El Pabellón Anaitasuna vivió una tarde igualada, cuando UBU San Pablo Burgos 2031 visitó en la sexta jornada del Campeonato Estatal de División de Honor Plata Masculina. Los aficionados locales llegaron con la ilusión de presenciar un duelo repleto de intensidad y emoción, conscientes de que cada gol podía cambiar el curso del encuentro. Desde el primer silbato, la energía en las gradas era palpable, con cánticos que no dejaron de resonar durante los 60 minutos del partido.

UBU San Pablo Burgos 2031 salió decidido a imponer su juego. Apenas a los dos minutos, Joao Pedro Morais Furtado adelantó a los visitantes, provocando un estallido de entusiasmo entre quienes apoyaban a su equipo desde la grada. Sin embargo, el ritmo del encuentro no permitió que el marcador se alejara: Anaitasuna respondió con fuerza y logró mantener la igualdad gracias a la precisión de José Paulo Pereira E Silva desde los siete metros.

Cada ataque del Burgos era seguido con atención por los espectadores, quienes celebraban cada tanto y contenían la respiración ante cada lanzamiento rival. Adrian Sanchez y Asier Pedroarena se mostraban como los hombres peligrosos del equipo visitante, generando ocasiones que exigían al máximo a la defensa local. Por momentos, la tensión se sentía en el aire, sobre todo cuando las exclusiones temporales ponían a ambos equipos en situaciones críticas.

El primer tiempo transcurrió con un constante intercambio de goles, pero Anaitasuna logró sostener la ventaja hasta el descanso, 17-12. Para los seguidores de UBU San Pablo, la primera parte dejó sensaciones mixtas: por un lado, la defensa del equipo había sufrido, pero por otro, la actuación de Morais y Cortina mostraba que aún había mucho por jugar.

Al reiniciarse el segundo tiempo, la visita buscó recuperar terreno de inmediato. Miguel Malo y Adrian Sanchez continuaron su labor ofensiva, provocando momentos de incertidumbre entre la afición local, que se aferraba a cada parada y cada contragolpe exitoso de Anaitasuna. El público visitante, aunque minoritario, animaba con fuerza cada acción de su equipo, intentando contagiar confianza y presión al rival.

A medida que avanzaba el segundo periodo, los ajustes tácticos se hicieron evidentes: UBU San Pablo aprovechó la lateralidad derecha y las exclusiones adversarias para generar oportunidades claras, mientras que Anaitasuna apostaba por un juego defensivo sólido que neutralizaba los ataques rivales. Desde las gradas, los seguidores del Burgos podían notar la diferencia en intensidad, pero también la determinación de su equipo por acercarse en el marcador.

Los minutos finales fueron un verdadero espectáculo. Cada pase, cada lanzamiento era recibido con un suspiro colectivo. Ubu San Pablo no cedió terreno fácilmente: cada gol visitante provocaba aplausos, pero también urgencia por revertir la situación. Sin embargo, los esfuerzos de Morais, Malo y Cortina no fueron suficientes para superar a un Anaitasuna muy ordenado. El marcador final de 34-29 reflejó la superioridad local, pero también la resistencia y el carácter de los visitantes.

Paulo Pereira brilló en el partido, pero para los seguidores de Burgos, figuras como Adrian Sanchez y Miguel Malo fueron motivo de orgullo: demostraron calidad y entrega hasta el último segundo. Los parciales del encuentro evidenciaron un juego dinámico, con cambios constantes en la ventaja y momentos de tensión máxima, algo que los aficionados disfrutaron intensamente.

El arbitraje, a cargo de Álvaro Lopez y Roberto Argiz , fue observado con atención desde la grada. Las exclusiones, tanto de locales como de visitantes, generaron debates entre los seguidores, aunque la intensidad del juego nunca decayó. La afición de Ubu San Pablo, aunque enfrentando un marcador adverso, nunca dejó de animar, destacando la pasión por su equipo.

Al concluir el partido, el Pabellón Anaitasuna se llenó de aplausos y murmullos de reconocimiento hacia los jugadores visitantes. La sensación para los aficionados de Burgos fue de orgullo: aunque el resultado no acompañó, su equipo mostró carácter, habilidad y momentos de verdadero espectáculo. La experiencia de asistir a este encuentro dejó en claro que cada visita a Anaitasuna promete emoción, rivalidad y balonmano de alta calidad.

ANAITASUNA – UBU SAN PABLO BURGOS 2031, 35-33

Anaitasuna: Iker Elola (6), Imanol Nuin (4), Pablo Fernández, Xabier Isturiz (6), Andoni Beraza (1), Pablo Itoiz, Unai Elizondo (2), Adrian Ortiz (1), Oleg Kisselev (1), Julen Elustondo, Iker Aguilera (1), Ibai Etxarte (7), Paulo Pereira (6).

UBU San Pablo Burgos 2031: Joao Morais (5), Nassim Ali (2), Javi Espinosa, Pablo Gómez (1), Tomas Moreira, Jaime Fernández (3), Fabrizio Casanova, Jaime González (5), Miguel Malo (6), Henrique Rodrigues (2), Gerard Forns, Dani Santamaria, Adrian Sanchez (5), Asier Pedroarena (4).

PARCIALES: 1-4 (5’); 2-4 (10’); 6-9 (15’); 9-11 (20’); 12-14 (25’); 18-16 (descanso); 21-19 (35’); 24-21(40’); 29-25 (45’); 33-28 (50’); 34-30 (55’); 35-33 (final).

ÁRBITROS: Álvaro Lopez Novoa, Roberto Argiz Varela (colegio catalán).

EXCLUSIONES a los locales Elizondo (1), Adrian Ortiz (1), Julen Ustondo (2) y Kisselev (3 – D); a los visitantes Nassim (1), Espinosa (1), Miguel Malo (2) y Rodrigues (1).