Un gran partido ante uno de los grandes. Anaitasuna ha logrado sorprender este domingo 19 de octubre al poderoso  UBU San Pablo Burgos, uno de los grandes candidatos al ascenso esta temporada a la Liga Asobal, en un encuentro en el que el equipo navarro ha sabido quitarse los nervios iniciales para desplegar un buen y completo en todas sus líneas para llevarse los puntos. Un triunfo que, después de tres derrotas consecutivas y con una plantilla lastrada por las lesiones, debe volver a dar confianza a los de Nacho Moyano en próximos enfrentamientos en la División de Honor Plata masculina. 

El duelo, de inicio, arrancaba embrollado, tosco, con los árbitros superados en las acciones que se desarrollaban en pista. «Es roja, es roja». Nacho Moyano trataba en vano un mayor castigo a la durísima acción sobre Aguilera de un Rodrigues que, en el primer minuto, ya ha sido excluido. Pero ese clima de polémica, de protesta continua en la grada, ha favorecido al equipo burgalés, con un Forns muy acertado en portería, y un ataque que ha sabido atacar a la defensa abierta planteada por los de Moyano.

Sin embargo, poco a poco, el equipo navarro ha sabido adaptarse a las circunstancias, ponerse el mono de trabajo y ha asentado su juego ofensivo, mejorando, encontrando huecos y buenas finalizaciones. Pero, por contra, su defensa no lograba frenar los ‘zarpazos’ de la primera línea visitante y los locales seguían obligados remar contracorriente (8-10, m.16).

La salida a pista de Ander Martín, con dos paradas en sus primeras acciones, ha servido de acicate a Anaitasuna, cada vez más consciente de que el partido le pedía bregar, pelear por cada balón y subir su solidez defensiva.

Etxarte, así, ha puesto un 10-11 en el minuto 20 en un duelo convertido ya en un toma y daca constante, en el que el Burgos -con más problemas para superar a la intensa defensa 6-0 navarra- se aferraba a los lanzamientos lejanos para no perder el dominio del electrónico. Un marcador que Anaitasuna ha tenido un par de ocasiones de igualar por primera vez desde el 1-1 pero sin acierto. 

Ha sido de nuevo Etxarte, a la tercera, quien ha colocado el 15-15 (m.26) en el correcalles en el que se ha convertido el duelo en ese tramo final de la primera mitad. Descanso al que Anaitasuna ha logrado irse con ventaja merced a las recuperaciones defensivas y al acierto de Elola en un ‘uno contra uno’ y un contragolpe de un efectivo Istúriz (18-16).

El panorama no ha cambiado en el arranque de la segunda mitad. Dos equipos duros en defensa,  jugando rápido al ataque y aprovechando sus oportunidades para anotar o bien, como le ha ocurrido a Anaitasuna, provocar 7 metros que Silva ha ido convirtiendo con solvencia.

Dos robos en defensa han permitido a Anaitasuna abrir un poco más la brecha de la que disfrutaba en el marcador tras dos contras de Beraza e Istúriz (24-21).

Una situación que no ha gustado nada al técnico burgalés Jorge Berzosa, que ha parado el partido para arengar a los suyos y tratar de revertir el panorama que se estaba viviendo en la pista.

Pero la peor noticia para los de Nacho Moyano ha sido el ‘despertar’ en portería de Dani Santamaría. El ex de Anaitasuna la pasada campaña ha comenzado a detener lanzamientos de los navarros mientras el duelo seguía en el aire, totalmente abierto. Etxarte seguía pletórico en ataque, bien apoyado por Elizondo y Elola, y a ellos se sumaron a la fiesta los jóvenes extremos Nuin y, sobre todo, Istúriz, juvenil. Éste, en una acción de pillería, ponía el 31-26 con el que se entraba a los últimos 13 minutos de partido.

El duelo lo tenía todo. Emoción, intensidad, acciones de calidad, mucha pelea defensiva…, hasta una estirada en ‘palomita’ de Etxarte para salvar a una mano el balón que Santamaría había enviado desde el otro área y que se dirigía encaminado a portería vacía. 

La mejor versión que necesitaba Anaitasuna para doblegar a un conjunto ‘Asobal’, tal como lo había definido en la víspera Moyano, se estaba dando y el 33-28 lo reflejaba en el marcador. A menos de 8 minutos para el final era el momento de tener la cabeza fría y saber gestionar esa ventaja. Sin embargo, de nuevo el arbitraje ha cobrado protagonismo. Kisselev -baluarte en el centro defensivo navarro- veía su tercera exclusión a falta de poco más de 8 minutos. Un  problema que Alin, deteniendo su segundo 7 metros consecutivo esta vez con la cara– y una nueva ‘parada’ en un repliegue defensivo con portería vacía -esta vez de Etxarte-, paliaba relativamente manteniendo la renta en 6 goles para los locales. 

Pero Burgos no es candidato a subir por casualidad. Ha seguido apretando y, favorecido por las paradas de Forns a su regreso a la portería, ha colocado un 34-31 a falta de 4 minutos. Momento que Moyano ha decidido parar el duelo. 

El técnico madrileño ha llamado a los suyos para motivarlos, solucionar algunos detalles en el juego y darles confianza en un decisivo, e incierto, tramo final en el que el Burgos ha apostado por abrir su defensa a una presionante 5-1 con el avanzado sobre Elola. 

El tiempo corría a favor de los navarros y Alin, con dos nuevas paradas, daba aire a un conjunto presionado pero que tenía todo por ganar.- Y, olvidándose del golaverage particular, ha logrado sellar lo importante: un triunfo ante uno de los grandes de la liga que le devuelve a la senda de la victoria después de tres derrotas consecutivas.

 Anaitasuna- UBU San Pablo Burgos, 35-33
​Anaitasuna
(18 + 17): Alin, Malivojevic, Nuin, Adrián, Etxarte, Aguilera y Elizondo -inicial-; Ander , Istúriz,  Fernández, Elola, Beraza, Itoiz, Silva y Elustondo. 
UBU San Pablo Burgos (16 +17): Forns, Morais, Espinosa, Fernández,  Rodrigues, Sánchez y Pedroarena-inicial-; Santamaría, Bellahcene, Gómez, Moreira, García, González, Casanova, Malo y Estébanez. 
Árbitros: Álvaro López Novoa y Roberto Argiz Varela. Excluyeron por parte local a Adrián, Elustondo (2), Kisselev (3, roja en el minuto 57) y Elizondo; por la visitante, a Rodrigues, Espinosa, Malo (2) y Bellahcene.
Parciales:
1-4, 2-4, 6-9,  9-11, 12-14 y 18-16; 21-19, 24-21, 29-25, 33-28, 34-30 y 35-33. 
Incidencias:  encuentro de la sexta jornada de la División de Honor Plata masculina, celebrado en el pabellón Anaitasuna de Pamplona con 778 espectadores. Antes del inicio se ha guardado un minuto de silencio por el fallecimiento del suegro de Luis Oyarzun, delegado del equipo verdiblanco.