El consejero de Salud ha dado a conocer los objetivos del nuevo plan oncológico de Osakidetza. (Irekia)
Osakidetza apuesta por reducir al máximo el tiempo entre la sospecha y el inicio del tratamiento contra el cáncer, que actualmente se situaría en 30 días, e implantará además las autotomas en los cribados para el cáncer de cérvix, que permiten llevar a cabo la prueba en el domicilio.
Mejorar la supervivencia y calidad de vida de familiares y pacientes, facilitar el acceso a ensayos clínicos o aumentar la prevención y participación en los cribados son algunos de los retos que plantea el Plan Oncológico de Euskadi 2025-2030, presentado este viernes en Bilbo.
El programa, que contempla 142 acciones, recoge siete ejes de actuación, 142 acciones orientadas a 35 objetivos y su elaboración se ha prolongado durante alrededor de un año con la participación de 200 profesionales y pacientes, según ha detallado el consejero de Salud, Alberto Martínez.
Las denominadas áreas de actuación tendrán como ejes de desarrollo: personas; modelo asistencial; promoción de la salud y prevención; detección precoz; atención integral; investigación e innovación y sistemas de registro.
Pese a ser «continuista» respecto al anterior plan, entre las novedades fijadas se encuentran su orientación a «resultados» en base a 81 indicadores. Entre estos estarán los referentes a la calidad de vida de los pacientes, hasta la fecha no registrados.
En relación a los sistemas de detección precoz, y con el objetivo de que los cribados alcancen a una población mayor, Osakidetza tiene previsto impulsar las autotomas en el caso del cáncer de cérvix para que pueda ser realizadas en el hogar.
Aumento de los cribados
Además, el consejero ha recordado que Osakidetza ampliará en los próximos meses el cribado de cáncer de mama a los 48 años y ha apostado por una mayor «equidad» que permita ampliar la participación en los ensayos clínicos.
En este contexto, se ha valorado que el programa de detección del cáncer del mama tiene una adherencia superior al 80% y se ha subrayado su nivel de «proximidad» y eficiencia, que evita falsos positivos. «Nuestro objetivo es ampliar las edades progresivamente», ha avanzado Martínez.
De cara al futuro, se está «evaluando» la posible implantación de cribados en cánceres de pulmón y próstata.
También se ha apostado por empoderar a la ciudadanía y transformar los entornos para reducir la exposición a factores de riesgo y fomentar estilos de vida saludables.
En referencia al diagnóstico, el Plan diseñado plantea la reducción «al máximo» del tiempo entre la sospecha y el inicio del tratamiento, que actualmente se situaría en 30 días.
Datos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa
Según los datos aportados, el cáncer es la primera causa de mortalidad en los hombres (33,8%) y la segunda en las mujeres (22,3%), y anualmente se diagnostican más de 14.000 nuevos casos, con una tendencia «descendente» desde 2012 gracias a los cribados.
La tasa de incidencia en hombres es así de 870 casos por cada 100.000 y de 543 en lo que respecta a mujeres. En el caso de menores de 14 años representan menos del 1% de los casos detectados.
De este modo, la supervivencia a cinco años ha mejorado en la mayoría de los tumores, destacando el cáncer de mama (88%) y el de próstata (90%), aunque la mortalidad sigue siendo elevada en otros como el de pulmón y páncreas.
En Nafarroa
El Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama de Nafarroa ha realizado más de 1.262.000 exploraciones y detectado 5.575 casos en sus 35 años de historia.
El primer programa se puso en marcha el 3 de marzo de 1990, recuerda el Departamento de Salud con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que se conmemora este domingo.
En la vuelta actual prevé recuperar la mayor parte del retraso que provocó la pandemia. La vuelta nº 17 comenzó en marzo de 2024 y finalizará en abril de 2026 tras haber invitado a participar a 125.758 mujeres nacidas entre el 1 de enero de 1954 y el 31 de diciembre de 1980.
Según los datos disponibles, desde marzo de 2024 se ha invitado a 95.356 mujeres, se han realizado 70.815 exploraciones de cribado y 19 para adaptación a nueva zona de residencia. Además, se han llevado a cabo 475 revisiones intermedias.
En 2.585 casos (3,65%) ha sido necesaria la realización de exploraciones complementarias (nuevas proyecciones o ecografía) y, finalmente, 396 mujeres (0,56% de las exploradas; 15,3% de las sometidas a exploraciones complementarias) han sido remitidas a unidades hospitalarias para valoración diagnóstica y posterior tratamiento, en caso de confirmación de lesión maligna.
En el conjunto total, el 97,81% de las mamografías de cribado el resultado es negativo.
Se han detectado 245 casos de cáncer (243 en exploraciones de cribado y 2 en revisiones intermedias). En 21 de ellos todavía no se conoce su estado final.
El mayor porcentaje de cánceres se ha diagnosticado en el grupo de edad de 60 a 64 años (22,3% de todos los cánceres), seguido por los grupos de 65 a 69 años (19,64%), de 55 a 59 años (19,19%), de 45 a 49 años (17,89%) y de 50 a 54 años (14,73%).
La mayoría de los tumores (el 87%) se han diagnosticado en mujeres que habían participado en el programa. Solo el 13% de los tumores se detectaron en mujeres que acudían por primera vez, lo que demuestra la importancia de la fidelidad.
La población objetivo son las mujeres empadronadas en Nafarroa de entre 45 y 69 años. Además, siguiendo las últimas recomendaciones científicas, desde hace ya unos años también se incluyen las mujeres entre 40 y 44 años con antecedentes familiares de cáncer de mama. En esta vuelta son 288 mujeres.