El estudio comparó a una cohorte de pacientes con enfermedad periodontal con quienes tenían la ‘boca sana’. En dicho estudio se encontró una relación significativa (después de eliminar factores confusores, es decir, aquellos factores que ya se sabe que pueden tener una relación con el daño cerebral) entre la enfermedad periodontal y el daño en sustancia blanca cerebral. Esas ‘manchas’ en el cerebro, que no son más que pequeñas cicatrices que se producen por efecto de factores de riesgo cardiovascular o simplemente la edad, pueden relacionarse con el envejecimiento cerebral, riesgo de ictus o demencia (concretamente, la demencia vascular).
Este artículo viene a unirse a la corriente de artículos en la última década y media que intenta relacionar la enfermedad periodontal con múltiples factores como enfermedades cardiovasculares, ictus, daño vascular, demencia o incluso atrofia cerebral. Hay que interpretar los resultados con cuidado, primero, porque hubo mucho tiempo entre la revisión dental y la resonancia [cerebral] y segundo, por ser un estudio observacional que no permite demostrar una clara causalidad.
El estudio se apoya en datos y métodos sólidos y su principal fortaleza es el número de pacientes, bastante alto. No obstante, como ha sido comentado previamente, es un estudio observacional con las limitaciones que eso conlleva. La limitación más importante en este estudio es el largo tiempo entre el análisis dental y la realización de resonancia magnética.
Viene a aportar más información y evidencia sobre varios trabajos previos de carácter similar, es decir, que buscan relación entre la enfermedad periodontal y daño cerebral de diverso tipo. La principal novedad probablemente radica en el número de pacientes y en el tiempo aparente de seguimiento, aunque no es un seguimiento ‘real’ sino más bien una cohorte de pacientes. No aporta, en sí, nada radicalmente nuevo, puesto que hay artículos previos que ya describían esa relación entre enfermedad periodontal y daño vascular, aunque con menor número de pacientes. Sin ir más lejos hay un estudio japonés de 2020 similar, aunque con un número menor de pacientes.
La relevancia de este estudio es, lamentablemente, limitada. La realidad es que ya hace una década aproximadamente que se estudia e intentamos informar de la posible relación entre enfermedad periodontal y varios factores de daño cerebral. Sería interesante ser capaces de derivar a una evaluación bucal completa desde la seguridad social a pacientes que creemos que tienen mucho riesgo vascular o riesgo de demencia.
Las recomendaciones están claras, aunque es algo que se sabe desde hace mucho: hay que mantener una salud bucal buena, no solo por la propia salud dental (que es algo que quizás todos entendemos) sino también por la posible implicación al futuro en factores como el daño vascular o incluso el daño y atrofia cerebrales. Esto es especialmente importante en personas con riesgo vascular elevado o riesgo elevado de demencia.