La Biblioteca Municipal de Errenteria presenta en la planta cero de Lekuona Fabrika una propuesta especial bajo el título ‘Tesoros entre páginas’. Dicha exposición, que … ya puede visitarse y permanecerá abierta hasta el 31 de octubre, propone una curiosa colección de objetos olvidados dentro de los libros. Y es que a nadie se le escapa que muchos lectores olvidan cosas en el interior de las páginas.
En este aspecto, estos casi noventa marcadores, tickets, fotografías, postales, notas manuscritas u otras pistas que han dejado las personas lectoras en el interior de los libros a la hora de devolverlos evocan historias silenciosas. Historias que durante una semana podrán ser disfrutadas en Lekuona Fabrika. De este modo podrán resolverse preguntas cómo ¿quién lo ha dejado aquí? o ¿cuándo? Y así un sinfín de cuestiones. En esta línea, cada objeto irá acompañado de la ficha del libro donde este ha sido encontrado, permitiendo al visitante descubrir su ‘otra vida’.
La biblioteca ha organizado esta propuesta con motivo del Día de las Bibliotecas, con el objetivo de «visibilizar las relaciones personales y los hábitos cotidianos que se dan en torno a la lectura», señalan. De este modo, se busca «despertar la imaginación y el asombro, así como la reflexión sobre la trayectoria del libro que a veces se crea entre los lectores, inconscientemente, una pequeña pero significativa conexión».
La idea detrás de la iniciativa es que los pequeños vestigios que surgen en torno a la lectura pueden servir de espejo de nuestra vida cotidiana. Toda esta exposición parte de una noticia sobre una excavación en Ámsterdam «que nos sirvió de inspiración». Como destacan desde la organización, «mientras dragaban el lecho del río Amstel entre los años 2003 y 2012 encontraron 700.000 objetos entre los que se encontraban monedas, botones, juguetes, llaves, teléfonos, un reflejo de la vida en diferentes épocas». Algo que, como aseguran, «ocurre de igual manera con los objetos que se guardan entre las páginas de los libros». Desde su punto de vista, «son una conexión silenciosa entre el pasado y la lectura, una pequeña memoria de la vida cotidiana».
Esa pequeña memoria que queda entre las páginas de los libros se convierte en parte del viaje colectivo del libro.