Leer una novela romántica es sinónimo de bienestar. La cantidad de títulos existentes en el mercado nos dan la posibilidad de elegir desde la sexualidad de la pareja hasta el escenario donde se desarrolla el romance. Pero sí es cierto que en algunos momentos necesitamos vínculos que transcurran de manera más realista, donde realmente se vea reflejada lo complicada que es la vida en estos instantes. Justo acaba de llegar a librerías un libro que si bien tiene esos componentes amorosos que esperamos de un título bajo este género, también posee grandes dosis de realidad y lecciones que podemos aprender.

Hablamos de ‘Cuando te atrevas a sentir’ (ed. Contraluz, 2025), de Tamara Molina. Conocerás su firma por títulos como ‘Donde no puedas encontrarme’ (ed. Matchstories, 2024) o por sus recomendaciones literarias en sus redes sociales bajo el nombre de @xtawie. Nos hemos sentado a hablar con ella porque estamos absolutamente prendadas con la historia de Naila y Bruno, dos personas con vidas muy diferentes, sentimientos muy parecidos y que se pondrán a prueba una vez el destino los junte.

ed. Contraluz ‘Cuando te atrevas a sentir’

‘Cuando te atrevas a sentir’

¿Cómo han ido los primeros días de lanzamiento de ‘Cuando te atrevas a sentir’?

Sinceramente, he estado un poco como evitando ese ‘feedback’ porque es algo que me pone muy nerviosa. Entonces, sé que es bueno, más de lo que esperaba, pero intento estar algo distanciada para que las redes sociales no me absorban tanto. Los primeros días siempre trato de estar un poco despegada y ya luego mirarlo con calma. Es algo muy fuerte, muy grande, y yo todavía no he aprendido a gestionarlo.

¿Cómo surgió escribir esta historia?

Esta historia en realidad es una de las primeras que tenía pensadas. A mí me gusta no solo escribir romances, sino que tengan un mensaje, una ayuda o lección con la que yo me sienta muy identificada. La problemática que tiene la protagonista, Naila, es una con la que mucha gente de nuestra generación va a sentirse reflejada en algún momento de su vida. También la que tiene él, Bruno. Entonces quería contar esta historia como una forma de ayuda, de decir: ‘‘Este libro yo no lo tuve cuando era más joven, pero ahora que tú lo tienes espero que no tengas que pasar por lo que he pasado yo’’.

Obviamente yo no soy Naila, pero sus sentimientos han bebido de mí. Por eso me ha costado mucho escribir esta historia

Dijiste en tus redes sociales que es la novela más personal que has escrito. ¿Dónde está el límite entre la ficción y la realidad?

No lo sé, sinceramente. O sea, ha sido tan intensa de escribir… Obviamente, yo no soy Naila, hay mucha diferencia de mi realidad a la suya, aunque sí que la problemática, esos sentimientos, sus pensamientos intrusivos y toda esa gestión emocional de su situación ha bebido mucho de mí. Me ha costado mucho escribirla, aceptar cosas que yo a lo mejor no acepté en su día o indagar en heridas que yo creía que ya tenía sanadas. Me ha gustado, pero ¡menudo viaje!

Los capítulos de ‘Cuando te atrevas a sentir’ están separados bajo las fases de la luna. ¿Por qué lo hiciste así?

No lo sé, no estaba previsto realmente. Me he dado cuenta, escribiendo las novelas, que a mí me gusta dividirlas siempre en fases. Mi primer libro está dividida en las fases del duelo después de una ruptura; el segundo, que es mucho más de comedia, está dividido entre los pisos de un centro comercial; y esta en las fases lunares. Sabía que quería dividirla de alguna forma para marcar las diferentes etapas por las que pasan los protagonistas y parecían hechas a medida, aunque no cronológicamente. Es la forma perfecta, porque la luna, por ejemplo, sí quería que apareciese en la cubierta cuando todavía no tenía pensado lo de las fases lunares. Todo ha fluido solo.

¿Cómo fue el proceso de creación de Naila y Bruno, los protagonistas?

