Más del 60% de la población occidental presenta una deficiencia funcional de magnesio, un mineral esencial para la salud del corazón, el cerebro y los músculos, según advierte el cardiólogo Aurelio Rojas, quien ha publicado una guía científica, en Youtube, donde habla sobre cómo identificar y corregir este déficit de manera segura.

“El magnesio es un mineral silencioso, modesto y muchas veces ignorado, pero participa en más de 300 reacciones bioquímicas del cuerpo humano”, explica el doctor Rojas. Entre sus funciones destacan la regulación neuromuscular, la modulación de la presión arterial, la producción de energía celular y la síntesis del ADN y ARN, lo que lo convierte en un elemento clave para la longevidad y el bienestar general.

Un mineral esencial con fuerte respaldo científico

Diversos estudios, entre ellos el ‘Framingham Heart Study’ y metanálisis publicados en el ‘British Medical Journal’, han vinculado niveles adecuados de magnesio con una reducción del riesgo cardiovascular, mejor control glucémico en personas con diabetes y menor incidencia de depresión leve a moderada.

La deficiencia de magnesio, según Rojas, se asocia con resistencia a la insulina, síndrome metabólico, fatiga crónica y trastornos del sueño, además de contribuir a la inflamación sistémica crónica de bajo grado, uno de los principales factores del envejecimiento prematuro.

¿Por qué hay déficit de magnesio hoy?

El especialista señala que la causa principal recae en el agotamiento de los suelos agrícolas, que ha reducido hasta en un 70% el contenido mineral de los alimentos en las últimas cinco décadas. A ello se suman el consumo de ultraprocesados, alcohol, cafeína y azúcar, así como el estrés crónico y el uso frecuente de fármacos como antiácidos, diuréticos o antibióticos, que favorecen la pérdida renal de magnesio.

Síntomas y señales de alerta

Aunque las analíticas convencionales pueden mostrar niveles normales, Rojas advierte que muchas personas padecen una deficiencia intracelular subclínica. Entre los síntomas más comunes se encuentran cansancio persistente, insomnio, calambres musculares, ansiedad, palpitaciones leves y estrés mantenido.

“Los niveles en tu analítica de magnesio pueden estar totalmente normales, mientras realmente existe una deficiencia intracelular real. Y es que el magnesio de tu analítica, pues no refleja adecuadamente las reservas totales de nuestro organismo”, apunta el cardiólogo.

Cuándo y cómo suplementarse

El doctor recomienda tomar el magnesio por la noche, una hora antes de dormir, para favorecer la relajación y el descanso, aunque en deportistas o estudiantes también puede tomarse por la mañana o tras el entrenamiento.

En cuanto a los tipos de suplementos, los más eficaces y seguros son el magnesio bisglicinato y el magnesio citrato, por su alta biodisponibilidad y buena tolerancia digestiva. Otros, como el magnesio malato o el treonato, podrían ofrecer beneficios adicionales, aunque con menor respaldo científico.

Rojas desaconseja el uso de óxido de magnesio, debido a su baja absorción y posibles efectos gastrointestinales adversos.

Precauciones

Aunque es seguro en la mayoría de los casos, se recomienda precaución en personas con insuficiencia renal, en tratamiento con antibióticos del grupo de las tetraciclinas o quinolonas, o con trastornos digestivos activos.

La dosis general oscila entre 200 y 400 mg diarios de magnesio elemental, dependiendo de la forma y la marca comercial.

“Un mineral que puede cambiar cómo nos sentimos”

«El magnesio no es solo un suplemento: es una herramienta para recuperar el equilibrio físico y mental”, concluye Rojas. “En apenas una o dos semanas de tratamiento adecuado, muchas personas notan mejoras reales en su sueño, energía y estado de ánimo”.