El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto en la pacificación de Gaza muchas de sus esperanzas: para quitarse de encima un problema que le distrae de otras cosas, para preservar sus negocios en Oriente Medio, para hacer méritos para ese Nobel de la Paz que anhela… Así que ha prometido arremangarse y poner firme a quien sea necesario para que el alto el fuego se cumpla.
Esta madrugada, y ante las reiteradas violaciones del acuerdo denunciadas tanto por Hamás como por Israel, el republicano ha confirmado que el armisticio sigue vigente. En declaraciones a la prensa a bordo del Air Force One de camino a Washington, ha exculpado incluso al liderazgo de Hamás de los enfrentamientos sucedidos en la Franja y que fueron respondidos por Israel con una serie de bombardeos.
«Ha habido algunos disparos y creemos que tal vez los líderes (de Hamás) no están involucrados en eso. Son algunos rebeldes de dentro. De cualquier manera, lo vamos a manejar con dureza, pero adecuadamente», dijo, literalmente, en un gesto que contraría a su amigo Benjamin Netanyahu.
El mandatario respondió además afirmativamente cuando un periodista le preguntó si el alto el fuego «sigue vigente».
Una semana después de la entrada en vigor del alto el fuego impulsado por la Administración de Trump, Israel bombardeó varios puntos de la Franja de Gaza y mató a decenas de personas, como respuesta a lo que interpretó como una «violación» del acuerdo por parte de Hamás. Tras esos operativos «terroristas», el Ejército israelí afirmó haber «reanudado la aplicación del alto el fuego».
Los bombardeos se registraron este domingo, después de unos enfrentamientos en la mañana en la zona de Rafah, sur de Gaza y controlada por el Ejército israelí, que dejaron dos militares israelíes muertos. Dichos choques se produjeron supuestamente entre una unidad de la Policía del Gobierno de Gaza, dependiente de Hamás, y las tropas israelíes, pero tanto Hamás como su brazo armado se desvincularon de ellos en sendos comunicados. Hoy hay grupos armados, avalados por Israel, con los que el Movimiento de Resistencia Islámica está chocando, con tanta gravedad que hay miedo a una guerra civil en el interior de Gaza.
Durante la semana, la Fuerza Radea, una unidad de la policía del Gobierno de Hamás en Gaza dependiente de su Ministerio de Interior, ha llevado a cabo persecuciones y ejecuciones contra distintas milicias y clanes a los que acusa de colaborar con Israel.
El defensor de derechos humanos y exportavoz de la UNRWA, Chris Gunness, destacó esta noche en Al Jazeera la dificultad de recuperar los cuerpos de los cautivos asesinados en Gaza, que es una de las violaciones que denuncia Israel. Subraya que los palestinos tienen poco poder para detener la reanudación del genocidio, además. «En este sentido, el acuerdo estaba destinado al fracaso, ¿no? Debido a la cantidad de cadáveres bajo los escombros y a la gran confusión generada tras dos años de genocidio, iba a ser muy difícil entregar los cuerpos de los cautivos», declaró Gunness. “Así que Israel tiene un pretexto para cancelar el plan, reimponer el bloqueo y reiniciar el genocidio si así lo desea, y los palestinos de Gaza carecen de los medios para impedirlo”.

Niños palestinos reciben tratamiento tras resultar heridos en un ataque israelí en el Hospital Nasser de Khan Younis, en el sur de Gaza, el 19 de octubre de 2025.Ramadan Abed / Reuters
Presión diplomática
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, declaró este domingo que podría viajar en los próximos días a Israel para supervisar la implementación del acuerdo. Vance señaló que el acuerdo de alto el fuego tendrá «altibajos» pero producirá una paz duradera a largo plazo. Ha reconocido, no obstante, que «va a ser complicado» que se mantenga, porque teme que Hamás «disparará contra Israel» e «Israel tendrá que responder».
Adicionalmente, Vance ha previsto también que algunas facciones de Hamás no respetarían el acuerdo de alto el fuego y ha considerado que «sería un poco absurdo que el presidente dijera: ‘Bueno, Hamás será desarmado dentro de tres o cuatro días'».
