Una mezcla de lamento y orgullo invadió Artaleku al acabar el partido entre el Irudek Bidasoa Irun y el Flensburg-Handewitt, con 32-33. Lamento … porque pudo caer el líder de la Bundesliga y orgullo también por eso, por haber plantado cara a un equipo tan potente. No sólo plantar cara, sino incluso tenerle contra las cuerdas en el 30-26 del minuto 50. Pero al campeón de las dos últimas European Leagues no le tembló el pulso y remontó para ganar y seguir líder del grupo A.
A los dos equipos les costó entrar en el partido, el ambiente también era menor del que se puede esperar para una cita así, pero el encuentro fue ganando en intensidad poco a poco.
Con 2-1 en el marcador, Moller detuvo un penalti a Rodrigo Salinas, en la que era su tercera intervención en poco más de cinco minutos. No mantuvo el nivel y se fue al descanso con cinco paradas. Tampoco Skrzyniarz tuvo su mejor tarde y en el minuto 18 se fue al banquillo con 1/11. Hasta el descanso Maciel detuvo tres balones.
Del 3-2 se pasó al 3-5 pero en dos minutos el Irudek Bidasoa Irun recuperó el mando en el marcador, 6-5. Se juntaron su acierto y que el Flensburg-Handewitt no brillaba como suele.
Fue una fase del partido en la que Nacho Valles hizo méritos para MVP, con dos goles y dos asistencias, ambas a Esteban Salinas, una de ellas, de las ‘imposibles’ que le suele servir Rodrigo al propio Esteban. Así el 3-5 se transformó en 8-7 pero el equipo alemán volvió a ponerse dos arriba (8-10), la que fue su máxima renta del primer tiempo en varias ocasiones y dos veces más en el tramo final.
Sin embargo, la primera exclusión visitante en el minuto 20 dio alas a los irundarras, que en superioridad marcaron dos goles y después prolongaron ese buen momento hasta el 4-1 de parcial y 12-11 en el marcador. Pajovic pidió tiempo muerto y rugió Artaleku con el mítico cántico ‘¡Bidasoa! ¡Bidasoa!’. Ya se empezaba a notar la magnitud de la noche.
Claro, que hace falta más que eso para intimidar al líder de la Bundesliga. Una vez más el marcador cambió de dueño y los últimos ocho minutos del primer tiempo fueron en empate ó -1 hasta que Jakobsen marcó dos goles en menos de veinte segundos, 15-17. Pero los amarillos no querían irse de vacío al descanso y lograron empatar a 17, resultado que se quedó en el marcador mientras los equipos descansaban y planeaban la segunda mitad.
Parcial 5-1 de salida
En concreto, el Irudek Bidasoa Irun planteó cómo atacar los primeros ocho segundos de la reanudación, en los que iba a seguir estando en superioridad. No sólo la jugada preparada salió bien, sino que el gol de Rodrigo Salinas fue el primero del parcial de 5-1 que cambió el decorado del partido, con la máxima renta en el 22-18 y sensación de que el Flensburg-Handewitt era batible. Mucho tuvo que ver Leo Maciel, que detuvo los tres primeros balones que le llegaron. Y se lo pasó en grande Dariel García, con tres goles seguidos de contraataque y uno desde el extremo para completar el póker, dentro del mencionado 5-1 en cinco minutos.
Con 22-19 Buric detuvo un siete metros a Valles y con 23-20 los irundarras perdieron el balón. Esas opciones de ponerse de nuevo cuatro arriba se esfumaron y mantuvieron en el partido al Flensburg-Handewitt, que se acercó a 23-22.
Mediado el segundo tiempo no sólo los amarillos volvieron a tener esos cuatro goles de renta (28-24) tras parcial de 3-0, sino que ya habían metido también al público en el partido. Seguro que muchos espectadores habían llegado a Artaleku pensando que aquello era una misión imposible pero, visto lo visto en los primeros 45 minutos, podía saltar la sorpresa. Eso sí, el equipo visitante no daba ningún signo de nerviosismo, como si supiera que aquello iba a cambiar, sí o si.
La ventaja de cuatro se mantuvo hasta el 30-26, marcado por Gorka Nieto a diez minutos y quince segundos del final. Un tiempo en el que los irundarras solo marcaron dos goles, mientras que recibían siete. La alta nota que estaban mereciendo los de Alex Mozas se fue diluyendo con pérdidas de balón y lanzamientos fallados. Y en siete minutos, el Flensburg-Handewitt se sacó de la chistera un parcial de 0-6 con el que volteó por completo el encuentro, 30-32.
Ocho minutos estuvo el conjunto amarillo sin marcar y tras el 31-32, Maciel paró el lanzamiento de Grgic. Atacando con siete, a falta de 75 segundos al Bidasoa le pitaron una falta en ataque cuando menos opinable y ya no hubo tiempo ni opciones para empatar.
Guadalajara y Francia
El próximo martes el Irudek Bidasoa Irun jugará en la cancha del Saint-Raphael Var francés, que ayer aplastó al Potaissa y es el rival directo para la segunda posición, última con premio. Pero antes, los irundarras repetirán en Artaleku, el sábado a las 19.30 contra el colista Guadalajara.