La de Naila, como te digo, no me costó tanto porque bebe mucho de mí. Entonces, su voz me salió mucho más fácil, aunque me costó el hecho de que no quería que se victimizara demasiado. No quería que fuese muy repetitiva con el ‘‘qué mal estoy, soy una fracasada’’. Ella ya lo sabe, lo ha aceptado y ya está. Aún teniendo sus pensamientos intrusivos, no quería hacerla muy ‘pick me’. En cambio, con Bruno me costó un montón, muchísimo, porque empecé a escribirlo y no encontraba su voz, ya que ni yo misma quería hacer que él tuviera conductas tan reales como las que tiene. O sea, yo empecé a escribirlo y Bruno actuaba demasiado bien en todo momento, lo que me parecía muy aburrido. No hacía nada, actuaba según lo que ella hacía y todo le parecía bien. Me di cuenta de que yo misma le estaba cortando los pensamientos, así que le dejé hablar y salió solo.

Si hay algo que diferencia a ‘Cuando te atrevas a sentir’ es que no es un romance al uso. No es nada idílico y se acerca mucho a las relaciones sentimentales reales.

A mí me gustan mucho las relaciones idílicas, escaparte en un libro que todo sea amor, y él muere por ella y ella muere por él. Sin embargo, en esta historia no me encajaba esto, porque los personajes tienen tanta profundidad detrás y estaban tan mal que era imposible que cuando estuviesen juntos fueran la pareja perfecta. Por otro lado, sabía que hacer este tipo de relación era arriesgado, ya que no es algo que le vaya a gustar a todo el mundo.

En mi libro no encajaba una historia de amor idílica. Los protagonistas estaban tan mal que era imposible que cuando estuviesen juntos fueran la pareja perfecta

Entre Naila y Bruno surgen muchas casualidades. ¿Crees tú en ellas?

Sí que creo que cuando una persona tiene que estar en tu vida te la vas a encontrar, vas a saber de esa persona, te va a llegar información… Lo de Naila y Bruno es algo así como persona correcta en el momento incorrecto, algo que a mí me ha pasado: mi pareja y yo nos conocimos, estábamos en momentos vitales muy diferentes, se quedó ahí, y a los dos años nos reencontramos y ahora llevamos 6 años juntos. No obstante, hay que diferenciar a las personas que son incorrectas en cualquier momento y también cuando la problemática es la pareja o una misma.

tamara molina

D.R.

Por otro lado, la manera en la que has plasmado los pensamientos intrusivos de Naila y Bruno parece muy real y estudiada. ¿Has contado con algún tipo de ayuda profesional para ello?

Sí, la mía [ríe]. Tengo media carrera de psicología. Me acuerdo poco de las clases, pero siento que hay cosillas que están en la novela.

Otro de los temas importantes que construyen tu novela es la amistad. Cómo te afectan positivamente, pero también negativamente.

Enfoqué este tema un poco observando, sobre todo, el entorno. Siento que es algo muy común el hecho de aferrarnos a nuestros vínculos, no solo románticos, sino también de amistad. Yo veo como gente sigue compartiendo tiempo y vida con personas que en su día, a lo mejor cuando eran muy pequeños, les aportaban algo porque coincidían en clase, estaban juntos en el instituto…. Pero no los sueltan porque son sus amigos de toda la vida, a pesar de no estar bien con ellos y siendo personas completamente diferentes. Ya no es que no aporten, es que perjudican. La gente tóxica existe.

¿Qué momento de la historia recuerdas que te costase escribir?

Lo que más me costó escribir es un capítulo, que no quiero ’spoilear’, pero que te hace llorar a mares. A mí me hizo llorar a mares. Decía: ‘‘No puede ser, no puede ser. Me van a odiar’’. Pero tenía que hacerlo para meter la reflexión.

¿Y cuál recuerdas con especial ilusión?

La penúltima fase de la novela, cuando se separan, que hay un punto superdinámico. Lo escribí del tirón y me encantó. Puede resultar curioso porque es el momento en el que el romance está menos activo, pero hay tanta evolución en ambos personajes…

Hay que preguntarse si el problema es hasta qué punto no sé qué hacer, o más bien sí sé qué hacer pero lo que a mí me gusta parece no ser válido

Me han chivado que te has tatuado un camaleón, como el que tiene Bruno de mascota y aparece en la portada de la novela.

¡Fue antes de terminar la novela! Tenía la idea del camaleón, por aquello de adaptarte y cambiar de piel siendo en el fondo la misma persona —que es un poco el mensaje que quería dar con la novela—, y me lo tatué. Es que para mí ‘Cuando te atrevas a sentir’ ha significado un antes y un después. Ha sido un proceso muy intenso, pero me ha ayudado un montón como persona.

