Mientras la industria editorial se flagela públicamente por su supuesta obsolescencia, dos de sus máximas ejecutivas subieron al escenario del Global 50 CEO Talk para soltar verdades incómodas: los consumidores jóvenes están hartos de las pantallas y regresan masivamente al libro físico, la inteligencia artificial es mayormente humo (solo el 5% de los proyectos genera resultados reales), y los autores indie de Wattpad se han convertido en la cantera secreta de las grandes editoriales.

Núria Cabutí, CEO de Penguin Random House Grupo Editorial, y Chantal Restivo-Alessi, CEO International de HarperCollins Publishers, protagonizaron una conversación que combinó optimismo estratégico con confesiones sorprendentemente francas sobre lo que realmente funciona —y lo que no— en la industria del libro.

La primera bomba la soltó Restivo-Alessi al abordar el renacimiento del formato físico: «Los consumidores más jóvenes están muy, muy interesados en el mundo físico. Pasan todo el día haciendo scroll y es muy estresante. Cuando leen, quieren un momento de paz, y el libro físico les da eso».

Los datos respaldan esta tendencia. Cabutí reveló que la lectura por placer en España alcanzó el 65% en 2024, frente al 59% de 2012, con el mayor crecimiento concentrado en el segmento de 14 a 25 años. «Lo fascinante es que estamos hablando de gente que lee online en Wattpad pero de repente les encanta tener esto en formato físico, incluso con ediciones muy sofisticadas con bordes teñidos y cosas así», explicó.

El mercado español cerró 2024 con un crecimiento del 10%, y en lo que va de 2025 suma un 4,1%, completando doce años consecutivos de expansión. Mercados latinoamericanos como México y Colombia crecen entre 5% y 15% anual. «El 90% de los libros nuevos se venden en librerías físicas», subrayó Cabutí, desmontando la narrativa del apocalipsis digital.

IA: el emperador está desnudo (95% del tiempo)

Si había un tema en el que ambas ejecutivas podían haber optado por el discurso corporativo seguro, era la inteligencia artificial. En su lugar, eligieron la transparencia brutal.

«Tengo sentimientos encontrados con la IA», confesó Cabutí. «Estamos en modo FOMO —todo el mundo quiere estar ahí— pero el dilema es dónde aplicar la IA y qué es realmente efectivo». Luego citó un estudio del MIT publicado hace dos meses: «Solo el 5% de los proyectos de IA han generado más ingresos o reducido costos. Solo el cinco por ciento».

La CEO española fue más allá: «Es cierto que individualmente estamos progresando mucho usando IA generativa en las compañías a través de ChatGPT, pero siento que como empresa todavía hay mucho margen de mejora». En Penguin Random House Grupo Editorial, el enfoque actual es «eliminar burocracia, ser más rápidos, llegar antes al mercado», no las grandes promesas transformacionales.

«Una cosa tenemos clara», enfatizó Cabutí: «La creatividad humana no va a ser superada por la IA, al menos en el corto plazo. Por eso necesitamos más que nunca editores, porque habrá toneladas de contenido y necesitamos editores que puedan proporcionar un programa de calidad a nuestras audiencias».

Restivo-Alessi adoptó una postura más pragmática pero igualmente cautelosa: «Creo que necesitamos proteger nuestros derechos en nombre de nuestros autores. Pero también creo que necesitas crear una forma monetizable y comercial de trabajar con IA. Por eso hicimos un acuerdo. Queríamos demostrar que es posible». Su mensaje implícito: los acuerdos de licencia son inevitables, pero hay que negociarlos con cabeza, no con pánico.

La autoedición, la cantera secreta que nadie quiere admitir

La tercera revelación desmontó décadas de desdén editorial hacia la autoedición. Ambas compañías no solo reconocieron que fichan activamente autores del circuito indie, sino que lo han convertido en estrategia central.

