El oro cotizado se desploma este martes y corta su rally alcista que ha llevado al metal precioso a subir sesión tras sesión. La onza de oro registra una caída del 5,4% que deja la onza de oro por debajo de los 4.150 dólares en la que es la peor jornada para este activo desde noviembre de 2020. Ahora, surgen las primeras dudas de si las subidas del activo refugio están justificadas o si es otro ejemplo más de la volatilidad del mercado.

La demanda del metal precioso llevó al oro a cotizar en los 4.381 dólares por onza. Pero ya desde antes de que sobrepasara la zona de los 4.000 dólares existían niveles de sobrecompra. Es decir, el índice de fuerza relativa estaba mostrando cómo las órdenes de compra estaban tirando del precio del oro hacia arriba.

Este impulso comprador desapareció este martes y arrastra también a las mineras del oro que se derrumban hasta un 9% en el caso de Newmont o Agnico Eagle Mines. De hecho, las caídas en este activo refugio está obligando a los inversores a migrar hacia otros refugios como son el franco suizo o el bono estadounidense a diez años que cotiza en esta jornada en mínimos de octubre del año pasado.

La demanda de metales preciosos como refugio se enfrió a partir de que Donald Trump y Xi Jimping fijaran nuevas fechas para reunirse y resolver sus diferencias comerciales. De hecho, hay un encuentro la próxima semana. «Los operadores han estado atentos a estas noticias y a medida que han surgido preocupaciones de una corrección o consolidación», comentó el estratega de materias primas de Saxo Bank, Ole Hansen.

En paralelo, persiste el cierre del gobierno estadounidense que afecta al precio de las materias primas denominados en dólares como es el oro pero también el petróleo. Este cierre de la administración está retrasando la publicación de datos macroeconómicos en Estados Unidos y eso deja a los inversores sin referencias de cómo evoluciona el mercado de la primera economía de occidente.

«La ausencia de datos de posicionamiento llega en un momento delicado, con una posible acumulación de exposición especulativa a lo largo de los metales preciosos, lo que hace las correcciones más vulnerables», comenta Hansen.

La volatilidad en los metales preciosos estaba disparada desde hace días, como recogen los índices elaborados por Bloomberg para controlar la fluctuación de precios de la onza de oro y de la plata. «La historia demuestra que este tipo de impulsos se desvanecen y las compras se traducen en ventas. Si los datos retrasados finalmente revelan una economía estadounidense más solida de lo previsto, es previsible que no esté lejos de una caída más pronunciada del oro», comentó la estratega de materias primas, Tatiana Darie.

¿Consolidación o fin del rally del oro?

A pesar de esta caída y de que exista el riesgo de soportar una corrección mayor, el oro aún sube un 56% en lo que va de 2025. A comienzos del año, nadie esperaba que el oro pudiera protagonizar una subida vertiginosa como la vista hasta ahora. Del mismo modo, todas las previsiones y estimaciones estaban llevando a la onza de oro a cotizar en nuevos máximos. Había firmas apuntando a los 5.00 dólares y también a los 6.000, como indicaron recientemente desde Bank of America.

Pocos veían este rally, como también pocos veían una corrección superior al 5% como la que estamos viendo en la actualidad. Ahora, muchos dudan de si es simplemente una simple consolidación para digerir esta subida meteórica o de si estamos realmente al final del repunte del oro en 2025. Desde HSBC mantienen que la incertidumbre política y el aumento de la deuda pública dará mayor recorrido a este metal precioso que mantendrá su repunte hasta 2026.

Por otra parte, como se descuenta que los bancos centrales continuarán comprando oro para aumentar sus reservas, el valor refugio encuentra en esta situación una palanca para incrementar su precio paulatinamente.

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