Era la mitad del mes de mayo pasado cuando el matador de toros José María Arenas, anunciaba en estas mismas páginas que cambiaba el oro por la plata, tras casi tres años retirado de la profesión, desde su ultima corrida en Munera el 24 de septiembre de 2022. Se abría una nueva etapa en su vida taurina, aunque ya no como titular de una cuadrilla, sino como miembro de ella.
En el mes de mayo, nos decía a este diario:«Me lo plantearon, me he ilusionado y decidido cambiar el oro por la plata y vamos para delante. Después de la última corrida en Munera, colgué los trastos y no los había tocado prácticamente nada ya que tenía claro que no iba a volver a torear ya que me quedé muy a gusto en Munera pues fue una tarde muy especial y era muy difícil que se volviera a repetir y siendo realista, el toreo está muy complicado, se torea mejor que nunca, tienen mucho valor los toreros y hay que estar muy preparado. El tiempo pasa, la vida pasa y los años también se notan».
Y la experiencia no ha podido salir mejor ya que en sus actuaciones ha mostrado una capacidad tremenda, tanto con el capote como con las banderillas, siendo uno de los destacados allí donde ha toreado. Ha sido considerado por el Club Abonados Plaza de Toros de Albacete como el mejor subalterno de la feria. Hemos hablado con Arenas, quien nos ha contados sus sensaciones durante esta primera temporada vestido de plata: «Estoy contento, porque no me lo esperaba. Teniendo muchas cosas que mejorar y aprender, pero satisfecho, es otra faceta diferente, pero disfrutando de la profesión. Han sido 20 actuaciones, 10 con Molina en corridas de toros, 2 novilladas picadas y el resto novilladas sin caballos. He toreado como digo, 10 con Molina, una picada con Alejandro Quesada, otra con un novillero de Alicante y las sin picadores, con Juan Zamora y Álvaro Castillo. Ha salido todo bien y estoy contento y agradecido».
Además, ha estado a un gran nivel: «Me tomo muy en serio la profesión y estoy muy encima de mi entrenamiento pero Madrid es donde sale el toro, es la más importante del mundo y si por cualquier circunstancia no salieran las cosas, que no fuese por mi culpa, así que hemos decidido este año no ir a Madrid con Molina, la plaza seguirá ahí y ya habrá tiempo para ir y contribuir en el triunfo de José Fernando».
Le costó poco adaptarse a su nueva labor: «En las primeras corridas me encontré un poco desorientado y aunque yo he banderilleado siempre, las colocaciones son diferentes a cuando eres matador, pero lo tenía claro y además voy toreando con un matador que te da todas las facilidades del mundo y te lo pone muy fácil, y si a eso le unes la amistad que tenemos, te lo pone mejor todavía».
Ha seguido muy cerca del toro, su vocación: «Tras mi última corrida en Munera me desconecté completamente y guardé los trastos. No había cogido un capote ni una muleta desde entonces y fui aficionado desde el tendido, dedicándome a mi trabajo y familia, viendo toros por televisión y abonado en Albacete y de golpe cambia la situación y hay que estar preparado. Cambia la situación, viajas por las plazas y te encuentras otra vez ese ambiente y desde pequeño hemos mamado el toro, por lo que vuelven esas sensaciones bonitas que echaba de menos».
Más información en la edición impresa y en la APP de La Tribuna de Albacete https://latribunadealbacete.promecal.es