Se abrochaba la temporada con la vuelta a los orígenes: se anunciaba el festival más antiguo, el de Chinchón, La bandera de España adornaba las balconadas, las barreras, la boca de riego y las bandas de las majas del coche de caballos. … Hasta una corona con las flores rojas y gualdas en recuerdo de David, el hombre que amó y defendió el campo hasta el final de sus días. Su padre agradeció a los toreros -por actuar desinteresadamente-, al alcalde y a los aficionados su colaboración. Un «¡viva!» al sector primario precedió a un emotivo minuto de silencio antes de que los toreros, por encima de sus reses -tan carentes de emoción y poder en conjunto-, acariciaran el toreo

El empaque de Uceda Leal

El empaque de Uceda Leal

Y a las cinco y veinte apareció el altote primero, tan mermado de poder y a la defensiva. Con una asolerada sutileza lo toreó Uceda Leal desde las verónicas al ralentí, con una media señorial. Por el lado de la oreja rasgada, la izquierda, se centró en naturales muy toreros pese a la condición del de Macandro. Pinchó antes de la estocada, que necesitó de un golpe de verduguillo. Saludos.

El capote de Urdiales

El capote de Urdiales

Impecable el atuendo de Diego Urdiales, con los zahones y la chaquetilla tabaco de terciopelo. Ahondó a la verónica el riojano, con el pecho por delante, con el tiempo suspendido mientras aprovechaba la buena condición del novillo, que brindó al cielo y a los tendidos. Dos doblones rodilla en tierra abrieron la faena, seguida con la verticalidad en redondo de su derecha. En un palmo de terreno. Pulseó con naturalidad con la zurda y regresó a la mano de la cuchara, acompañando la notable embestida del zalduendo, que se rajó en los ayudados últimos. El metisaca en los bajos aminoró la pañolada, pero cayó la primera oreja por su torería.

Juan Ortega

Juan Ortega

Lástima que el bonito tercero de La Purísima, al que Juan Ortega saludó con un farol de rodillas, se lastimase una mano y tuviera que ser devuelto. De José Vázquez era el remiendo, con el que de nuevo se postró de hinojos para detener hasta el aire con la brisa de su verónica. Una delicia. Brindó al público y tuvo que recurrir a la media altura y a la suavidad extrema para sostener al blandito astado, al que en la cuesta arriba le costaba aún más. Una serie diestra, con un torero broche rodilla en tierra, subió la intensidad. Muy por encima el trianero, recreando caricias que apenas podían tener continuidad por la condición del animal. Se desplomó el acero, pero no impidió que paseara una oreja.

  • Plaza de toros de Chinchón.
    Domingo, 18 de octubre de 2025. Lleno. Novillos de Macandro, Zalduendo, La Purísima, Algarra y José Vázquez.
  • Uceda Leal,
    pinchazo y estocada y descabello (saludos).
  • Diego Urdiales,
    metisaca en los bajos y estocada (oreja).
  • Juan Ortega,
    estocada baja delantera (oreja).
  • Pablo Aguado,
    estocada y dos descabellos (oreja).
  • Aitor Fernández,
    estocada corta trasera y varios descabellos (ovación tras aviso).
  • Álvaro Chinchón,
    tres pinchazos y estocada

La belleza se adueñó del irregular ruedo desde que desplegó su capote Aguado rodilla en tierra. Y no fueron solo las verónicas: ojo al quite, acompañando y toreando. Alzando monumentos al tiempo sin tiempo. Cuando vio que de hinojos el animal claudicaba, tomó la senda vertical. Puro temple, con asentado aroma, poniendo más que el de Algarra. Acarició el viaje zurdo antes de una estocada que precisó del verduguillo. Oreja.

Pablo Aguado

Pablo Aguado

Dos horas después del paseíllo, tocaba el turno de los de la tierra con los de José Vázquez. Emotividad cuando Aitor Fernández dejó el sombrero junto a la corona en memoria de David. Y cariño del público con las ganas de agradar del chaval frente a tan rebrincado y geniudo animal, que no se lo puso fácil y exigía otro veterano dominio. El descabello enfrió la opción de oreja.

Álvaro de Chinchón, con la noche encima

Álvaro de Chinchón, con la noche encima

Con la anochecida, salía de los toriles de la Casa Ayuntamiento el sexto, que en realidad era séptimo por el tercero bis. Dispuesto y con soltura Álvaro de Chinchón con el capote. Brindó al cielo y a sus paisanos su centrada y jaleada labor con un animal de mejor lado zurdo. Pero pichó