Isabel Preysler acudió a El Hormiguero, este jueves 23 de octubre, para presentar sus memorias: ‘Mi verdadera historia’. “Quería que mis nietos tuvieran la verdadera historia de su abuela”, confesó sobre la razón de contar su vida en estos momentos.
«¡Corre, que ha acabado El Hormiguero!»: Jorge Javier y Laura Madrueño colaron en ‘Supervivientes’ a sus rivales de Antena 3

La invitada aseguró que lo cuenta todo en el libro, y solo se ha guardado una pequeña parte para ella. Mientras Pablo Motos señaló que “hacía mucho tiempo que no leía algo tan adictivo”.
La reina de corazones relata desde su infancia en Filipinas hasta la razón por la que sus padres le mandaron a España, también los grandes amores que marcaron su destino. Y explicó que es ahora, sin pareja, cuando se siente “más feliz y tranquila”.
Motos hizo un repaso de las parejas de la invitada, y al llegar a su relación con Mario Vargas Llosa, ella frenó la conversación para girarse y pedir permiso a Tamara para contar una anécdota privada. La colaboradora se lo dio y ella explicó lo siguiente:
“Estábamos un día comiendo, y Tamara se acercó y le preguntó si estaba casado, porque le extrañaba verlo tres veces a la semana en casa”, unas palabras que el escritor respondió con sinceridad, pero después confesó a Isabel que le habían hecho “pasar un mal rato”.
Sin embargo, Tamara aseguró que su madre no recordaba bien la frase, y que fue aún peor: “Le pregunté directamente por su mujer. ‘¡Hombre Mario, qué gusto verte por tercera vez, ¿qué tal está tu mujer? Yo en ese momento era la que protegía a la familia. No me sirvió de mucho…”, ironizó entre risas.
La Preysler también confirmó lo orgullosa que se siente de su hija más televisiva: “Es maravillosa, si no existiese habría que inventarla. Está llena de vida, y te sorprende porque tiene un lado serio que te soluciona las cosas muy bien, las piensa muy bien, y me sorprenden sus respuestas tan claras”.
Atresmedia unifica sus Campanadas por primera vez: Pedroche y Chicote en Antena 3, laSexta y Atresplayer

Motos le preguntó si entendió el perdón a Íñigo Onieva, e Isabel respondió: “Ella da mucha importancia al perdón. Quiso inculcarme a mí el perdón también, y yo he llegado a querer a Íñigo muchísimo, a través de ella. Ahora le quiero como a un hijo más. Ahora se me da mejor el perdón, antes era más rencorosa”, zanjó.