Dentro del mercado nadie esperaba el espectacular rally del oro este año. En lo que va de ejercicio, se revaloriza alrededor de un 60%. Del panel de consenso de Bloomberg, ningún analista espera que a final de año cotice sobre los actuales 4.200 dólares la onza. La revalorización del metal dorado les ha atropellado y los primeros expertos ya están moviendo sus previsiones para el próximo año.

«Apostamos mucho por el oro y esperamos un máximo de 6.000 dólares la próxima primavera», comenta el equipo de Michael Hartnett de Bank of America. El consenso de mercado que recopila Bloomberg no recoge que la onza se mantenga sobre los 4.000 dólares en ningún trimestre de 2026.

Por su parte, HSBC actualizó sus previsiones e informó a sus clientes que los precios del metal pueden alcanzar los 5.000 dólares en 2026. «El repunte del oro probablemente se sostendrá durante el primer semestre de 2026 por los riesgos geopolíticos, la incertidumbre de la política económica y el aumento de la deuda pública», indican sus analistas. Y advierte de que aunque se frene el rally los nuevos participantes en el mercado del oro probablemente permanecerán incluso después de que el repunte amaine, no necesariamente por las ganancias de precios, sino por el papel del oro como activo diversificador y de refugio seguro.

Mientras tanto, ANZ pronosticó el jueves que el oro alcanzará un máximo cercano a los 4.600 dólares por onza en junio de 2026, seguido de un descenso gradual en el segundo semestre a medida que la Fed concluya su ciclo de flexibilización y surja claridad sobre el crecimiento económico de Estados Unidos y las políticas arancelarias comerciales.

La parte más importante de los pronósticos es que algo muy de fondo está cambiando en el oro. «Esperamos una rotación por especulación que gire de activos criptos al oro, cuando termine el fin del Gobierno federal de EEUU», apuntan desde Bank of America. «Se necesita que pase algo muy gordo para que se frene racha alcista del oro«, insisten los expertos. Son escenarios tan extremos como que los bancos centrales se pongan a liquidar sus posiciones de oro, una redución de la tensión entre EEUU y China, junto a un acercamiento de Ucrania con Rusia. Otro horizonte negativo para el oro, según los expertos, es que la burbuja de la IA provoque una repentina subida de tipos reales.

El oro está a punto de firmar su mejor semana en cinco años, en medio de las tensiones por la banca regional en EEUU, la guerra comercial con China y el cierre del Gobierno de EEUU, al que no se le ve fin a medio plazo. El metal precioso sube casi 200 dólares en la semana, aunque este viernes ha frenado las alzas, recortando un 2% y rebajando un subidón semanal que había llegado a tocar el 8% en la apertura de hoy, con un máximo histórico en los 4.380 dólares por onza.

En los últimos meses, el aumento de los riesgos geopolíticos, la ley fiscal de Trump que ha provocado una fuerte subida de la deuda pública y las amenazas a la independencia de la Reserva Federal también han impulsado la demanda de activos refugio. A eso se suman la crisis política y fiscal en Francia, el aumento de gasto público de Alemania, el frenazo de la economía china y las tensiones en Oriente Medio.

El aumento de más del 60% del oro este año también ha contado con el respaldo de las compras de los bancos centrales y las entradas de capital a los fondos cotizados en bolsa. Los operadores también están aumentando sus apuestas de recortes de tipos de interés en EEUU para finales de este año, lo que haría a los metales preciosos más atractivos.

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