La defensa del empresario Víctor de Aldama ha entregado este lunes al juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente un nuevo documento relacionado con la adquisición por José Luis Ábalos de un local en Valencia, operación que pondría de manifiesto el manejo de dinero en B por el exministro de Transportes.
El documento, confeccionado por la secretaria de Aldama, está fechado el 23 de marzo de 2020 y se refiere a la compra por Ábalos de un local propiedad de la empresa Metalúrgica Cerrajera del Mediterráneo. El precio que aparece es 90.000 euros.
Aldama lo ha aportado tras conocer el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil del pasado 3 de octubre sobre el patrimonio del exsecretario de Organización del PSOE y extitular de Transportes.

En él se afirma que Ábalos pagó por ese local 90.000 euros en dos cheques. Pero relata que en un ordenador intervenido en el domicilio de Aldama se encontró un contrato de esta operación inmobiliaria que fija el precio de la compraventa en 110.000 euros.
La UCO indicaba que «en lo que respecta a la parte restante, 20.000 euros, analizadas las cuentas bancarias vinculadas a Ábalos no se han localizado movimientos bancarios que pudieran constituir el pago de estas arras, desconociendo si se habría producido y en qué condiciones».
El escrito presentado por el defensor de Aldama, José Antonio Choclán, aclara respecto a esos 20.000 euros que «con posterioridad a la fecha consignada en el contrato privado, se modifica a la baja el precio de la compraventa, acomodándose la misma al precio de 90.000 euros».
Es una empleada de Aldama quien el 4 de abril de 2020 «redacta esta nueva versión del contrato, introduciendo cambios que, como indica, tiene pendiente comentar con él». Es el contrato aportado este lunes.
Correo a Aldama sobre la modificación del contrato del local comprado por Ábalos
E.E.
El documento entregado «no solo acredita la intervención de Aldama y de personal a su cargo en la confección de las distintas versiones de dicho contrato, pese a que el mismo, no intervenía formalmente en la meritada operación inmobiliaria», destaca la defensa.
«La razón de la modificación del contrato no fue otra que la de adaptar el texto a la cantidad por la que se otorgaría la escritura pública de compraventa, y no dejar constancia de los pagos realizados en efectivo al vendedor, siendo el precio real notoriamente superior», añade.
La UCO, que ha destacado que Ábalos manejaba significativas cantidades de dinero en metálico, ha constatado que el el exministro y exdirigente socialista percibía a través de su asistente, Koldo García, cantidades periódicas de 10.000 euros a cargo de Víctor de Aldama.
La defensa de Aldama sostiene que el pago del local de Valencia se hizo con ese dinero, de ahí que el empresario también interviniera en la redacción del contrato.
De ese fondo habrían salido los 20.000 euros pagados en metálico al vendedor del local, resultantes de la diferencia entre el precio consignado en el contrato privado (110.000 euros) y el que se adaptó posteriormente a la baja (90.000 euros).