El austriaco Dominic Thiem, campeón del US Open 2020 y dos veces finalista de Roland Garros, ha hecho una dura reflexión sobre los desafíos financieros que enfrentan los jóvenes tenistas al inicio de su carrera profesional. En una entrevista con Jot Down Sport, el extenista, quien recientemente se retiró, reveló las enormes dificultades económicas que implica llegar a la élite del tenis.

«El tenis es muy caro. De los 13 a los 18 años, hay que gastar entre 80.000 y 100.000 euros al año. Así que estamos hablando de casi un millón en total, una cantidad increíble que casi nadie puede permitirse», afirmó. El exnúmero 3 del mundo también destacó que, a pesar de los gastos, los jóvenes tenistas viajan por el mundo como profesionales, pero sin recibir los beneficios financieros correspondientes. 

«Tenemos un jugador de 17 años que juega en el US Open Juniors y es muy bueno, pero cuando tienes 15 o 16 años y empiezas a jugar en el Grand Slam Juniors, viajas casi como un profesional: de 30 a 35 semanas al año. Y no hay premios en metálico, así que simplemente gastas. Definitivamente necesitas apoyo», afirmó Thiem, quien ahora se dedica a la formación de jóvenes talentos.

El exfinalista del Abierto de Australia también habló sobre la importancia de contar con un buen asesor financiero. En su caso, Thiem expresó que tuvo la suerte de contar con un profesional desde los 18 años. «Cuando empecé a ascender en el ranking y a ganar dinero, no me importaba cómo funcionaba el dinero ni qué hacer con él. Solo quería tener seguridad financiera al final de mi carrera», recordó. «Tuve mucha suerte de contar con un gran asesor financiero desde los 18 o 19 años, en quien confié desde el primer día. Se encargó de todo y me lo explicó a medida que me interesaba más».

Además, Thiem compartió su experiencia al enfrentar a Rafael Nadal en Roland Garros, describiendo cómo el poderío de Nadal en París es casi aplastante. «Si eres el rival de Rafa en la final de París, no te lo ponen fácil. El locutor empieza a anunciar sus títulos: 2005, 2006, 2007… y el público enloquece. Estás sentado ahí, escuchando, y ya sientes que has perdido el partido», comentó, señalando esa experiencia como una de las peores de su carrera.

«El consejo número uno fue: mantenerse ocupado. Eso fue exactamente lo que hice. Mi último partido fue el martes, y el miércoles ya tenía mi primera cita fuera del campo. Mantenerme ocupado me salvó», concluyó.