Mario Casas lleva años demostrando que su carrera va mucho más allá del ídolo adolescente que protagonizaba Tres metros sobre el cielo. Con No matarás, el actor nacido en A Coruña se adentra en un thriller asfixiante que lo consagró definitivamente como uno de los intérpretes más solventes de su generación. Una historia corta en duración —apenas hora y media—, pero larga en tensión y angustia.

La película, dirigida por David Victori, arranca con un protagonista tan normal que duele. Dani (Mario Casas) acaba de perder a su padre, al que ha cuidado durante meses, y su hermana le regala un viaje para dar la vuelta al mundo. Sin embargo, lo que debía ser el inicio de una nueva etapa se transforma en una noche infernal. Todo comienza con el encuentro fortuito con Mila (Milena Smit), una desconocida tan magnética como peligrosa que arrastra a Dani por una espiral destructiva. 

El espectador acompaña al protagonista en ese descenso sin respiro, enmarcado por luces de neón, música atronadora y una cámara que se pega a su rostro hasta casi ahogarlo. Victori construye la sensación de claustrofobia a base de planos cerrados, secuencias frenéticas y un uso del color que recuerda al de Gaspar Noé en Irreversible. A medida que Dani pierde el control, también lo hace el público, incapaz de anticipar hacia dónde se dirige ese desastre inevitable.

Una película con premio

Aunque algunos críticos han señalado ciertos excesos en el guion o la falta de verosimilitud en algunos momentos, lo cierto es que No matarás funciona como un viaje emocional. Casas sostiene el relato con una interpretación intensa, vulnerable y también muy física, capaz de generar angustia real. Por eso, su Goya a Mejor Actor Protagonista en 2021 no fue ninguna sorpresa: la película exigía un registro distinto, alejado del héroe romántico o del tipo duro, y el actor lo llevó a un terreno nuevo, que supuso un salto en su carrera.

Esta intensa pesadilla urbana puede verse de forma totalmente gratuita. No matarás está disponible en el catálogo de RTVE Play, donde puede reproducirse completa sin coste alguno. Una oportunidad perfecta para descubrir —o revivir— la película que confirmó que Mario Casas ya no era una promesa, sino una certeza.