No pudo ser, otra vez, las clásicas siguen fuera del radar de Jonas Vingegaard 

Se nos había venido, y lo compramos, que este Campeonato de Europa podría ser una de las mejores carreras del año con Tadej Pogacar, Remco Evenepoel y Jonas Vingegaard en la salida.

Pero no pudo ser.

La racha de Jonas Vingegaard con las carreras de un día sigue torcida, casi maldita.

CCMM Valenciana

El danés volvió a bajarse antes de tiempo, esta vez en la prueba en ruta del Europeo disputado en la región de Drôme-Ardèche, en el corazón de Francia.

Faltaban 77 kilómetros para meta cuando el doble ganador del Tour dijo basta, sin brillo ni fuerzas, dejando claro que lo suyo sigue siendo otro tipo de batalla.

Y eso que venía con ganas. Jonas se había quitado presión antes de salir, sabiendo que Pogacar y Evenepoel estaban un punto —o dos— por encima.

“Ellos son los favoritos”, decía sin despeinarse, casi con una sonrisa tímida.

Pero también admitía que quería probar, entender por qué las clásicas se le atragantan tanto.

“Si encuentro la receta, correré más de estas en el futuro”, confesó antes de tomar la salida.

Pues bien, la receta no llega con éxito.

Todo empezó a torcerse a más de cien kilómetros de meta, en la primera subida seria del día: Saint-Romain-de-Lerps, siete kilómetros al siete por ciento que separaron a los valientes de los que no estaban para fiesta.

Vingegaard se descolgó pronto, sin chispa, sin esa aura asesina que sí muestra en el Tour y en la Vuelta.

Se dejó caer, con el gesto serio, mientras Bélgica y Eslovenia apretaban arriba.

Cuando coronó, ya tenía un minuto perdido.

Sus rivales no se fiaban.

La selección danesa traía buen bloque, aunque sin Mads Pedersen, y con un Mattias Skjelmose en forma.

Pogacar y Evenepoel lo sabían: “Jonas es una incógnita”, decían. Y vaya si lo fue, pero por ausencia.

A los 77 de meta, pie a tierra.

Así continúa la historia de desamor entre Vingegaard y las clásicas.

Desde 2023 solo había corrido una: la Clásica de San Sebastián 2024, que tampoco acabó.

En su palmarés relucen 42 victorias, pero solo una en una carrera de un día: la Drôme Classic de 2022.

El talento no se discute, pero está claro que el danés sigue sin encontrar la fórmula para brillar cuando no hay cronómetro ni puertos encadenados de por medio.

Imagen: FB UEC