Lo del Baskonia en esta Euroliga es un constante querer y no poder. El equipo vitoriano continúa sin levantar cabeza en una competición donde en su día regaló exhibiciones mágicas al comienzo del siglo y en la actualidad vive un mal sueño con una debilidad dolorosa.

El 1×1 del Baskonia ante el Estrella Roja: Luwawu-Cabarrot y poco más en Belgrado
Pese a que en Belgrado cuajó algunos minutos notables antes del intermedio y puso por momentos en serios aprietos a un anfitrión serbio completamente lanzado y con la autoestima por las nubes desde la llegada de Sasa Obradovic, el Baskonia tuvo que rendirse finalmente a la evidencia. Un día más incurrió en errores de principiante entrando muy fácil en el bonus y regalando infinidad de tiros libres al Estrella Roja, se diluyó como un azucarillo en un tercer cuarto terrorífico (32-15) y en la ofensiva no contó con más amenazas que un inspirado Luwawu-Cabarrot.

La inspiración de Moneke amenaza al Baskonia
A la postre, sexta derrota consecutiva en un frente continental donde los alaveses se han quedado descolgados a las primeras de cambio y la terca sensación de que los argumentos baloncestísticos para codearse al más alto nivel son más bien escasos.
El debut de Kobbi Simmons, de más a menos en el Belgrado Arena y que terminó contagiándose del caos generalizado, no cambió en exceso la cara de un maratoniano azulgrana demasiado liviano y otra vez empequeñecido ante buques de gran eslora como el serbio.
HIRU HIRU HIRU NOWELLL🔥 pic.twitter.com/A6hYfZn92Q
— Baskonia (@Baskonia) 23 de octubre de 2025
No hay rival pequeño en la Euroliga para un Baskonia con la mandíbula de cristal y sin continuidad para protagonizar gestas. En la caldera del Belgrado Arena volvió a lucir una capa de visitante mentalmente frágil que baja los brazos al menor soplido del rival. Muy poco necesitó el Estrella Roja para imponer su jerarquía en un partido que reprodujo los errores de toda la temporada.
El espejismo del segundo cuarto
El Baskonia adoptó el papel de perseguidor desde el salto inicial en la caldera de Belgrado con las preocupantes primeras ventajas para el Estrella Roja, pero pronto trató de rebelarse ante el destino escrito de antemano.

Bombazo: Samanic abandona el Baskonia
El ingreso en pista de Luwawu-Cabarrot sirvió para contrarrestar el acierto de Miller-McIntyre y Nwora, que llevaron la voz cantante en el plano anotador en las filas balcánicas ante la noche poco brillante de Moneke. El alero francés se encuentra tocado por una varita mágica, pero volvió a estar solo ante el peligro.
Galbiati no tardó en exceso en hacer debutar a Simmons en lugar de Nowell, al que Obradovic trató de castigar constantemente en defensa en el mismatch debido a su inferioridad física. El temporero azulgrana, con una planta interesante para actuar al frente del timón, dejó buenos destellos ofensivos pese a sus contados entrenamientos en Vitoria, si bien con el paso de los minutos tampoco fue un recurso para detener la caída.
La primera ventaja azulgrana se produjo al inicio del segundo cuarto con un triple de Nowell. En los minutos previos al intermedio, el Baskonia disputó posiblemente los mejores minutos de la temporada y alcanzó una renta esperanzadora (28-34).

Galbiati: «Hemos sido incapaces de volver al partido»
Fue por momentos un grupo aguerrido en defensa, que no acusó su debilidad interior, se sintió cómodo en transición con Diallo como maestro de ceremonias y en estático también se generó buenas situaciones de tiro gracias a una aseada circulación de balón. La ausencia de miedos se vio encarnada en el irreverente Joksimovic, quien aportó cinco puntos demostrando que es un extraordinario proyecto de jugador a sus 16 años.
En la caldera del Belgrado Arena, el Baskonia volvió a lucir una capa de visitante mentalmente frágil y con la mandíbula de cristal que baja los brazos al menor soplido del rival
Tras el descanso, el panorama varió por completo. Las pérdidas de balón fueron un hándicap para el Baskonia, que encima vio cómo algunos pesos pesados sufrían problemas con la acumulación de las faltas. Un par de errores infantiles de Kurucs, muy falto de ritmo para estas refriegas, y el dominio interior de Motiejunas fueron el principio del fin en tierras balcánicas.
El conjunto vitoriano pasó de un esperanzador 47-50 a verse atropellado en todos los apartados tras la enésima desconexión de la temporada. A los balcánicos les bastó con dar una vuelta de tuerca a la intensidad defensiva para dispararse hacia la victoria. Incluso sobró un último cuarto donde algún aficionado del Estrella Roja dio la nota con el reprobable lanzamiento de una moneda al banquillo azulgrana.