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Por primera vez en la historia, cuatro expresidentes españoles se reúnen bajo un mismo titular: ‘La última llamada’. Así bautizaron Álvaro de Cózar y su equipo al documental que se estrena este 16 de octubre en Movistar+, y que promete mostrar una visión íntima de la política en el país, de la mano de sus grandes protagonistas: Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.
En esta entrevista para National Geographic, De Cózar, con una trayectoria que abarca desde el periodismo de investigación en El País hasta la creación de pódcasts seriales, comparte impresiones sobre el estreno y nos desvela las claves de un proyecto que busca «ponernos en los zapatos de un presidente justo en el momento en que suena el teléfono y ya no hay nadie más al que mirar».
National Geographic: ¿Cómo surgió la idea de ‘La última llamada’?
Álvaro de Cózar: «Estábamos buscando historias y, después de relacionarnos mucho con Kowalski Films, que impulsaron el pódcast que teníamos, ‘Hechos Reales’ , empezamos a hablar con ellos de la posibilidad de hacer alguna historia en audiovisual. La primera idea fue hacer algo sobre asesores, porque nos gusta mucho la temática de ‘The West Wing’ o ‘Borgen’: series que entran en el orden del poder. Comenzamos a visualizar una serie sobre asesores, pero finalmente lo que nos interesó fue hacer algo sobre los presidentes del gobierno. Ahí fue cuando nos pusimos manos a la obra con la idea y el concepto de ‘La última llamada’, e intentamos convencer a los presidentes.»
National Geographic: ¿Costó mucho conseguir hablar con ellos y que aceptaran participar?
Álvaro de Cózar: «No diría que fue muy complicado. Hubo cercamientos desde varias partes, pero también ayudó que fuera un producto de Movistar+. La primera persona que dijo que sí fue Mariano Rajoy, y luego los demás. Creo que les gustó el proyecto: ellos tienen la idea de que tienen que contar su historia, para que no la cuenten otros. Y ese es el resumen de cómo lo vivieron. Pero para que el espectador no se quedara solo con ese relato, hemos utilizado el recurso del narrador, que va ajustando y completando partes de la historia que podrían quedar indefinidas por el propio relato de los presidentes. Nos interesaba tener esa voz para perfilar una narrativa que fuera completa y verdadera.»
National Geographic: El documental recorre más de cuatro décadas de democracia. ¿Cómo abordaste este relato histórico sin convertirlo en una lección, sino más bien en una conversación sobre el poder y las dinámicas detrás de la figura del presidente?
Álvaro de Cózar: «En sus memorias, Obama cuenta cuando se quejó a uno sus asesores diciéndole «No me llegan más que problemas: todo es decidir sobre dilemas muy difíciles». Su asesor le respondió: «Es que los dilemas más fáciles ya los hemos resuelto nosotros». Y con esta anécdota quiero decir que la idea de ‘La última llamada’ es precisamente esa: ponernos en los zapatos de un presidente justo en el momento en que suena el teléfono y ya no hay nadie más al que mirar. Pensamos que si llevábamos al espectador ahí, podría empatizar y ver una parte más personal del poder.

En los tiempos que vivimos, es difícil empatizar con alguien que no es «de los tuyos». Por eso el documental invita a preguntarse: «¿Habría yo hecho eso en circunstancias similares».»
National Geographic: Y con respecto a esos «problemas difíciles», ¿qué te interesaba contar a ti y a tu equipo que no se hubiese contado antes sobre la política española?
Álvaro de Cózar: «Lo que buscábamos era el factor humano que influye en las decisiones, pues el poder a veces quiere que creamos que todo se debe a planes muy sofisticados, pero al bajar un poco se ve que la personalidad, la indecisión y las individualidades tienen mucho que ver. En un plano más general, nos interesaba que se viera la historia de España, la búsqueda por entrar en Europa y, con ello, en el mundo del siglo XXI.
La España de Felipe González es la que quiere modernizarse tras la transición, y su lema era que «España funcione», es decir, que funcione como el resto de países europeos, ese club al que queríamos entrar. Aznar también intenta llevar a España a otro sitio, impulsando la economía y queriendo sentarla en la mesa de los grandes con su visión muy personal. Luego, Zapatero le da un impulso en derechos y temas sociales, con la idea de plantear una cierta vanguardia. Finalmente, Mariano Rajoy se caracteriza más por una ausencia de agenda o proyecto de futuro porque tuvo que gestionar un tsunami. Algunos colaboradores opinan que se le conocerá más por lo que evitó que por lo que consiguió, y además, la política cambió para él con la tecnología y las redes sociales, viviendo un momento de cambio total.»
National Geographic: Hablemos, pues, de ese factor humano. ¿Qué te sorprendió más de cada uno de los expresidentes durante las entrevistas?
Álvaro de Cózar: «Me sorprendieron, porque uno tiene una imagen de los presidentes que se basa en los mítines, en los actos, en la televisión, pero al tenerlos cerca y compartir una charla, una conversación con luces más tenues en ese despacho que habíamos creado para la ocasión, las cosas cambian.

