Ana Locking es una de las diseñadoras de moda más importantes de nuestro país. Con su primera colección en 2008, esta toledana criada en Usera (Madrid) ya obtuvo el premio a Mejor Diseñador de MBFWM, consolidándose como uno de los grandes referentes del sector. Un éxito que ha mantenido a lo largo de los años con el Premio Nacional de Diseño de Moda 2020 o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2021 y una trayectoria muy ligada al activismo y a las causas de ámbito social.
Los diseños de Ana Locking han saltado a la pequeña pantalla en la serie de Movistar+ La vida breve, ha vestido a grandes actrices de la talla de Marta Nieto e, incluso, a la reina Letizia. Con esta última protagonizó un incómodo momento hace años que Mara Torres ha querido rescatar en el último programa de El Faro. Tuvo lugar en 2018, durante una cena de ala con el presidente portugués Marcelo Rebelo de Sousa en el Palacio Real.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Ana Locking: «Sueño con que la moda no tenga imposiciones de género»
00:00:0027:27
FacebookTwitterLinkedinWhatsAppCerrar
La reina Letizia lucía un vestido largo de color azul oscuro con perlas incrustadas por toda la tela, de manga larga, cuello redondo y unas rajas entre el pecho y los hombros, en la pierna y en los brazos. La esposa del rey Felipe VI tuvo un contratiempo con la prenda durante la cena, que tuvo que solucionar con la ayuda de una de las camareras.
Durante el brindis, la reina Letizia tenía el vestido perfectamente abrochado, pero segundos después, al volver a sentarse, se dio cuenta de que el botón estaba desabrochado y no dudó en reclamar la asistencia de una empleada de Palacio. «Ella, con toda naturalidad, se lo cerró. No pasa nada, de la misma manera que te remangas una manga o que te coges las gafas y te las pones porque no ves de lejos. Ahí está un poco la elegancia de la persona», dice Locking, recordando el momento.
Más allá de la anécdota del momento, la diseñadora ha reconocido que trató de no darle mayor importancia a la situación, pues es una gran defensora de la inperfección. «Busco el error, busco el fallo, busco la grieta. Cuando me sale un vestido perfecto, busco romperlo por algún sitio, intento de pronto deshilachar el bajo o hacer un doble pliegue escondido y que al andar se desvele algo escondido. No me gusta la perfección, me parecen mucho más interesante las grietas que el camino va ejerciendo sobre nosotros.»