol con cristales amarillos para filtrar el «exceso de luz azul» de los ordenadores o el móvil.
«Sin evidencia científica» sobre las gafas de cristal amarillo
El madrileño comercializa estas lentes a través de su propia empresa. Sin stock, están agotadas desde su última aparición, tienen un precio de 199 euros.
Y es que, aunque el objetivo principal de estas gafas con cristales amarillos para reducir el «daño» de la luz azul, desde la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), señalan que no se ha demostrado que realmente sea perjudicial para los ojos.
«No hay ningún estudio realizado en humanos, necesarios antes de poder emitir una recomendación definitiva acerca del daño de la luz azul emitida por las pantallas de visualización», subrayan.

Marcos Llorente, con gafas de cristales amarillos, durante una entrevista en COPE / EL PARTIDAZO DE COPE
No se pueden recomendar pantallas anti luz azul
Los estudios disponibles, recalcan los oftalmólogos, solo se han realizado in vitro o en animales de experimentación sometiéndolos a luces azules de gran intensidad.
Por ello, «si bien parece razonable la necesidad de realizar dichas investigaciones para establecer las medidas de salud poblacionales, actualmente no se puede recomendar es el uso de pantallas de protección de luz azul para evitar un daño no demostrado en condiciones reales y en humanos por estos dispositivos».
En este sentido, la Sociedad Española de Oftalmopediatría (SEDOP) también suscribe que «no hay evidencia científica de que sea necesario proteger los ojos con dichos filtros ya que no se ha demostrado que causen un daño significativo en la visión«.
El nivel de exposición a la luz azul de las pantallas es «significativamente más bajo» que el de la luz azul natural, y en cualquier caso ninguno de los niveles se acerca a los límites de seguridad ocular. Esto significa, que es probable que el «daño potencial de la luz azul a nivel ocular causado por las pantallas digitales sea muy bajo o ninguno».
Los efectos reales de la polémica luz azul
Como explican los oftalmólogos pediátricos, se han implementado muchas regulaciones para limitar la cantidad de luz azul emitida por los dispositivos digitales.
Debido a estos límites de seguridad, los niveles de luz azul que emiten las pantallas (tanto smartphones como tabletas) no son lo «suficientemente altos como para producir daño a nivel retiniano, haciendo innecesario recomendar el uso de filtros de luz azul cuando se usan pantallas digitales de manera generalizada».
El uso prolongado de pantallas digitales puede provocar “fatiga visual” por múltiples factores: disminución de la frecuencia de parpadeo, cambios en el esfuerzo acomodativo, deslumbramiento… «Es probable que estos síntomas de fatiga visual sean simplemente causados por un uso excesivo de dispositivos digitales, y no por la luz azul en sí».
- Reducción del tiempo dedicado al teléfono móvil, dispositivos digitales o tareas de cerca.
- La distancia al dispositivo de cerca debe ser de 35- 40 cm. El uso de dispositivos a 20 cm está directamente relacionado con un aumento de la miopía.
- Mejor utilizar dispositivos de lejos (televisores/ proyectores) que dispositivos de cerca (smartphones/ tablets/ videoconsolas), ya que causan menos progresión de miopía al evitar el sobreesfuerzo de cerca.
- Mantener las actividades al aire libre (se recomienda un mínimo de 1.5 horas al día) porque la exposición a la luz ambiental no solo previene de desarrollar miopía, sino que frena su progresión.
- Recordar la regla 20-20-20: cada 20 minutos la persona que pasa muchas horas ante las pantallas tiene que mirar durante 20 segundos enfocando a lo lejos (una distancia de unos 20 pasos o 6 metros).
- Mantener una iluminación ambiental correcta, si puede ser con luz natural mejor.
- Postura, distancia y altura de trabajo adecuadas (mínimo 40 cm/2 palmos entre los ojos y la pantalla/libro, etc).
- Se desaconseja el uso de pantallas/dispositivos digitales justo antes de ir a dormir (la propia Academia Americana de Oftalmología recomienda un margen de al menos 2-3 horas antes del descanso nocturno).