«Entramos al partido de manera extraordinaria, estuvimos muy, muy bien tanto en defensa como en ataque». La frase de Quique Domínguez apunta al último partido del Frigoríficos del Morrazo ante el Bathco Torrelavega, pero podría aplicarse a cualquiera de los siete encuentros que el cuadro cangués ha disputado en lo que va de temporada. Y es que en todos ellos el Cangas fue dominador tanto del juego como del marcador en los minutos iniciales, un hecho que, si bien únicamente le sirvió para imponerse en dos de ellos, sí es un indicador de la mentalización y la intensidad con la que los de O Morrazo afrontan sus duelos.

El de este año es un Frigoríficos de buenos principios, como ya dejó entrever en su estreno liguero ante el Ademar León. La escuadra de Domínguez salió a por todas frente a los de Daniel Gordo, y arrancó con un parcial de 5-2 gracias a su aprovechamiento de la segunda oleada en apenas seis minutos de juego. Y pudo ser aún mejor el balance si Santi López no hubiese estrellado un balón en el travesaño para incrementar aún más las distancias. Los cangueses acabarían perdiendo 25-29.

Cruel desenlace en Nava

La siguiente cita, en Nava de la Asunción, permitió ver a un Cangas excelso en el primer periodo. Su inicio no fue tan espectacular, aunque le permitió ponerse 3-4 en el minuto 8 tras haber errado dos acciones claras en seis metros para haber ampliado el marcador. Patotsky primero y una última acción de Buda impidieron a los de Domínguez obtener algo positivo en su salida (34-33).

Frente al Bada Huesca se vio un Frigoríficos arrollador, con un 4-1 de parcial de salida que se fue hasta el 7-3 cuando apenas se habían disputado nueve minutos de juego, obligando al preparador visitante, José Francisco Nolasco, a detener el encuentro con un tiempo muerto. El hueco abierto por los cangueses en estos minutos fue aumentado con el paso del tiempo hasta poder abrochar una victoria cómoda, la primera de la campaña (32-27).

El calendario marcó que la cuarta jornada tocaba la siempre dolorosa visita al Palau Blaugrana. Lo cierto es que, pese a las ausencias con las que viajó el Frigoríficos del Morrazo, no cambió un ápice su guion de inicio de partido, dominando el marcador hasta cerca del minuto 6 (4-5). Luego se impuso el peso de la lógica para que el Barcelona se llevase los dos puntos en juego (42-31).

Incluso en la derrota que más daño hizo en lo que va de Liga el Cangas firmó un gran inicio, tanto que, de hecho, fue el arranque perfecto. El choque ante el Guadalajara comenzó con un Frigoríficos ambicioso, capitaneado por Arnau Fernández, para irse con un 4-0 al minuto 5 de partido, obligando al técnico alcarreño, Juan Carlos Requena, a pedir tiempo muerto. Posteriormente se igualaron fuerzas y en el segundo periodo llegaría la debacle para el 29-34 final.

«Esto habla de la actitud y compromiso del equipo»

Y en Torrelavega hubo más de lo mismo, con un Cangas dominador (1-3, 2-4, 6-9) que obligó a Jacobo Cuétara a detener el choque en el minuto 12. La osadía canguesa se extendió casi hasta el minuto 17 (8-11), antes de la reacción local para llegar con ventaja al descanso. En el segundo tiempo los de Domínguez remontaron para sumar dos nuevos puntos.

«Entramos muy bien a los partidos, y eso habla de la actitud y del compromiso del equipo», resume Domínguez, que confiesa no tener ninguna fórmula mágica para activar a los suyos más allá de la charla previa habitual. «Unas veces es más larga, otras más corta, a veces se apela a lo táctico, otras más a lo emocional. No hay nada especial», sentencia.

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