Madrid

Sanae Takaichi ha roto moldes en Japón. Primera mujer que llega a la jefatura de gobierno, exministra y presentadora de televisión, baterista de una banda que tocaba heavy metal y practicante habitual de submarinismo y fanática de los coches. Es legendario su Toyota, que incluso se exhibe en un museo local.

Nacida en la prefectura de Nara en 1961, Takaishi tenía un padre oficinista y una madre policía. La política era un tema muy ajeno a su crianza. En su juventud se hizo conocida entre sus compañeros por llevar muchas baquetas porque las rompía al tocarlas con intensidad. También era buceadora y una entusiasta de los coches; su querido Toyota Supra ahora se exhibe en un museo de Nara.

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Antes de entrar en política, Takaichi trabajó brevemente como presentador de televisión. Su inspiración política surgió en la década de 1980, durante el auge de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Japón. Dice que tenía intención de entender la percepción estadounidense sobre Japón, y trabajó en la oficina de la congresista demócrata Patricia Schroeder, conocida por sus críticas a Japón. Takaichi vio cómo los estadounidenses mezclaban el idioma y la cocina japonesa, china y coreana, y observó cómo eran incapaces de diferenciar a Japón con China y Corea del Sur. «A menos que Japón pueda defenderse, su destino siempre estará a merced de la superficial opinión pública estadounidense», dijo por aquél entonces.

Se presentó a sus primeras elecciones parlamentarias en 1992 como independiente, pero perdió. No cejó y volvió a presentarse y ganó un escaño un año después y se unió al PLD en 1996. Desde entonces, ha sido elegida diputada 10 veces, perdió solo una vez, y se ganó la reputación de ser una de las voces conservadoras más francas del partido. También ha ocupado altos cargos gubernamentales, entre ellos el de ministra de Seguridad Económica, ministra de Estado de Comercio e Industria y un mandato récord como ministra de Asuntos Internos y Comunicaciones.

Este año, a la tercera consiguió la victoria y se convirtió en la primera mujer primera ministra de Japón tras ser confirmada por el Parlamento. Takaichi es una conservadora acérrima que se ha opuesto durante mucho tiempo a la legislación que permite a las mujeres casadas conservar su apellido de soltera, insistiendo en que socava la tradición. También se opone al matrimonio igualitario. Sus experiencias familiares y personales respaldan sus propuestas políticas: ampliar los servicios hospitalarios para la salud de la mujer, dar mayor reconocimiento a los trabajadores de apoyo doméstico y mejorar las opciones de atención para la sociedad envejecida de Japón. «Quiero crear una sociedad donde la gente no tenga que renunciar a su carrera».

Protegida del fallecido Shinzo Abe, se comprometió a revivir su visión económica de alto gasto público y préstamos baratos. También ha pedido que se alivien las restricciones constitucionales a las Fuerzas de Autodefensa del país, a las que se les prohíbe tener capacidad ofensiva.