No hay manera. El Celta continúa sin ganar en liga tras nueve partidos disputados. Esta lluviosa tarde de domingo parecía que Balaídos iba a celebrar la tan ansiada victoria, pero un gol de la Real Sociedad -que llegaba a Vigo de colista- en el 89 aguó la fiesta (1-1). Al filo del descanso, cuando los celestes ya iban ganando con un tanto de Pablo Durán endulzado con una buena dosis de fútbol colectivo, Starfelt -hoy capitán- vio la segunda tarjeta amarilla tras un empujón a Yangel Herrera. Desde entonces, los de Giráldez le cedieron el cuero a los ‘txuri-urdines’ en un ejercicio de resistencia que se resquebrajó en el último suspiro con un testarazo de Carlos Soler.
Claudio Giráldez confió desde el inicio en ataque en un Pablo Durán que un año atrás le había endosado dos tantos a la Real Sociedad en Balaídos. Y acertó. El porriñés rubricó el tanto local en el minuto 20 tras una jugada de combinación exquisita de los celestes entre Jutglà, Borja Iglesias y Mingueza que acabó rematando el ariete dentro del área cruzando el disparo ante Remiro -en lo que supuso el único disparo local a puerta en el choque-. Con todo, fueron los donostiarras quienes golpearon primero, aunque sin éxito: ya en el 7, Oyarzabal pudo mover el electrónico de haber conectado correctamente un testarazo posterior a un centro milimetrado de Sergio Gómez desde la banda izquierda. El delantero de la selección gozó de otra ocasión clara con la cabeza, sin éxito.
Los vigueses, aunque sin oportunidades manifiestas, supieron controlar bien el duelo tras la diana de Durán. Se plantaron correctamente en defensa para frenar las ansias del farolillo rojo y se libraron de un empate que rozó Yangel Herrera en el 40 a la salida de un córner. El guion del encuentro marchaba correctamente, pero una acción inexplicable de Starfelt al borde del tiempo de refresco lo rompió por completo. A la espera de un saque de esquina, el sueco, que ya había visto cartulina amarilla por una fuerte entrada a Oyarzabal, empujó a Herrera a un metro del colegiado y sin el balón en juego. Segunda y a la calle. El venezolano lo había provocado instantes antes abalanzándose de forma violenta contra él y el nórdico, que hoy ejercía de capitán, cayó en su trampa.
Para afrontar la segunda mitad, Claudio dio entrada a Carlos Domínguez por Hugo Sotelo y el equipo se echó atrás. Cuando todavía había aficionados buscando su sitio de nuevo tras la reanudación, gol de la Real Sociedad. Una combinación de fallos calamitosos con un despeje defectuoso de Mingueza y un pase atrás de Moriba acabaron a la postre en las botas de Oyarzabal, que empujó la pelota hacia las mallas. Con todo, el 10 visitante estaba en fuera de juego -muy ajustado-, determinado por la sala VOR. Respiraba la parroquia celeste, que veía a los suyos atrincherados rezando únicamente por que volase el cronómetro ante las embestidas vascas, que fue frenando un Radu de sobresaliente hoy. El rumano despejó primero un intento de Barrenetxea y, poco después, firmó una doble intervención salvadora ante las amenazas de Karrikaburu y Oyarzábal.
Sin embargo, contra todo pronóstico, Jones El-Abdellaoui tuvo la sentencia en el minuto 84. Lo buscó Moriba en profundidad y el noruego enfiló la portería rival con su característica velocidad, se plantó delante de Remiro y, de tanto que quiso ajustarla, la envió a las vallas publicitarias. Se cumplió entonces la máxima del fútbol, quien perdona lo paga: en el minuto 89, Carlos Soler conectó de cabeza en el área un balón enviado por Gonçalo Guedes colocando, así, las tablas.
Los de Sergio Francisco procuraron incluso llevarse los tres puntos ante una escuadra viguesa ya naufragada en medio del diluvio en Balaídos, pero no le dio tiempo a más.
Con este empate con sabor a derrota, el Celta continúa siendo el único equipo de primera división sin ganar ni un solo duelo: dormirá, a pesar de ello, fuera de los puestos de descenso, en la casilla 17, con 7 puntos. El jueves recibirá al Niza en casa en el tercer partido de Europa League y visitará a domicilio al Osasuna el próximo domingo en el torneo doméstico.