Hace dos o tres meses la idea de que Max Verstappen podría hacerse con su quinto mundial parecía impensable. El Red Bull no era el coche más rápido ni de lejos, Oscar Piastri tenía una ventaja descomunal no solo con el neerlandés sino también con su compañero de equipo, a quien parecía tenerlo dominado en pista…

Pero desde el GP de Italia las cosas parecen haber dado un giro de 180 grados y en la carrera de este domingo en Austin las probabilidades de ver al tetracampeón del mundo hacer historia otra vez en Abu Dhabi han aumentado considerablemente.

No solo el de Red Bull se ha ido de Estados Unidos con los 33 puntos en el bolsillo, el máximo que se podía sacar este fin de semana entre Sprint y carrera larga, sino que además en McLaren han perdido el impulso y nos han recordado más aquellos que lo perdieron casi todo en 2007 que a los campeones que lo tenían todo controlado a principios de temporada.

Ya lo dijimos aquí en GQ después de Singapur: con el mundial de constructores ganado, Brown, Stella y compañía no tendrían muchas más excusas para controlar los ataques en pista entre sus dos jóvenes pilotos. Dicho y hecho un par de semanas después, el exceso de agresividad de Piastri lo llevó a chocar contra Norris en la Sprint del GP de Estados Unidos (porque no fue culpa de Hülkenberg, o no en su mayoría al menos) y que ambos perdieran una buena cantidad de puntos contra Max Verstappen.

Pero puede que incluso haya algo peor en toda esta historia que hemos visto en Texas: McLaren ha perdido ritmo y Red Bull parece haber revivido. El piloto australiano y todavía líder del mundial no pudo ser más que quinto el domingo, y aunque su compañero británico subió al podio, que fuera incapaz de adelantar rápidamente al Ferrari de Leclerc que en ambas luchas no tenía el mejor compuesto de neumáticos resultó desconcertante.

No hay que quitar méritos al monegasco, obviamente, que pilotó como un auténtico campeón y dio una lección de defensa digna del Ministro Checo Pérez, pero todos sabemos que la escudería italiana está por debajo de la inglesa así que resulta muy llamativo que Norris tardara tanto. Puede que algunos digan que es culpa del piloto, que Piastri o Verstappen lo habrían hecho en un par de vueltas máximo, pero el monoplaza papaya no estuvo a la altura y eso no lo puede negar nadie.

Hace un par de meses creíamos que el mundial sería interesante porque veríamos hasta el final la lucha entre los dos pilotos de McLaren. Hoy todos estamos pendientes de Mad Max, que en un visto y no visto podría marcarse un Kimi Räikkonen 2007 y acabar la temporada primero tras haberla pasado en tercer lugar hasta casi el final. Uno creería que los de Woking habrían aprendido la lección… Veremos si es así.