Dua Lipa recomendó la distopía «Yo que nunca supe de los hombres» en su club de lectura, con el que ha contribuido a popularizar voces singulares y rompedoras, muchas de ellas publicadas en español por editoriales independientes.

«Yo que nunca supe de los hombres» es otro éxito cosechado por el club de lectura de la artista, Service95. Yo que nunca supe de Jacqueline Harpman reivindico esta voz que abre el corazón de la violencia de una manera insólita
17 oct 2025 . Actualizado a las 10:13 h.

Terrorífica como el exterminio nazi o como el peor desastre nuclear y, a la vez, fascinante como oír a alguien que sobrevivió a la catástrofe y la sabe contar es la joya de 180 páginas que está entre las últimas revelaciones del club de lectura de la artista Dua Lipa, Service95, que es a sus 30 años una de las artistas pop más influyentes, no solo por el éxito de sus álbumes Dua Lipa (2017), Future Nostalgia (2020) y Radical Optimism (2024). El suyo es un reinado que se eleva sobre los cimientos de su odisea familiar (hija de albanokosovares que debieron abandonar Pristina como refugiados en los noventa para empezar de cero en Londres) y que arropan unos gustos literarios que más que, a un canon o ciertas preferencias en pack de lectores o críticos, responden a un olfato singular. Las apuestas literarias de Dua Lipa son una revolución necesaria, otra manera de leer la realidad, otra forma de mirar y abordar la violencia, de desarmar sin condescendencia el relato común. El club de lectura de Dua Lipa suma seguidores y crece en prestigio como si esas fueran dos cualidades sencillas de emparejar. Y lo son.

Yo que nunca supe de los hombres es buena razón para ser parte de ese club ferozmente sensible que creó en la pandemia la artista de la triple nacionalidad, que contribuyó al éxito de La mala costumbre, de Alana S. Portero, y llevó a miles de lectores a entrar, este 2025, en La casa de los lamentos, crónica periodística de autora sobre un hombre acusado de matar a sus hijos, de la australiana Helen Garner.

No hay medias tintas con Dua Lipa. No las hay en Yo que nunca supe de los hombres, manifiesto de un yo femenino visceral y plural que rompe el yugo de la vergüenza y el pudor ante el poder hipermétrope de la mirada masculina, que no detecta lo que no se ve. Esta novela nos empuja a revisitar el holocausto de forma inédita, la violencia sobre el cuerpo que condiciona el ser de la mujer, el desastre climático, el pasado conocido u oculto y el futuro de la amenaza nuclear. La obra, de Jacqueline Harpman (Etterbeek, Bélgica, 1929-2012), novelista y psicoanalista de origen judío que sobrevivió al asesinato de parte de su familia en Auschwitz, ha sido traducida a 27 idiomas treinta años después de su primera publicación en Francia.

Las circunstancias vitales que marcan esta distopía, dicen, expían la persecución nazi que sufrió Harpman en su adolescencia y sus casi dos años de estancia en un sanatorio por tuberculosis.

La mujer que se despide cerca de los 60 años dándoles la bienvenida con unos 14 o 15 en Yo que nunca supe de los hombres, no sabemos ni dónde está. Lo está viendo todo desde dentro. Esa chica sin nombre escribe el recuerdo de una pubertad que no puede explosionar en un sótano con otras 39 mujeres que la superan en desarrollo, conocimiento, vivencias y edad. Su voz, impúber, es de una pureza y libertad atronadoras en una celda a la vez literal e interior, física y mental. Esa niña es el escarabajo de Kafka, la que está sola junto a las demás, mujeres que sí han tenido una vida antes de estar recluidas, que sí han sabido algo de los hombres, que recuerdan discusiones entre sus padres, o la vez que un amante les fue infiel. Solo vive quien puede, solo vive ese a quien dejan vivir, hace pensar Harpman, el que conoce la frivolidad. Pero en estas páginas la niña que no ha tenido infancia, una vida de mujer, que no ha tenido una menstruación, es la única que tiene una voz capaz de sobrevivir y de contar lo que pasó. Esa voz es el coraje que nace desde las entrañas desoladas del cuerpo mermado de una mujer. La voz de Harpman hace memoria con arquitecturas de ficción.

¿Están estas mujeres presas en la Tierra o viven un porvenir? Un día tras el estruendo de una alarma, los guardias huyen el sótano e irrumpe silenciosa, desarmada y sin esperanza la libertad.

¿Pueden ser libres las 39 mujeres y la niña que salen de la prisión del sótano? El mundo al que emergen está lleno de sótanos como el suyo. El grupo, walking dead, avanza hacia ninguna parte, pero no podemos fallarles, dejar de caminar a su lado en ese viaje a pie sangriento que profundiza los latidos del corazón.

Harpman mide el tiempo en latidos como cuchillos afilados, con un compás irregular que nos desnuda ante una verdad. El saber y la imaginación no salvan vidas, pero son consuelo. Alguna vez las palabras hacen justicia mucho tiempo después del crimen. Incluso en un club de lectura popular en Spotify y TikTok.

Jacqueline Harpman, autora de esta novela publicada en el 95.

«Yo que nunca supe de los hombres»

JACQUELINE HARPMAN

EDITORIAL ALIANZA PÁGINAS 180 PRECIO 18

OTRAS RECOMENDACIONES DE LA ESTRELLA DEL POP

La casa de los lamentos

Esta crónica se basa en un caso real que obsesionó a la periodista Helen Garner. El de Robert Farquharson, un limpiador de cristales que el Día del Padre del 2005 en Australia se precipitó con el coche por un puente hacia un estanque con sus tres hijos. Él logró salvarse; sus hijos no. ¿Qué pasó? El parricida que nace de la venganza es retratado con maestría por una autora a quien comparan con Capote y Joan Didion.  Libros del k.o. 

La mala costumbre

Gran fenómeno anunciado esta novela de Alana S. Portero que recomendó Dua Lipa, Zahara y Pedro Almodóvar, entre otros. La mala costumbre recorre la adolescencia de una niña que intenta comprenderse y entender el mundo en el que vive, desde su infancia en una familia de clase obrera en el barrio de San Blas hasta las noches clandestinas en el centro de Madrid de los noventa como chica trans. Seix Barral

La invitada

«Bajo la superficie de este libro brilla la tensión, coquetea con el peligro y plantea preguntas sobre la clase, el privilegio, el exceso y la supervivencia», reseñó Dua Lipa sobre esta novela de Emma Cline que explora la falsedad y la mentira siguiendo los pasos de una veinteañera a la fuga en un entorno de lujo. La autora de Las chicas evidencia lo dañinos que son los sistemas de poder. Otra mirada peculiar para robustecer la rebeldía. Anagrama


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