Las claves
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El físico Jorge Mira argumenta que abolir el cambio de hora no tiene sentido en España debido a su latitud, a diferencia de Finlandia, que enfrenta condiciones lumínicas extremas.
El cambio estacional de hora en España ayuda a sincronizar los ritmos circadianos con el ciclo solar, según explica el físico.
Mira destaca que la inclinación del eje de la Tierra provoca variaciones en las horas de luz, justificando el ajuste horario en países como España.
Aunque este año ha sido España el país que ha propuesto fijar un horario continuado durante todo el año, no es la primera vez que esto sucede. De hecho, en 2018 fue Finlandia quien propuso a la Unión Europea suprimir el cambio estacional de hora.
Y no fue por salud, ni por motivos energéticos, siendo este último motivo la base original del cambio de hora a nivel europeo. No. La razón real, para Finlandia en particular, fueron las horas de luz y su latitud. Pero España no es Finlandia.
Este ‘problema de latitud’ lo analizó el físico Jorge Mira en el blog The Big Bang Physics durante el pasado año 2021. Y, como él mismo explica, la propuesta de Finlandia tiene sentido por su localización: las condiciones lumínicas de Finlandia son muy particulares, siendo de noche durante toda la jornada en invierno, y de día durante toda la jornada en verano. Pero eso no sucede en España.
Como explica Mira, Rovaniemi, la conocida ‘ciudad de Papá Noel’, se encuentra en Finlandia haciendo frontera con el círculo polar ártico, a una latitud de 67,5º. España, por su parte, se encuentra en una latitud de 43ºN. El problema que tiene Finlandia es que su situación extrema (junto al resto de países escandinavos) implica dividir el año prácticamente en 6 meses de día y 6 meses de noche.
Por tanto, como también explica el físico, «si en verano tienes sol las 24 horas del día, te da igual jugar a fútbol a las 8 que a las 23 horas. Si en invierno tienes noche todo el día, te da igual ir a la cama a las 3 que a las 17 horas».

Por su parte, en España, la variación día/noche también cambia: poseemos 15 horas y media de luz en verano, y solo 9 horas en invierno. Pero no es un cambio tan extremo como Finlandia y sus vecinos. Como también explica el físico, el momento de nuestra salida y puesta de sol se mueve unas 3 horas cada 6 meses:
«Todo esto es debido a la inclinación del eje de rotación de la Tierra con respecto al que marca la traslación alrededor del Sol […] A finales de junio el polo norte estará a 23,5º inclinado hacia el Sol y, a finales de diciembre, inclinado lo mismo hacia el lado contrario. Total: nuestro planeta baila la friolera de 47º cada 6 meses».
Y precisamente por esta inclinación de la Tierra respecto a su órbita alrededor del Sol es por lo que cambiamos la hora dos veces al año en países como España, según el físico: estas variaciones de inclinación dan lugar a que el punto de activación del día oscile demasiado y, aunque han pasado miles de años, nuestros ritmos circadianos siguen rigiéndose igual que sucedía con los humanos primitivos.
En la antigüedad nos levantábamos con la luz del Sol, y nos acostábamos en base a la oscuridad ambiental. Hoy en día, sin embargo, dependemos de un reloj, el cual es independiente de la luz u oscuridad ambiental.
Si no se corrige dicho reloj, es decir, si no hay un cambio de hora de forma artificial, en verano nos levantaríamos a una hora donde el Sol ya estaría muy alto: «Si no se hiciese el cambio estacional de hora, a las 8:30 de la mañana de junio y julio el Sol estaría más alto sobre el horizonte de lo que está en cualquier momento de diciembre y enero, y eso en cualquier parte de la Península».
Por ello, según explica el físico, el cambio estacional de hora sí merece la pena en países como España, pero no en otras zonas del mundo, como los países escandinavos. También nos recuerda que siempre han existido grupos de presión que han pedido la supresión del cambio de hora, y que esta petición no es nueva.
Uno de los argumentos más repetidos es la necesidad de sincronizar adecuadamente nuestros ritmos circadianos; pero precisamente por dicho motivo explica Mira que es necesario mantener estos cambios de hora: para seguir sincronizándonos todo lo posible con el Sol, en base a la latitud en la cual vivimos, al menos en España.