Madrid

A primera hora de la mañana de este domingo se ha producido un robo en tan solo siete minutos en el Museo Louvre de París. Según información del diario francés Le Parisien, los cuatro autores iban enmascarados y vestidos de obreros. Estos accedieron a través de un montacargas a la Galería Apolo, donde se guardan numerosas joyas y han robado ocho piezas de la colección de joyas de Napoleón y la emperatriz Eugenia. Este suceso se produce en un clima de inestabilidad política en Francia, por lo que las reacciones de algunos políticos no se han hecho esperar demasiado.

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Sin embargo, Emmanuel Macron, presidente de la República, no se ha pronunciado al respecto. En su nombre, el Palacio del Elíseo ha apuntado que este estaba «informado de la situación en tiempo real» y, al inicio de la tarde, la ministra de Cultura Rachida Dati ha compartido en X que reconocía el «compromiso ejemplar de los agentes movilizados tras el robo» y que, tanto ella, como Macron transmitían su «sincero agradecimiento».

Marine Le Pen, líder de la Agrupación Nacional (Rassemblement National en francés) también ha reaccionado. «Este robo en el Louvre es una nueva prueba para nuestro país. Cualquier ataque a nuestro patrimonio nacional es una herida en el alma francesa», escribía en la red social X. «La responsabilidad nos exige reconocer que nuestros museos y edificios históricos no están protegidos a la altura de las amenazas que pesan sobre ellos. Debemos reaccionar», concluía.

El presidente de dicho partido fundado por Le Pen, Jordan Bardella, ha cargado también contra el Estado en X. «Es una humillación insoportable para nuestro país. ¿Hasta dónde llegará la desintegración del Estado?», sentenciaba Bardella.

François Hollande, expresidente de la República y diputado del Partido Socialista de Corrèze, se ha pronunciado en la cadena francesa BFMTV, donde ha afirmado que este incidente es «un atentado» contra el patrimonio de Francia. Hollande, además, ha apuntado que no descarta ninguna hipótesis sobre el origen de los autores y que estos pudieran haber tenido como objetivo «desestabilizar el país».

El ministro del Interior, Laurent Núñez, ha escrito en su perfil de X que «se está haciendo todo lo posible para detener a los autores de este acto inaceptable». «Atacar el Louvre es atentar contra nuestra historia y nuestro patrimonio», afirmaba. «Todo mi apoyo al personal del museo y a nuestros policías que están trabajando», concluía el ministro.

Laurent Wauquiez, presidente de los diputados de la derecha republicana (Les Républicains), ha lamentado que «Francia ha sido robada». «Debemos proteger lo más preciado para nosotros: nuestra historia», afirmaba.

Éric Ciotti, líder de la Unión de la Derecha por la República (L’Union des Droites pour la République) ha cargado contra el gobierno francés: «El gobierno, símbolo supremo de su colapso, ha permitido el robo de las Joyas de la Corona. Cuando el Estado ya no garantiza la seguridad de sus tesoros, toda la nación está amenazada».