En realidad, sus declaraciones chocan con las del presidente, que también dijo ayer domingo que «no hay un plazo fijo» para ese desarme. «Es un plazo que tengo en mente, y si en algún momento no hacen lo que se supone que deben hacer, tendremos que hacerlo por ellos», dijo Trump en una entrevista con la cadena Fox News.
De momento, los dos negociadores nombrados por el magnate, Steve Witkoff y su propio yerno, Jared Kushner, acuden hoy a Israel para tener diversos encuentros con líderes del país para conocer sobre el terreno el estado de la cuestión. Witkoff, entrevistado antes de los ataques últimos de Israel, ha dicho que no será difícil para los países ricos de Oriente Medio recaudar fondos para reconstruir Gaza, donde Israel ha destruido más del 80 % de los edificios. «Se estima que serán unos 50.000 millones de dólares. Podría ser un poco menos, o un poco más», declaró. «Creo que no es mucho dinero en esa región». Algunos defensores de los derechos humanos han argumentado que Israel debería pagar la reconstrucción de Gaza como responsable de los daños.
En lo diplomático, es importante también que hoy, en la localidad eslovena de Portoroz, se celebra la cumbre euromediterránea, en la que los líderes de los nueve países de esta región prevén analizar la situación en Gaza tras el alto el fuego entre Israel y Hamás que ambas partes se reprochan haber violado. El presidente español, Pedro Sánchez, será de la partida. Eslovenia tiene la presidencia de turno de lo que se denomina el MED9 y por eso actúa este año como país anfitrión de una reunión en la que participarán, además, España, Francia, Italia, Grecia, Portugal, Croacia, Malta y Chipre.
Pero junto a los líderes de cada país (excepto en el caso de Italia, ya que según los organizadores no asistirá Giorgia Meloni y estará representada por su ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani), estará presente la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Este año se ha invitado también a la cumbre al rey Abdalá II de Jordania, una presencia que cobra especial relevancia en medio de los acontecimientos en Gaza tras el alto el fuego entre Israel y Hamás y el plan de paz liderado por Estados Unidos presentado el pasado lunes en la localidad egipcia de Sharm el Sheij.
Una situación insostenible
Mientras, desde Gaza, se ha difundido un vídeo del jefe humanitario de la ONU que muestra la inmensa destrucción en la franja, que apenas recibe ayuda por pasos secundarios, menores, mientras Israel mantiene cerrado el de Rafah, el esencial, como represalia por las supuestas violaciones de Hamás.
Tom Fletcher compartió en redes unas imágenes tomadas desde su vehículo mientras viajaba de Khan Younis a la ciudad de Gaza, que muestra escenas impactantes de la devastación que Israel desató en la zona. «No queda nada: sólo montones de escombros en un páramo desolado», dice.
El defensor de derechos humanos Kenneth Roth citó la Convención de la ONU sobre el Genocidio en respuesta a las imágenes. >»La Gaza devastada de hoy: Una forma de cometer genocidio es ‘infligir deliberadamente’ a un grupo ‘condiciones de vida que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial’”, escribió Roth en una publicación en redes sociales.
Casi un año después de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto contra Netanyahu por cargos de crímenes de guerra, incluyendo el uso de la hambruna como arma de guerra, el primer ministro israelí continúa amenazando a los palestinos con restringir la ayuda.
El domingo, el Gobierno israelí suspendió temporalmente el flujo de asistencia humanitaria y, durante días, la ha bloqueado parcialmente para presionar a Hamás a localizar y transferir los cuerpos de los cautivos asesinados. El bloqueo de la ayuda parece ser una clara violación del alto el fuego. También constituye una infracción del derecho internacional humanitario.
El Estatuto de la CPI prohíbe “hacer padecer hambre a los civiles como método de guerra, privándolos de bienes indispensables para su supervivencia, incluyendo la obstrucción deliberada de los suministros de socorro previstos en los Convenios de Ginebra”. Además, investigadores de la ONU concluyeron en un informe el mes pasado que Israel estaba utilizando la hambruna como parte de su campaña genocida en Gaza.
“El uso que Israel hace de la hambruna como método de guerra a través del asedio total a la Franja de Gaza ha tenido efectos devastadores también en los niños, dando como resultado hambruna, tasas alarmantemente altas de desnutrición aguda, crecientes riesgos de brotes de enfermedades como el cólera y la diarrea crónica y un exceso de mortalidad significativo”, señala el informe.