El mítico actor de Regreso al futuro es sin lugar a dudas uno de los más queridos para la generación que creció durante los años ochenta. Diagnosticado con la enfermedad de Parkinson en 1991, cuando todavía contaba con 29 años de edad, Michael J. Fox ha sido durante todos estos años un ejemplo de resiliencia y un modelo a seguir para quienes han tenido que enfrentar situaciones difíciles.
En una reciente entrevista a The Times, el actor ha hecho un repaso por su vida y ha expresado cómo le gustaría que fueran sus últimos instantes. «Es mucho más misterioso y enigmático», ha revelado sobre cómo ha sido la larga travesía que ha transitado junto a esta enfermedad. «No hay mucha gente que haya tenido párkinson durante 35 años», una cifra muy superior a la media, que oscila entre los 15 y los 25 años.
Sin ninguna intención de despertar compasión, el protagonista de Enredos de familia se mostró realista sobre lo difícil que sería llegar a los ochenta en una situación como la suya, pero aclaró que para él era más importante tener una muerte indolora. «Me gustaría no despertarme un día. Eso estaría muy guay. No quiero que sea algo dramático, no quiero tropezar con un mueble y destrozarme la cabeza».
Vuelta al ruedo
La enfermedad neurodegenerativa que padece el actor que interpretó a Marty McFly no le ha impedido continuar con su carrera durante todos estos años. Si bien anunció su retirada del mundo del cine en 2020, se ha dado a conocer recientemente que reaparecerá de la mano del mismísimo Harrison Ford en la nueva temporada de Terapia sin filtro, la estimulante comedia dramática capitaneada por Jason Segel.
Fox ha revelado que un médico lo alentó a continuar trabajando frente a las cámaras, argumentando que esto podría tener fines terapéuticos. «Me dijo que actuar me ayudaría a sobrellevar los síntomas. Y sí, hasta cierto punto. El punto en el que empiezo a romper cosas. Es absolutamente increíble la cantidad de cosas que he roto y me he roto», recordada el actor.
«Puedo caminar, pero no veo bien y puede ser un poco peligroso. Así que lo integré a mi vida, ¿sabes?» contaba el intérprete, mostrándose agradecido a pesar de que «la enfermedad es una mierda… pero a la gente no le doy pena. No piensan que soy patético. Me ven… bueno, no podría decir cómo me ven, pero me da la sensación de que me ven como una influencia positiva», remataba.