En el palco, la presencia de la infanta Elena aportó un toque real al partido del viernes; sobre la pista, fueron los jugadores del Sanicentro Guadalajara quienes estuvieron a punto de coronarse. El encuentro fue casi perfecto para los de Requena: solo faltaron esos pequeños detalles en la segunda mitad para que la brillante actuación se tradujera en una victoria.
Desde el primer minuto, los morados dejaron claro que no iban a renunciar a nada. Con intensidad, presión constante y coraje, el Guadalajara plantó cara a un rival con experiencia y recursos internacionales, manteniendo el marcador equilibrado en el primer parcial (2-3).
La lucha alcarreña era respondida una y otra vez por la calidad visitante, y a los 17 minutos Requena se vio obligado a detener el partido con un 6-10 en el marcador. Fue un momento clave. Entonces emergió la figura de Haitz Gorostidi, que se echó el equipo a la espalda para anotar el 9-12 y, poco después, el 10-12 en el minuto 22:50, animando a sus compañeros a seguir peleando por el empate. Mientras el de Tolosa destacaba en ataque, bajo palos Nico García también cumplía con nota. El plan de Requena estaba funcionando.
Los minutos previos al descanso fueron una batalla sin tregua por parte de los morados. La intensidad obligó a Antonio Rama a detener el crono en el 25:28 con un inquietante 11-12. Un minuto después, Boyarizo firmó el empate. El esfuerzo y el trabajo de los alcarreños empezaban a dar sus frutos: El Khouga marcó el 14-13 y, contra todo pronóstico, envió a los suyos al descanso por delante en el marcador.
Segunda parte
La segunda mitad comenzó con goles en ambos bandos y el empate en el luminoso del Santamaría (17-17 en el minuto 35), mientras la afición alcarreña rugía con ilusión. El ambiente hacía presagiar otra gran tarde en el David Santamaría.
Sin embargo, los de Rama subieron una marcha, mientras el Guadalajara comenzaba a acusar el desgaste. Los catalanes recuperaron el control y, en el minuto 43, se distanciaron hasta el 19-24, lo que obligó a Requena a solicitar un tiempo muerto para frenar la racha visitante.
Los morados mostraban síntomas de fatiga. Requena movió el banquillo y cambió la portería: primero dio entrada a Vladic y, poco después, al joven guardameta de Marchamalo, Jorge Blanco, que mostró reflejos y seguridad. Aun así, Granollers mantenía una ventaja cómoda, llegando a los últimos diez minutos con 21-27.
Pero el Sanicentro Guadalajara no bajó los brazos. Un par de intervenciones providenciales de Jorge Blanco dieron alas al equipo, y con el 24-29 en el marcador fue el técnico visitante quien se vio obligado a parar el partido. El choque estaba más abierto de lo que parecía.
Tras el tiempo muerto, los morados reaparecieron con energías renovadas. De nuevo, Jorge Blanco sostuvo al equipo desde la portería, permitiendo que la diferencia se redujera hasta el 28-30. Sin embargo, el tiempo jugaba en contra y la calidad de los vallesanos, con un inspirado Krivokapic bajo palos, terminó imponiéndose.
Pese a la igualdad la profundidad y experiencia de la plantilla del Granollers acabaron marcando la diferencia en la segunda mitad, sellando el 29-32 final.
LA FICHA
SANICENTRO BM GUADALAJARA: Nico García (David Vladić, Jorge Blanco); Haitz Gorostidi (8), Manu Catalina (1), Martín Ganuza (4), López Boyarizo (4), Blanco (1) y Santi Simón -siete inicial-; Jódar, Ahmed El Khouga (3), Marcos Dorado (3), Fekete, Gonzalo Velasco (3) y José Luis Román (2).
FRAIKIN GRANOLLERS: Krivokapic (Panitti); Franco (3), Pablo Urdangarín (2), Palomino (2), Guillermo Fischer (1), Tarcisio Freitas (3) y Deumal (2) -siete inicial-; Marcos Fis (7), Armengol (3), Bruno Reguart (2), Adriá Figueras (2), Domingo, Pol Chaves (1) y Espigulé (4).
ÁRBITRAS
Tania Rodríguez y Lorena García. Excluyeron a Manu Catalina y Fekete por los locales y a Juan Palomino y Fischer por el Granollers.
PARCIALES
2-3, 5-6, 5-8, 7-11, 10-12, 14-13 (descanso), 17-17, 18-20, 19-25, 21-27, 26-29, 29-32 (final).
INCIDENCIAS
David Santamaría. 1.389 espectadores.