Un homenaje a la amistad, la lectura y la resistencia en tiempos oscuros, a través de los libros de László Krasznahorkai, Kafka y las voces literarias que iluminan la dignidad de los humillados
Me ha producido una profunda alegría que el escritor húngaro László Krasznahorkai haya ganado el Premio Nóbel de literatura 2025. Hace ya algunos años que llevo aproximándome a su obra literaria con paciencia y placer. Es una lectura exigente, como a menudo se insiste dada su tendencia a frases larguísimas, esculpidas con precisión de orfebre. Esta atención exigida por su modo de escritura suelo tomármela como un ejercicio de (melancolía de la) resistencia que nos hace el escritor a sus lectores. Y es que logra convertir sus libros en un espacio opaco a la aceleración y rapidez con la que el capitalismo ha modelado nuestras vidas.
La colaboración de László Krasznahorkai con el cineasta también húngaro, Béla Tarr, quien ha basado alguna de sus producciones cinematográficas en los guiones del escritor, ofrece a los lectores de su obra poderosas imágenes con las que visualizar la atmósfera propicia para sus narraciones: blanco y negro, ritmos pausados, paisajes desolados.
De tal forma que la complicidad exigida por su obra convierte a László Krasznahorkai en un viejo amigo, al que agradeces el don recibido de una poesía necesaria para transitar el paisaje brumoso y embarrado que queda tras el fin de la esperanza. Pues de esto va su literatura. Experimentando este enriquecimiento de nuestras vidas, sus lectores comprendemos perfectamente las palabras con las que recibió la concesión del Nóbel de Literatura:
“Y deseo para todos que recuperen la capacidad de usar su fantasía, porque sin fantasía es una vida absolutamente diferente. Leer libros y disfrutar, y ser rico gracias a la lectura, que nos da más fuerza para sobrevivir este tiempo tan difícil en la Tierra”.
Ciertamente es maravillosa esa relación entre libros y amistad. Mi amigo José Ibarra, con quien ya en nuestra lejana infancia en la calle Canigó de Cartagena forjamos una amistad basada en libros y música, organiza un club de lectura en su sindicato, Comisiones Obreras (CCOO), en el que propone explorar la literatura relacionada con el mundo del trabajo. La propuesta es tentadora.
Ojeo el primer libro que Ibarra propone de lectura: Yeguas Exhaustas de Bibiana Collado (2022). Trata de mujeres extenuadas por el trabajo. Es una vieja historia que, otra amiga y colega, la socióloga Elena Gadea, presenta en el XI Congreso de Migraciones que celebramos en Murcia la semana pasada. Gadea relata con detalle sociológico el sufrimiento padecido por las mujeres de la Vega del Segura en los almacenes de manipulado de fruta. Una historia de daños corporales y de automedicación. Yeguas exhaustas.
Los libros, los amigos. Desde hace años un vermú nos convoca cada viernes a Paco Jarauta, Alejandro García y Héctor Romero. Se habla mucho de libros ahí, con complicidad fraternal.
Jarauta recientemente nos traía al vermú de los viernes un libro colectivo que ha coordinado: El Siglo de Kafka (2025), espléndidamente editado por la Residencia de Estudiantes de Madrid. El primer texto del volumen es de Massimo Cacciari y su lectura me resulta muy sugerente. Los micropoderes en los que se desenvuelve la vida moderna. Nadie como Kafka ha dibujado una geografía de personajes que viven “en el umbral”, a la espera de ser atendidos o recibidos por un poder del que dependen, pues así es la jaula burocrática que nos envuelve como el duro caparazón de un coleóptero.
Kafka, como László Krasznahorkai, retrata el estado de ánimo de los humillados. En El Proceso refleja una experiencia propia de la modernidad, la de aquellos que son señalados como sospechosos y acusados sin haber hecho nada, y vuelvo a acordarme de la gente inmigrante tantas veces criminalizada sin fundamento, pues, pongamos como ejemplo, de qué se acusa exactamente a los menores migrantes que sufren el traslado del Centro de Menores de Santa Cruz, y su segregación en otro lugar, solamente porque el Gobierno de López Miras tiene que aprobar unos Presupuestos bendecidos por una ultraderecha disparatada.
Y al mismo vermú, junto con el libro de Jarauta sobre Kafka, Alejandro García nos trae su más reciente creación: Allá abajo en el confín. Historias Australes (La Fea Burguesía, 2025). Alejandro es un historiador que ha hecho su libro más literario. Diría que es literatura. Bajo los paisajes más sublimes del planeta, allá en el austro chileno y argentino, nos contará con maestría Alejandro, reposa el cieno de la violencia originaria que conllevó la modernización económica: la usurpación de tierra a los mapuches, el genocidio de los indígenas selknam, la represión de la huelga mediante masacres y ejecuciones de los trabajadores rurales de la Patagonia en los años 20.
Vivimos un tiempo histórico intolerable. Ante el auditorio del mencionado XI Congreso de Migraciones en Murcia, la politóloga Irasema Coronado disertará sobre las implicaciones de la política de guerra contra la inmigración de Donald Trump. Toda la tragedia de una frontera armada y fortificada con intolerancia fascista se concreta en vidas truncadas y cuerpos dañados. Y pienso que una vida más tolerable, en este tiempo oscuro, se compone de libros y amigos para la resistencia. Sin melancolía.