Cerró el Comedia el 14 de enero de 2024 y el temor no infundado entonces era que aquella esquina fuera una nueva víctima de lo que en Barcelona se ha dado por llamar el ‘efecto Monumental’, o sea, un edificio protegido patrimonialmente y, a la par, de usos muy limitados por su calificación urbanística, en este caso, de actividades culturales. El 13 del paseo de Gràcia, antiguo palacete que el empresario del ferrocarril Frederic Marcet, amenazaba con ser otro fantasma arquitectónico más de la ciudad, una nueva Monumental.
Sobre la mesa hay hoy, sin embargo, una inversión de 100 millones de euros para convertir lo que queda del antiguo Palau Marcet en un museo que exhiba la rica colección de pintura modernista y ‘noucentista’ de Carmen Cervera, la baronesa Thyssen, en el que, según se mire, es el lugar más adecuado de todos los posibles para hacerlo, en el paseo de Gràcia de Gaudí, Puig i Cadafalch y Domènech i Montaner, porque el modernismo local no fue solo arquitectura, fue también una etapa pictórica exquisita.
¿Un final feliz? Qué va, fiel a sus más arraigadas tradiciones, el proyecto ha sido atacado desde varios frentes desde el pasado mes de julio. A su manera, el fondo que impulsa esta inversión, Stoneweg, y el estudio que trabaja en el futuro de aquella esquina, OUA, han querido, en petit comité, poner el cuentakilómetros de las explicaciones a cero y volver a empezar.
El proyecto sigue su curso. Tiene el beneplácito inicial del Ayuntamiento de Barcelona que actualmente tiene pendiente responder a las alegaciones presentadas durante el periodo de exposición pública y, después, trasladará la información a la subcomisión de Urbanismo de Barcelona, es decir, recabará el visto bueno de la Generalitat. Salvo contratiempos, explican Joan Manuel Sevillano, en nombre de Stoneweg, y Jordi Artigas, fundador de OUA, el museo podría ser una realidad y abrir al público durante el segundo semestre de 2028.

Joan Manuel Sevillano, ‘managing’ director de Stoneweg, y Jordi Artigas, arquitecto i fundador de OUA. / MANU MITRU
¿Qué se torció el pasado julio? En lo que quizá fue una imprudencia de consecuencias no calculadas, el detallado informe sometido a votación inicial en el ayuntamiento incluyó una recreación de las volumetrías que permite el Plan General Metropolitano en ese solar, hasta 9.700 metros cuadrado de techo, más o menos el doble de los actualmente existentes. Las cifras estaban ahí bien claras, pero, según fuentes municipales, añadir esa imagen dio a pie a imaginar tal cual el futuro de esa esquina.
El proyecto arquitectónico, en 2027
No será hasta principios de 2027 que el estudio arquitectónico tenga a punto, para ser mostradas, las primeras aproximaciones sobre cómo casar la parte patrimonial del edificio con las partes de obra nueva. Pero sobre esta cuestión aclara ya de antemano Artigas que el propósito es aprovechar la edificabilidad prevista, con lo que las paredes medianeras de las fincas adyacentes dejarán de estar a la vista.
Las tripas del Comedia podrían haber sido una interesante visita dentro del programa del 24h Open House que se celebra este fin de semana en Barcelona, pero no porque aquello sea la octava maravilla de la arquitectura local, sino, quizá, por todo lo contrario. La falta de seguridad desaconsejó de inmediato celebrar una jornada de puertas abiertas. De la mano de Sevillano y Artigas, en petit comité, un recorrido hasta el último rincón por el interior de lo que un día fue un palacete señorial resulta desalentador.
La conversión de aquel cine en un espacio multisalas tabicó no solo lo poco que quedaba del hogar que un día fue de Frederic Marcet, sino también los vestigios de su etapa como teatro y, después, como cine de una únca pantalla. Sobreviven señales, por supuesto, como algunos relieves en las paredes con las máscaras griegas de la comedia y la tragedia y vidrieras coloridas. A través del más recóndito de los accesos se puede llegar incluso a obtener un contraplano de esa esquina de la ciudad, con la reconocible cubierta cerámica del tejado en primer término, una pequeña seña de identidad que, vaya, tampoco es original del edificio.

El cruce de paseo de Gràcia con Gran Via, desde la perspectiva que ofrece el tejado del Comedia. / MANU MITRU
La cuestión es, visto el rechazo político y vecinal que ha despertado el proyecto de la sede barcelonesa del Museo Thyssen, ¿no había una alternativa menos controvertida para buscarle acomodo en la ciudad? Uno de los argumentos de esa oposición, más allá de lo arquitectónico y patrimonial, es que aquella ya es una zona sobrepasada, es decir, un hormiguero de movilidad. A eso y más responde Sevillano.

‘Interior a l’aire lliure’, de Ramon Casas. / Cortesía Fundación Arte y Legado y Museu Carmen Thyssen Barcelona
Una de las singularidades del Eixample, subraya el directivo de Stoneweg, es cuán poco se previó en el proyecto original de Ildefons Cerdà que hubiera equipamientos culturales. Pero, más allá de esa consideración, sostiene que una obra como ‘Interior a l’aire lliure’, magnífica obra de Ramon Casas, parte de la colección Thyssen cedida al MNAC, merece ser exhibida en el paseo de Gràcia, como antesala de la vida burguesa de finales del siglo XIX que dio pie después de las casas Amatller, Lleó Morera, Batlló y Milà.
Poco se ha subrayado hasta qué punto el Museo Thyssen puede lastimar la colección del MNAC, pero los fondos de la baronesa van mucho más allá de los cedidos a otros equipamientos culturales. Entre otras obras que está previsto que se muden al centro de Barcelona merece la pena mencionar la poética mirada que Eliseu Meifrèn hizo del puerto de Barcelona y el cuadro que Santiago Rusiñol tituló en 1892 como ‘La creu del terme’.

‘El port de Barcelona’, de Eliseu Meifrèn. / Cortesía Fundación Arte y Legado y Museu Carmen Thyssen Barcelona
Sevillano acepta como fructífero que haya dudas sobre el proyecto, pero invita a no perder como parte del núcleo del debate que esta es una inversión de 100 millones de euros sin ninguna aportación de dinero público. Desde su punto de vista, no muy distinta a las que se emprendieron en esta ciudad a caballo de los siglos XIX y XX.
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