Por ejemplo, de Felipe González, aunque tiene grandes habilidades sociales, me sorprendió que es una persona bastante introvertida, más tímida y compleja; entrevistarle fue más difícil porque yo era pequeño cuando él estaba en el poder, y existía esa sensación de estar entrevistando a alguien icónico del siglo XX. De Aznar, sus conocidos silencios en el primer encuentro me hicieron pensar que la entrevista sería muy difícil, pero luego hubo bastante cercanía e incluso me sorprendió su sentido del humor en muchas ocasiones. Zapatero me dio la impresión, desde el primer encuentro, de ser una persona bastante humana, cercana, que mantiene un diálogo muy abierto. Y en el caso de Mariano Rajoy, me sorprendió esa cercanía de la que ya había oído hablar: es probablemente el ciudadano más normal, con el que te irías a tomar unas cervezas a charlar en un bar cualquiera de Madrid y pasarías un buen rato, siendo una persona muy buena, con mucho talento, que habla de otras cosas también.»
National Geographic: Rajoy estuvo en el poder hace menos de 10 años, pero ya forma parte de la memoria política de España. Centrándonos en el presente, y en un momento de tanta polarización, ¿qué crees que puede aportar ‘La última llamada’ al debate público de hoy?
Álvaro de Cózar: «A la memoria política, creo que aporta algunos detalles a nuestro relato histórico. Y en este sentido, un aspecto positivo es que podemos hablar con cierta distancia: de alguna forma, el tiempo todo lo cura y también lo fija. El tiempo es el mejor editor para un documental, porque establece qué puntos son más trascendentes e interesantes y cuáles han perdido importancia.
Y luego, al debate político, creo que este documental intenta aportar cierta serenidad. El mundo de hoy es vertiginoso, ansioso e incierto. Así que revisar el pasado, incluso los momentos más duros, te hace entender que puedes ver las cosas con más calma. Esa es la conversación que queríamos tener nosotros con los presidentes: simular, de algún modo, el momento en el que el presidente acaba su jornada de trabajo y nos abre la puerta para charlar relajadamente.»
National Geographic: ¿Y cómo dirías que ha evolucionado tu mirada como periodista y narrador de esta historia más reciente?
Álvaro de Cózar: «Si tengo que hacer un repaso de la evolución de mi propia mirada, supongo que, como le pasa a todo el mundo, cuando era más joven era menos comprensivo con los personajes y las historias. Si percibía una injusticia, me la tomaba personal. Sin embargo, creo que con la edad también te haces más ecuánime: tiendes mas a comprender que a juzgar.

Cuando era más joven, tenía ese pulso por descubrir cosas absolutamente exclusivas: trabaja siempre de llegar el primero. Ahora me interesa un relato más pausado, entender. Y eso es lo que quiero hacer con esta serie: que el espectador entienda por qué suceden las cosas que suceden. Algunas, de hecho, por cuestiones personales de los propios protagonistas.»
National Geographic: Así que, si tuvieras que definir ‘La última llamada’ en una sola idea, ¿sería «entender»?
Álvaro de Cózar: «Sí, entender: ponerse en los zapatos de otra persona.»
National Geographic: Es un ejercicio de democracia.
Álvaro de Cózar: «Exacto, ese es el ejercicio continuo de la democracia. Porque a los cuatro protagonistas los votaron ciudadanos como tú y como yo, y cuando lo hicieron, pusieron muchas ilusiones en ellos. Luego, quizás no estuvieron a la altura en algunas cosas. Pero se trata solamente de eso: de intentar entender, de aprender cosas, y ya está.»