Lo que comenzó como un proyecto personal para aprovechar una finca familiar terminó convirtiéndose en una iniciativa empresarial con potencial para transformar el acceso a la vivienda en Galicia. Así nació Caslúa Import, la empresa gallega de O Grove fundada por Beatriz Castro y Antonio Luaña, que se ha convertido en pionera en la introducción en España y Portugal de las llamadas casas cápsula: viviendas modulares, inteligentes y sostenibles, que prometen calidad y rapidez a un precio competitivo.

«Todo comenzó a título particular», recuerda Beatriz Castro. «Teníamos una finca y queríamos ver qué posibilidades tenía para explotarla turísticamente. Pensamos en montar unas cabañas, pero el mantenimiento que requieren los bungalós de madera nos echó para atrás. Empezamos entonces a investigar otras opciones».

Fue así como, navegando por Internet, descubrieron las casas cápsula. «Toda la oferta que encontrábamos provenía de China«, explica. «Nos pusimos en contacto con varias empresas hasta dar con una de las punteras del sector. Nos llevó meses cerrar un acuerdo, y finalmente decidimos viajar hasta allí para verlas con nuestros propios ojos».

El viaje resultó revelador. «Alucinamos. Sobre todo al pensar que, con los problemas que hay aquí para alquilar o comprar vivienda, un producto así no existiese en España. Decidimos que teníamos que traerlo».

Viviendas listas para entrar a vivir

Las casas cápsula de Caslúa se ofrecen en distintos tamaños —desde 13 hasta 40 metros cuadrados, ensamblables entre sí para formar espacios mayores— y precios que oscilan entre 20.000 y 85.000 euros, según el modelo y los extras elegidos.

«Lo más importante es que incluso las versiones básicas vienen completamente equipadas», explica Castro. «Cuentan con baño completo, cocina, aire acondicionado, cerradura inteligente y televisor de 50 pulgadas. Realmente vienen listas para entrar a vivir. Apenas hay que añadir la cama o la mesa del comedor».

Entre los extras disponibles figuran suelo radiante, aerotermia, cerramiento de terraza, domótica avanzada y hasta un jacuzzi. Además, las cápsulas pueden funcionar como viviendas principales, segundas residencias, oficinas, alojamientos turísticos o mobil homes. «Son muy versátiles, se adaptan a cualquier necesidad», destaca la fundadora.

Tecnología, sostenibilidad y diseño

Las casas cápsula que Caslúa distribuye se fabrican con estructura de acero galvanizado y aluminio aeronáutico, materiales que garantizan resistencia a la humedad, la corrosión e incluso a los terremotos. «Son los mismos materiales que se utilizan en la industria aeroespacial», apunta Castro. «Eso les da una durabilidad y una seguridad estructural altísimas».

La tecnología también es un pilar del proyecto. «A nivel tecnológico están a años luz de cualquier casa convencional», asegura. «Pueden funcionar por órdenes de voz, con paneles táctiles o interruptores manuales, y muchas incorporan sistemas de ahorro energético y domótica avanzada».

Además, las cápsulas pueden ser autosuficientes, con la instalación opcional de placas solares, depósitos de aguas residuales y sistemas de eficiencia energética, reduciendo su impacto ambiental. «El aislamiento es excelente, lo que se traduce en ahorro y sostenibilidad«, afirma.

Interior de una casa cápsula. CEDIDA
Interior de una casa cápsula. CEDIDA

Una respuesta a la crisis de la vivienda

Beatriz Castro cree firmemente que las casas cápsula pueden ofrecer una alternativa real al problema del acceso a la vivienda. «En Galicia hay mucha finca, pero poca vivienda. Construir una casa tradicional puede llevar dos o tres años, entre permisos y obras. Estas cápsulas pueden estar listas en tres meses«.

La empresa está trabajando en nuevos modelos que cumplan con el código técnico de edificación para que puedan ser consideradas viviendas permanentes. «Queremos ofrecer soluciones habitacionales reales, no solo turísticas», señala.

Mirando al futuro desde O Grove

Actualmente, Caslúa Import tiene la distribución exclusiva para España y Portugal y se encuentra en fase de expansión, buscando representantes en distintas zonas del país. Sin embargo, Castro aclara que no tienen prisa: «Queremos que la gente vea las casas antes de comprarlas. Estamos empezando con visitas concertadas, porque preferimos que los clientes las vean y comprueben su calidad por sí mismos. No queremos vender humo«.

Las visitas pueden concertarse a través de la web oficial de la empresa, donde también se puede descargar el catálogo con los modelos y precios actualizados.

«Creemos de verdad que este producto encaja perfectamente con las necesidades actuales», concluye Castro. «No solo es una alternativa moderna y sostenible, sino una solución necesaria. Tal y como está el mercado de la vivienda, las casas cápsula no son el futuro: son el presente que necesitamos«.