El humorista y presentador de El Intermedio, El Gran Wyoming, ha ironizado sobre la celda en la que ingresó este martes el expresidente francés Nicolas Sarkozy y la vinculó directamente con la disparatada situación del precio del alquiler que hay en ciudades como Madrid.  

El conductor de este espacio de laSexta desde 2006 y Micrófono de oro en 2008 afirmó que «será una celda de aislamiento, pero por eso en Madrid te sacan 900 euros y te ponen ‘apartamento cuqui para reencontrarse contigo mismo'».

Antes, su compañera Sandra Sabatés había descrito cómo se cree que va a ser su habitación en la cárcel parisina de La Santé: «Estará en una celda privada en el módulo de aislamiento de esta prisión para que esté lo más protegido posible». 

«Se cree que tendrá nueve metros cuadrados, televisión, nevera, escritorio, ventana exterior, además de un baño y ducha privadas«, había contado. La primera respuesta de Wymong fue «madre mía el señorito» y después ya lo comparó con habitáculos que se ven a diario en portales de alquiler de ciudades de toda España, algo que han hecho centenares de personas en redes sociales.

El antiguo mandatario (en el cargo entre 2007 y 2012) salió esta martes a las 9.10 horas de su mansión de París, en el carísimo distrito XVI, tras despedirse de su familia dirección la cárcel de La Santé. Sarkozy lo hizo tomado de la mano de su actual esposa, la cantante y modelo Carla Bruni y ambos fueron vestidos de negro, cariacontecidos, pero con paso firme y saludando a los seguidores que le esperaban y que estaban convocados por su hijo.

El expresidente de Francia fue condenado a cinco años de prisión por corrupción al ser considerado culpable de un delito de asociación de malhechores durante la campaña electoral de 2007, al demostrarse que fue financiada con dinero libio.

De momento, los abogados de Sarkozy explicaron que han presentado un recurso de puesta en libertad, pero que pasará entre tres semanas y un mes detenido antes de que se pronuncie el tribunal. En caso de recibir una respuesta positiva le permitiría pasar las Navidades en su casa y comparecer libre en el juicio en apelación previsto para marzo de 2026.