A Illa se convirtió ayer en una aula abierta de arquitectura contemporánea gallega. Con motivo del Día Mundial de la Arquitectura, la delegación de Pontevedra del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) organizó una jornada especial dedicada a la figura de Manuel Gallego Jorreto, autor de algunos de los edificios más emblemáticos del municipio. Cerca de un centenar de personas, entre profesionales y público en general, participaron en el recorrido guiado por su hijo, el arquitecto Pablo Gallego, en colaboración con el propio Concello representado por su alcalde Luis Arosa.

La iniciativa, bajo el lema «Arquitectura que coida», reivindica una manera de proyectar el foco en las personas, el patrimonio y el entorno. El presidente del COAG Pontevedra, Anselmo Villanueva, fue el encargado de abrir la jornada con la lectura del manifiesto del Día Mundial, destacando que «la buena arquitectura está hecha de lugares, de personas y de memoria».

En su intervención, Villanueva subrayó que la «arquitectura que cuida» es aquella que protege el patrimonio, fomenta la cohesión social y promueve la sostenibilidad frente a los desafíos actuales, desde la crisis climática al cambio demográfico. También tuvo palabras de agradecimiento para el alcalde Luis Arosa por «su implicación en un modelo urbano que convierte la arquitectura en herramienta de cuidado y futuro».

Luis Arosa ejerció de anfitrión hasta en su propio despacho. |  I. A.

Luis Arosa ejerció de anfitrión hasta en su propio despacho. | I. A.

La jornada comenzó a las 17.00 horas en el edificio del propio Concello, punto de partida de una ruta guiada que incluyó el Auditorio, el Centro de Interpretación de la Conserva y las Casas Modernistas rehabilitadas. Durante la visita Pablo Gallego explicó las claves de la obra de su padre, marcada por la integración con el entorno y la sobriedad constructiva. En el Concello destacó «como el edificio dialoga con el paisaje urbano y marítimo sin imponerse sobre él, creando un espacio público que dignifica la vida común».

También hubo parada en el Auditorio, lugar que se puso como ejemplo de arquitectura funcional y coherente con la identidad de A Illa. Ya en el Centro de Interpretación da Conserva, los visitantes pudieron comprobar como la rehabilitación respetuosa permitió recuperar la memoria industrial de la primera fábrica de conservas de Galicia, hoy transformada en museo vivo de la tradición marinera.

El paso por las Casas Modernistas y su transformación en sede de biblioteca, centro de mayores y espacio cultural, cerraron un itinerario que fue también un viaje por la arquitectura pública gallega más contemporánea.

La arquitectura que pone en valor el territorio tiene en A Illa un modelo a seguir.

La arquitectura que pone en valor el territorio tiene en A Illa un modelo a seguir. / Iñaki Abella

El alcalde Luis Arosa agradeció la elección de A Illa como escenario de esta conmemoración y resaltó que las obras de Gallego Jorreto y su arquitectura que nunca envejece, sino que se adapta.

Por su parte, Anselmo Villanueva expresó su satisfacción por la alta participación: «Ha sido un lujo disfrutar de esta visita y comprobar que la arquitectura de Manuel Gallego sigue inspirando a profesionales y vecinos por igual. Su trabajo nos recuerda que cuidar también es cuidar del patrimonio, de las relaciones humanas y de la identidad de los lugares».

Tras tres horas de ruta guiada, la jornada llegó a su conclusión con muy buenas sensaciones y la reafirmación el valor de una arquitectura útil, inclusiva y sostenible que hace de la belleza una forma de servicio público.

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