Justo de estos temas son las siguientes preguntas. ¿Con qué mensaje te gustaría que se quedasen tus lectoras después de leer ‘Cuando te atrevas a sentir’?

Con que no pasa nada por ir hacia atrás, por salirte del camino, por probar, por arriesgar, por atreverte a hacer lo que realmente sientes. Porque muchas veces el asunto es ¿hasta qué punto no sé qué hacer o más bien sí sé qué hacer pero lo que a mí me gusta no es válido?

Creemos que todos los libros dejan una lección en sus autores. ¿Cuál es la que te ha enseñado a ti ‘Cuando te atrevas a sentir’?

Que la vida está para vivirla, no te vas a quedar atrás, avanza contigo y todo el mundo en algún punto de su vida va a perderse antes, ahora o después. Además, yo me he dado cuenta ahora que soy adulta de que todo el mundo está perdido, actuando como que sabe hacia dónde va, pero nadie sabe hacia dónde va, simplemente va avanzando con la vida. Además, me ha cambiado mucho. Al igual que la protagonista ha bebido mucho de mí, yo he bebido mucho de ella. Y ahora, a raíz de escribir a Naila, antes de tomar decisiones, pienso en lo hipócrita que es que yo no las tome cuando a ella le he obligado a atreverse. Después de esta novela, si a lo mejor tengo que tomar una decisión que está en la parte más racional, intento mantenerme en el camino de arriesgar, cuando antes probablemente hubiese optado por la racional.

Ahora que soy adulta me he dado cuenta de que todo el mundo está perdido, actuando como que saben hacia dónde van

¿Cómo enfrentas este momento literario en el que se publican títulos constantemente?

¡Fatal! [ríe]. Y aún siendo consciente de que la suerte que tengo de poseer una base de lectoras y mis plataformas por donde me doy a conocer. Es un hecho que hay tantos libros y autoras todo el rato, también como lectora porque consumo mucha literatura a través de redes sociales, y veo ‘unboxings’, ‘wraps up’, no sé qué, y pienso: ‘‘¿Por qué iban a optar por la mía?’’.

¿Estás ya preparando tu próximo proyecto?

Debería. La respuesta es que debería. Tengo ideas, siempre tengo algunas en mente, pero hay una que es la que más tengo decidida de cara al año que viene. Y como esta novela, es algo arriesgado también, algo que quizá no hubiese escrito si ‘Cuando te atrevas a sentir’ no hubiera existido.

¿Cuál es tu libro actual y cuál es el siguiente que vas a leer?

Me estoy leyendo ‘Drácula’, de Bram Stoker. Desde que puse punto y final a la novela, no he sido capaz de terminarme un libro. Pero ahora que es época de Halloween, es un clásico que tenía muchas ganas de leer. Y el próximo, ‘Los reyes de la casa’, de Delphine de Vigan.

Headshot of Nerea Panicello

Nerea Panicello es experta en música, series y redes sociales. No hay canción pop que no haya pasado por los auriculares que siempre lleva puestos, entrega de premios Grammy o MTV VMA’s que no haya cubierto en directo o festival al que se haya quedado con ganas de ir. Tampoco ficción (serie o película) de Netflix o HBO Max de la que no se obsesione con el reparto y busque todas las teorías de los fans. Ni reel de Instagram o vídeo de TikTok viral que no haya recibido su ‘iike’. Su carpeta de guardados en IG está repleta de ideas para crear contenido.

Su momento favorito de la jornada laboral es cuando se sienta frente al artista o intérprete de turno para someterle a sus preguntas o a unos de los retos en vídeo de COSMOPOLITAN. Ha entrevistado a cantantes como Lola Índigo, Rauw Alejandro, Camilo o la banda Morat. También a actrices como Claudia Jessie (‘Bridgerton’), Kristen Stewart o Maisie Williams. Aunque siempre recordará sus cinco minutos de gloria con los Jonas Brothers.

Nerea se graduó en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos en 2018. Antes de colocarse el birrete, realizó prácticas durante 2017 en la Revista de Ana Rosa Quintana. Lleva formando parte de Cosmopolitan desde 2018. Actualmente está terminando un Máster de Periodismo Digital y Nuevos Perfiles en la Universidad Rey Juan Carlos. En sus ratos libre, recibe clases de lengua musical y batería para seguir mostrando lo que no se ve las canciones.

Acumula seis años de experiencia, en los que ha elaborado temas para sus versiones ’print’, diariamente en digital y ejercido de Community Manager en cuantiosas ocasiones.