En el año 2011 publiqué un artículo en esta misma web titulado «Sigan a Luque, será figura grande». Le seguía desde novillero y veía en él unas condiciones excepcionales para ser muy importante en el mundo del toro. Cuando con la edad ha madurado como torero y como persona, han empezado a salir aquellas cualidades que vimos en sus comienzos, pero en mayor cantidad y perfeccionadas, de tal forma que ya lleva un lustro en plenitud, hasta el punto de que, en mi opinión, es uno de los matadores de toros más completos del escalafón, queriendo significar con ello que tiene mucho valor, torea muy bien con capote y muleta, es bueno con la espada, puede con todo tipo de toros, domina perfectamente la lidia y tiene una de las cabezas más clarividentes que he visto para enfrenarse a los toros y resolver los problemas que le puedan plantear. Tan es así que hoy en día se dice, entre los taurinos, que Daniel Luque le pega pases hasta una burra.

Afirmo, sin temor a equivocarme, que si hay un toro al que Daniel Luque no sea capaz de hacerle faena brillante, tampoco hay en el escalafón torero alguno que se la haga. El pasado 27 de septiembre, en la Maestranza de Sevilla, le hizo una faena al quinto toro de la tarde para guardarla y verla muchas veces, enseñársela a los chavales que quieren ser toreros, y a los matadores de toros que llevan muchos años de alternativa. El toro, de Garcigrande, no tenía apenas fuerza, ni tampoco tenía casta. Nadie daba un céntimo por él, sin embargo, Luque desde que se enfrentó a él con el capote lo cuidó al máximo, con suma suavidad y técnica, prácticamente no lo picó, y con la muleta empezó a llevarlo a media altura templándolo muchísimo, y el escasísimo recorrido que tenía fue alargándose y acabó haciéndole una faena, especialmente por naturales, preciosa, que puso a la Maestranza de pie.

Sinceramente, no creo que haya en el escalafón un solo compañero que hubiese mejorado aquella faena. Ese es un ejemplo de las muchas faenas magistrales que ha firmado este año. El pasado 11 de octubre en Zaragoza estuvo cumbre con un toro de Juan Pedro Domecq, combinando la lírica con la épica -pues le dio una tremenda voltereta- que puede le valga para ser el triunfador de la feria como lo fue en 2024. Recomiendo a los buenos aficionados que vean a Daniel Luque siempre que puedan, que se fijen detenidamente en lo que les hace a los toros, en su maestría, en su modo de conducir la lidia, merece la pena, y van a paladear el toreo bueno, inteligente, poderoso, el caro de verdad. Ver a Luque siempre es una gozada con el toro bueno, con el regular y con el malo. Entre los taurinos se dice que el mejor torero es el que es capaz de hacer faena a más toros diferentes. Pues creo que hoy día es Daniel Luque, o por lo menos no creo que haya ninguno que le supere en ese aspecto.