Mientras que en otros países están adoptando nuevos límites de velocidad para aumentarlos con respecto a los actuales, como sucede en República Checa, Italia, Alemania o Austria, en España se sigue apostando por reforzar la seguridad vial adoptando una postura contraria, y a pesar de las demandas de parte de los conductores de hacer crecer el límite hasta los 140 km/h en autopistas, la Dirección General de Tráfico (DGT) no contempla esta posibilidad y adopta por reducir la velocidad máxima permitida en autopistas y autovías.

Lo que comenzó siendo una medida puntual en determinados puntos de la red de carreteras española, finalmente se ha extendido a otras muchas localizaciones, siendo cada vez más los tramos en los que el límite original de 120 km/h ha pasado a reducirse a 100 km/h, en una medida que sigue las recomendaciones de la ONU a través de su informe Medidas recomendadas para mejorar la seguridad de la infraestructura vial, en el que proponía fijar esta velocidad máxima en autovías al considerarla una de las medidas más efectivas para reducir la siniestralidad.

Uno de los numerosos ejemplos de tramos de carreteras españolas que han visto reducida su velocidad máxima de circulación está en la AP-7, en Cataluña, donde se han puesto en marcha límites de velocidad dinámicos. En este caso, aprovechando las ventajas de la inteligencia artificial, la autopista es capaz de modificar la velocidad máxima en tiempo real, variando la misma en función del tráfico, el estado de la vía o la meteorología.

En Guipúzcoa se han anunciado seis nuevos tramos de la AP-8 que pasarán a ser limitados a 100 km/h para mejorar la seguridad vial, mientras que en Galicia la AG-55 ha visto reducida permanentemente la velocidad en varios tramos, sobre todo en zonas con pendientes o con radares de tramo.

Estas son solo algunas de las muchas carreteras españolas que están implementando esta medida, por lo que no sería de extrañar que, dentro de algún tiempo, los 100 km/h se conviertan en el nuevo estándar de velocidad máxima en España.

¿Son los límites de velocidad dinámicos el futuro?

Los límites de velocidad dinámicos son aquellos que varían en la velocidad máxima permitida en función de los diferentes factores que afectan a las condiciones del tráfico de la vía, con la ventaja de adaptarse en tiempo real a la situación. Su objetivo es el de mejorar la seguridad vial, reduciendo el riesgo de accidente en horas punta, con tráfico denso, si hubo alguna avería o hay mal tiempo.

En España se está probando en la AP-7, y no solo con el fin de reducir la siniestralidad vial, sino que también ayuda a disminuir el impacto ambiental al reducir el consumo de combustible, lo que, al mismo tiempo, reduce las emisiones de CO₂ y otros contaminantes. Igualmente, ayuda a mejorar la fluidez del tráfico y a evitar los atascos.

Todo apunta a que se trata de la tecnología del futuro, pero más allá de las dudas que puede generar una inteligencia artificial cuya precisión es clave para que sea segura, un gran desafío es su financiación, puesto que los costes de implementación y mantenimiento son elevados.

A pesar de que en España su implementación es algo relativamente nuevo, no es así en otros países de Europa en los que ya se ha probado con éxito, como en Alemania y Francia, donde se ha demostrado que es eficaz para reducir la siniestralidad en tramos de carretera en las que las condiciones cambian con frecuencia.