Perder por dos goles contra el Barça en el Palau Blaugrana (33-31) y por uno ante el Flensburg-Handewitt (32-33), además en … el espacio de cinco días, puede considerarse un logro para muchos, pero en el Irudek Bidasoa Irun tienen la sensación de ocasiones perdidas. Orgullo, sí, por haber tuteado a estos dos equipos de uno o dos escalones más, pero rabia por no haber podido sacar algún resultado positivo. Eso es lo que caracteriza al equipo irundarra, que no se conforma y quiere más.

Si en Barcelona los bidasotarras fueron ganando 18-19, contra el líder de la Bundesliga las opciones fueron mucho mayores, con 30-26 a falta de diez minutos. Pero el campeón de las dos últimas European Leagues sacó sus galones y firmó un parcial de 0-6 en siete minutos que casi sentenció el encuentro. Los dos partidos, además de por la calidad de los rivales, se asemejan en que el Irudek Bidasoa Irun jugó a gran nivel pero no durante los sesenta minutos, que es lo que hace falta para poder conseguir algo positivo en estos casos.

«Orgullosos del equipo»

Tras el encuentro, Alex Mozas señaló que «no se hace historia solo con ganar. Estos partidos son los que se quedan en la retina y dentro de unos años no te acordarás tanto de si has ganado o no, pero sí de cómo has competido en la semana en la que te enfrentabas a Barça y Flensburg».

Por eso, el entrenador bidasotarra reivindica «lo orgullosos que tenemos que estar todos del equipo». No hubo un resultado positivo porque «contra un equipo así, prácticamente tienes que hacer todo el rato un balonmano casi perfecto. Lo hicimos durante cincuenta y tantos minutos, pero al final no pudo ser».

Alex Mozas: «contra un rival así tienes que jugar casi perfecto los sesenta minutos y lo hicimos cincuenta y tantos»

La derrota queda ahí pero Mozas advierte que «esto no va de un partido, esto es un camino a medio plazo. Ni siquiera es un año, es un proyecto a medio plazo con un equipo que está intentando crecer en todo y sobre todo en lo deportivo».

En el otro banquillo se sentó Ales Pajovic que, en castellano, aprendido en sus seis temporadas en el Ciudad Real, reconoció que «tuvimos un poco de suerte, pensaba que no íbamos a poder remontar. Estoy contento con los dos puntos, pero no con el juego. No estuvimos concentrados y eso nos mata, porque cometemos errores. Tenemos que mejorar».

Después de ver el partido contra el Barça «les dije a mis jugadores que tendríamos un encuentro difícil. Sabíamos que el Bidasoa está jugando realmente bien, con esa escuela de juego española que tanto me gusta, que nos podía provocar muchos problemas. Y así fue».

Ahora toca bajar a la tierra para recibir el sábado, a las 19.30 en Artaleku, al Guadalajara.