Entre la biografía y la novela, un poco a la manera de Stefan Zweig, este libro de Isabel Barceló nos descubre una imagen distinta de una de las mujeres peor tratadas por el imaginario popular en la historia: Lucrecia Borgia.

Portada del libro Lucrecia Borgia

Portada del libro Lucrecia Borgia

LVE

Las causas de esta visión tan cruel y deformante seguro que tienen que ver, por un lado, con la familia de la que procedía, los Borja, Borgia, en la grafía italiana, que tuvo grandes enemigos en la Roma de su tiempo. Una familia de origen valenciano que llegó a acumular un grandísimo poder en la Roma convulsa de la época con la consiguiente animadversión de las más notables familias italianas hacia unos advenedizos. Su padre, Alejandro VI, sobrino de Calixto III, primer Papa valenciano, utilizó los matrimonios de sus hijos como bazas en su estrategia política convirtiendo a Lucrecia en el objetivo de maledicencias que pretendían dañar el prestigio y el poder de la familia. Y, por otro lado, persiste también bajo esta fama de mujer fría, capaz de envenenar a sus amantes o mantener relaciones incestuosas, esa misoginia que se ha desatado siempre contra las mujeres poderosas, con capacidad de gobernar y además hacerlo bien. La obra de Victor Hugo y la ópera de Donizzeti inspirada en ella han dejado un retrato tan injusto como popular de mujer egoísta y depravada. El prototipo de mujer fatal. Sobre este tema de la mujer fatal, me permito remendarles también el libro de Elisenda Julibert, Hombres fatales, publicado por la editorial Acantilado. Un ensayo lúcido y revelador sobre esta figura recurrente en la literatura y el arte occidental.

Isabel Barceló, desde el conocimiento histórico más actualizado, que incluye la consulta de los documentos que el Archivio di Stato di Módena recién publicados, nos desvela una imagen mucho más favorecedora de Lucrecia. Una mujer compleja que vive en un mundo difícil, lleno de riesgos, ventajas y obligaciones que ella asume con plena conciencia. Desde el cuidado de sus hijos al gobierno en diversas etapas del ducado de Ferrara, desempeñado con prudencia y sobresaliente capacidad estratégica. Lucrecia fue respetada por aquellos a quienes gobernaba por su entrega y sus acertadas decisiones en situaciones muy difíciles. Del relato de Isabel Barceló surge una mujer que dedica gran parte de su energía y su talento al gobierno de Ferrara de acuerdo con su marido Alfonso de Este y no al desenfreno y la conspiración. Lucrecia pasa la primera parte de su vida en Roma y la segunda como duquesa de Ferrara alejada de su padre y sus hermanos, figuras llenas de atractivo, pero también en cierto modo peligrosas al estar dispuestos a utilizarla como un peón en sus estrategias para detentar el mayor poder posible.

El relato de todos estos años que nos ofrece Isabel Barceló resulta fascinante al ir desde los detalles más pequeños, obtenidos de los inventarios recogidos en documentos de archivo: telas, joyas, libros, festejos… hasta la reconstrucción a partir de cartas de la propia Lucrecia de los motivos, las esperanzas, los afectos y las preocupaciones que debieron guiar su conducta. La angustia por sus hijos, que deben quedar al cuidado de otros, las relaciones con sus maridos y sus amantes, con las familias de estos, con otras mujeres notables de su tiempo, las alianzas políticas que busca, la protección frente a los enemigos poderosos, las razones que determinan sus elecciones personales y políticas.

El relato de todos estos años que nos ofrece Isabel Barceló resulta fascinante al ir desde los detalles más pequeños, obtenidos de los inventarios recogidos en documentos de archivo”

La lectura del libro fluye como si se tratara de un texto de ficción construido sobre un personaje complejo y atractivo con el que resulta fácil empatizar. De hecho, todo el libro parece desarrollarse entre la ficción narrativa y la historia. Una y otra confluyen en el texto.

El rigor y el peso de la documentación histórica a partir de la cual se ha elaborado no se advierte en la lectura. Aunque también resulta ser una completa lección de historia sobre una de las épocas más ricas e interesantes del pasado de Europa.

Isabel Barceló consigue realmente lo que anuncia el subtítulo de libro. Gracias a este trabajo contemplamos a Lucrecia Borgia bajo una nueva luz, una luz que surge de los documentos históricos, no de los prejuicios, ni de las leyendas. Una luz que parece hacerle justicia a una persona real, compleja, contradictoria a veces, atractiva y muy alejada del tópico injusto que ha cubierto de infamia su nombre a lo largo de varios siglos.

Ficha del libro

Lucrecia Borgia (1480-1519). Bajo una nueva luz/Isabel Barceló Chico. Sargantana, 2021