«Para nosotros, la autoedición es realmente una fuente de contenido», declaró Cabutí sin rodeos. Citó casos como Javier Castillo, Mercedes Ron o «El Vecino de la Iglesia de Penafiel»: «Best-sellers famosos en nuestro catálogo que vinieron del mundo autopublicado. Nuestros editores estaban mirando esto y realmente encontraron la manera de atraerlos y darles un modelo de valor añadido».

El acuerdo estratégico de Penguin Random House con Wattpad fue especialmente revelador: «Cerramos un acuerdo con ellos desde muy temprano para publicar todo el contenido español transformado en libros». La plataforma funciona como un gigantesco departamento de I+D editorial gratuito donde millones de lectores votan con sus clics qué historias merecen imprimirse.

Restivo-Alessi añadió que Harlequin —la editorial romántica que HarperCollins adquirió hace 10 años como base de su expansión internacional— fue pionera en «trabajar muy estrechamente con autores» en un modelo que ahora alimenta el crecimiento en mercados digitales. «La autoedición es un área de descubrimiento, pero también un área para intentar desarrollar la edición de manera diferente», explicó.

Consolidación: estrategias opuestas, mismo objetivo

En estrategia de expansión, las dos compañías revelaron caminos divergentes. Penguin Random House Grupo Editorial, tras una década de adquisiciones intensivas, se enfoca ahora en maximizar la visibilidad de sus catálogos existentes en todos los mercados. «Ahora nuestra estrategia es tratar de lograr la mayor visibilidad posible de nuestros catálogos sólidos en todos los países donde operamos», explicó Cabutí.

HarperCollins International, por el contrario, está comprando agresivamente para añadir «capas extra de contenido y segmentos, y aumentar la escala de nuestras operaciones». Restivo-Alessi defendió las adquisiciones como «una forma realmente excelente de dar vida nueva a una gran compañía y aportar nuevas ideas, al mismo tiempo que ofrece oportunidades de salida para quienes quieren salir de su negocio».

Librerías: el efecto que los algoritmos no pueden replicar

Sobre el futuro de las librerías físicas, Restivo-Alessi fue contundente: «El problema de las recomendaciones algorítmicas es que se basan en mi historial, en mi comportamiento pasado. Pero el mayor placer en mi vida —y soy una gran lectora cuando tengo tiempo— es en realidad la serendipia de un nuevo descubrimiento. Entras a una librería por un libro y sales con tres, dos de los cuales no tenías ni idea antes de entrar. Eso no sucede realmente en digital».

Citó el caso de Barnes & Noble como ejemplo de transformación exitosa: «Pasó de intentar competir con lo online con una oferta estándar de caja, a ser en realidad un conjunto independiente de libreros que te dan servicio y consejo humano. Creo que esa es la forma en que los libreros pueden ganar».

Cabutí añadió que en España y América Latina, la ley de precio fijo ha sido fundamental para proteger la red de librerías: «El precio tiene que ser exactamente el mismo sin importar dónde se venda el libro, y esto da a nuestros libreros tradicionales una ventaja frente a lo que está pasando en otros mercados como Estados Unidos o el Reino Unido». El resultado: las librerías tradicionales mantienen el 45% de las ventas en España.

La amenaza real: no es la IA, es la censura

En uno de los pocos momentos oscuros de la conversación, Cabutí identificó lo que considera la verdadera amenaza para la industria: «La principal amenaza que tenemos ahora en la industria es la libertad de expresión. Esto es un gran desafío en muchos países, en Estados Unidos por supuesto, y Penguin Random House está siendo muy activa en diferentes frentes porque pensamos que esto no puede tolerarse».

Señaló que el problema no se limita a mercados anglófonos: «También en América Latina, en países como México y Perú, estamos teniendo muchos problemas con algunas publicaciones y tenemos muchas demandas judiciales. Esto va completamente contra la libertad de expresión, y estamos muy comprometidos y realmente no queremos que esto suceda».