La galería Alcolea & Krauss, de Maó, inaugura hoy, a las 19.30 horas, una exposición de la obra más reciente del artista Jorge Usán (Zaragoza, 1979) formada por 12 piezas de diferentes disciplinas artísticas, que podrá verse hasta el próximo día 16 de agosto.

«Son obras muy especiales, porque son obras que tenía en un cajón, se trata de ideas que tenía guardadas y, por fin, me animé a realizarlas, porque son muy experimentales. Cada una de ellas es una disciplina artística diferente, en este caso, talla en madera, pintura, grabado, escultura, instalación, arte electrónico, es un compendio de disciplinas», asegura Usán.

Las obras que pueden contemplarse en la exposición exploran un delicado equilibrio entre ciencia, naturaleza, geometría y espiritualidad, que conforman su universo plástico. El trabajo de Usán se caracteriza por la constante tensión entre los opuestos -blanco y negro, materia y vacío, tensión y liberación- y con unas obras que lo cósmico y lo íntimo se fusionan mediante texturas, formas orgánicas y una estética que remite a paisajes interiores. «Cada idea tiene su camino, su técnica y te lleva un poquito por donde ella quiere, cada idea requiere su técnica para llevarla, te dejas llevar un poco y experimentar. Depende de la visión que tengas de cada pieza, como la quieres ver visualizada al final, pues la obra te va diciendo por aquí, por allá, una técnica u otra. Yo que creo mucho en la intuición, creo que el deber de un artista es escuchar la obra, que te lleve un poco, que fluya», afirma.

Símbolo

Aunque «Materialidad y transformación» es el título no oficial de la exposición en la galería Alcole & Klaus, el artista zaragozano prefiere no titular sus exposiciones y, por ello, suele utilizar unas de sus obras para que se convierta en el símbolo del conjunto de piezas que expone. En este sentido, Usán señala que «desde hace unos años no pongo titular alguno, no me gusta titular las exposiciones, es un símbolo que siempre es la síntesis de una de las obras que pertenece a la exposición. En este caso, son unas tallas en madera, que ya tiene su historia, porque las empecé en Indonesia, luego han pasado por Zaragoza y acabaron en Brooklyn para terminarlas. Son las cuatro piececitas que es lo que simboliza los cuatro signos de la exposición, son como líneas», señala.

Interrogado sobre qué pieza o piezas destacaría de las que forman la exposición, a tenor que han sido ejecutadas utilizando diferentes técnicas, Usán asegura que el conjunto expositivo cobra sentido viéndolo todo entero, al tratarse de un viaje por el proceso creativo en el que las obras tienen conexión una con las otras. No obstante, afirma que «como pieza a la que le tengo mucho cariño son las pequeñas tallas en madera a las que anteriormente me he referido, empezaron como recogiendo una semilla en una playa en Indonesia y han estado conmigo seis meses y durante este tiempo he ido trabajando en ellas, trabajando poco a poco, han venido a Zaragoza, de donde soy yo, luego han estado en Brooklyn, ya dándoles el toque final de chorro en madera, que es un taller muy interesante porque llevan al límite la escultura, utilizan técnicas muy innovadoras, como el chorro de aire, a esa pieza la tengo mucho cariño, porque siempre la llevaba en una mochilita conmigo, ha ido evolucionando poco a poco durante seis meses en diferentes lugares», subraya.

Primera

Menorca no es una desconocida para Jorge Usán, puesto que en 2018 estuvo ocho meses -invierno incluido- en la Isla para producir las obras de su primera exposición, «utilicé materiales muy autóctonos, de texturas, la verdad es que fue una experiencia muy bonita y muy tranquila, el invierno fue espectacular, el silencio absoluto», concluye.