Mal día para el Caja Rural Aula Valladolid, que perdió en su visita al pabellón Esperanza Lag para medirse con el Atticgo Elche. Perdió 22- … 17 en un encuentro igualado, pero en el que, salvo en los instantes iniciales, el conjunto ilicitano siempre mandó en el marcador. La derrota supone la quinta de forma consecutiva para el conjunto pucelano en sus cinco visitas más recientes a la escuadra franjiverde.
Atticgo Elche
Morales, Agulló, Martín-Buro (2), Paola Bernabé, Solla (3), Oppedal (2) y Figueiredo (3) -siete inicial-, Antón (ps), Armenteros (3), Benítez (1), Bomabá, Calleja, Gascó (1), Laguna (3), Méndez y Rubio (4, 4p).
22
–
17
Caja Rural Aula
Carratú, Patiño (1), Baquedano (3), Lovera, Garibay (7, 5p), Lucio y Jallow -siete inicial-, Muñiz (ps), Rodrigues (2), Mónica Gutiérrez (1), Zürni, Arriaga (1), Monteagudo, Bergara (1), Gorbatsjova (1) y Guerra.
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Árbitros:
Ausàs Busquets y Florenza Virgili (Colegio catalán). Excluyeron dos minutos a Laguna por el Atticgo Elche y a Jallow (2) por el Caja Rural Aula Valladolid. -
Parciales:
1-1, 3-1, 5-2, 6-3, 9-4, 10-6 (descanso), 11-6, 12-7, 14-10, 17-12, 18-14 y 22-17. -
Incidencias:
Pabellón Esperanza Lag. 350 espectadores.
El primer gol del partido lo anotó Patiño para el equipo vallisoletano. Sin embargo, después de esa buena acción, la defensa del cuadro anfitrión empezó a ajustarse mejor, lo que, junto con un ritmo alto de juego, provocó muchas pérdidas de balón, aunque más de una de manera evitable.
A partir de ese momento, el Atticgo Elche cogió el timón del encuentro y la ventaja en el marcador. Entre las pelotas extraviadas y que cuando el Aula Valladolid podía lanzar se encontró con los palos, la ventaja se amplió.
Si la brecha fue menor, fue gracias a las paradas de la portera argentina Carratú, exjugadora del equipo franjiverde. Viendo el panorama, con 5-2 y casi llegando al minuto trece, el técnico barcelonés Salva Puig pidió tiempo muerto a la mesa.
Tras esa pausa apareció la guardameta Morales, que fue la más destacada en el conjunto ilicitano, para truncar muchas opciones de gol del equipo pucelano.
La alta velocidad imprimida a la pelota por parte de las pupilas de Salva Puig propició muchos errores no forzados. Pero dos goles seguidos, uno de Arriaga y otro de Mónica Gutiérrez, ajustaron el partido en un 9-6. El entrenador local, Joaquín Rocamora, fue quien pidió tiempo muerto en el minuto 26. Al descanso, cuatro goles de desventaja para el Aula Valladolid (10-6).
Tras el asueto, las cancerberas volvieron a ser protagonistas, como había sucedido en la primera parte. También se vio a un equipo, el vallisoletano, con problemas para atacar la zaga de la escuadra ilicitana, que embotellaba en la zona central a las pupilas de Puig.
La entrada al parqué de Rodrigues y Zürni no cambió la dinámica del encuentro. Se mantuvo en una diferencia entre los cuatro y cinco goles de desventaja, en buena medida por los penaltis anotados por Garibay, que acabó siendo la máxima goleadora de la contienda con siete dianas. Salva Puig volvió a pedir tiempo a la mesa en el minuto 46.
La defensa 6:0 del Caja Rural Aula Valladolid estaba siendo insuficiente. Y en ataque, ambos conjuntos tiraron muchas veces de la técnica individual de sus jugadoras para resolver los problemas en la parcela ofensiva.
Viendo la situación, Puig ordenó cambiar el dispositivo defensivo al 5:1, pero nada más realizar la variante, llegó el tanto de Martín-Buro. Después del gol, el entrenador barcelonés pidió un tiempo muerto más cinco minutos después.
En la reanudación del duelo, se vio un juego más pausado, con menos pérdidas de balón y más posicional, aunque insuficiente para que el Aula pudiera acercarse en el tanteador. De hecho, dos goles seguidos de Solla pusieron el 22-16 en el marcador y sentenciaron el partido a favor del conjunto ilicitano.